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Editorial Jueves 4 de Abril de 2019

Corrupción, una pandemia

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REDACCION

Por REDACCION

Con tantas investigaciones judiciales abiertas que buscan establecer responsabilidades de ex funcionarios y empresarios a la vez que rastrear dineros públicos que fueron a parar indebidamente a bolsillos privados, en la Argentina todavía no hay una real dimensión de la plata que se evaporó por los caminos de la corrupción, un problema que no es exclusivo de este país. Brasil es el ejemplo que tenemos a mano, donde un ex presidente está cumpliendo una condena por aceptar coimas en tanto que otro fue detenido recientemente.

Con este mar de fondo que genera la corrupción en los países de la región, ahora se conocieron estimaciones de lo que representa el pago de sobornos a nivel mundial. Según estimaciones de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, el costo anual de los sobornos a nivel global asciende a más de 1,5 billones de dólares, cifra que representa aproximadamente el 2% del Producto Bruto Mundial (PBI) mundial. La funcionaria no dudó en afirmar que lucha contra la corrupción es, junto al cambio climático, uno de los desafíos a escala global.

Los estudios más recientes del FMI ponen de relieve el elevado costo fiscal de la corrupción, que provoca una pérdida masiva de ingresos públicos y un gasto público de menor calidad. De este modo, el análisis del organismo que preside Lagarde concluye que un menor nivel de corrupción se asocia a un nivel más elevado de ingresos tributarios, observándose una diferencia de hasta 4 puntos porcentuales del PBI entre los países, mientras que también parece existir un nexo entre una mejor gobernanza y puntuaciones académicas más altas y un gasto más eficiente en infraestructura.

Al pronunciar un discurso en Washington, donde se encuentra la sede del FMI, Lagarde sostuvo que estos nuevos análisis confirman lo que todos sospechamos desde hace tiempo: la corrupción reduce el crecimiento, aumenta la desigualdad y alimenta la desconfianza.

Por otro lado, entre las medidas que exceden las capacidades de regulación nacional y exigen una colaboración transfronteriza, la exministra francesa señaló la necesidad de mejorar el marco de la tributación internacional de las empresas tras admitir que el sistema está básicamente desfasado. Al respecto, advirtió que se produce un efecto contraproducente debido al hecho de que los países adopten enfoques unilaterales. 

Según el FMI, los países al margen de la OCDE pierden alrededor de 200.000 millones de dólares (178.597 millones de euros) al año porque las empresas pueden trasladar la tributación de sus beneficios a jurisdicciones de baja presión fiscal. Esta pérdida de ingresos dificulta aún más la tarea de los países de bajo ingreso de impulsar el crecimiento y el empleo, y de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la fecha acordada de 2030.


Trabas al comercio mundial 


Desde hace tiempo los distintos organismos que hacen a la gobernanza económica a nivel global lanzan alertas sobre el impacto negativo de la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China y en menor medida por el Brexit del Reino Unido. Nuevos informes no hacen más que confirmar esta situación de incertidumbre, ya que la Organización Mundial del Comercio (OMC) insistió en que las tensiones arancelarias entre los Estados Unidos y China y el Brexit limitan las expectativas y reducen la estimación de crecimiento al 2,6% para este año. 

No obstante, la OMC considera que si se alivian las tensiones comerciales" los intercambios podrían repuntar y aumentar 3 % en 2020. El conflicto arancelario entre las dos mayores economías mundiales, China y EEUU, y las dudas en Europa por el Brexit son factores de esa desaceleración, destacó en la presentación de las previsiones el director general de la OMC, Roberto Azevedo. El comercio no puede desempeñar plenamente su función de impulsor de crecimiento a causa de esas tensiones, añadió el responsable de la OMC, organización que prevé un aumento del 2,6 % en el PBI mundial tanto en 2019 como en 2020, frente al 2,9 % registrado en 2018.

Según el análisis de la OMC, en 2019 y 2020 seguirán soplando fuertes vientos en contra del comercio mundial, lo que a juzgar por las proyecciones afectará más a los países desarrollados, cuyos intercambios crecerán por debajo del promedio (sus exportaciones aumentarán 2,1 % en 2019 y 2,5 % en 2020). Para los países en desarrollo, impulsados por potencias emergentes como China, India o Brasil, se estima que las exportaciones crecerán 3,4 % interanual en 2019 y 3,7 % en 2020.

El escenario más pesimista predice que una guerra comercial total entre EEUU y China, los dos mayores exportadores e importadores globales, podría provocar que el PBI mundial cayera 2 % y el comercio 17 % en 2022. Esas cifras serían incluso peores que en la crisis financiera global de 2008, que generó una contracción de los intercambios mundiales del 12 % en 2009 y una reducción del 2 % en el PBI mundial. En esta guerra no habría un ganador y un perdedor, sino muchos perdedores, todo el mundo se vería perjudicado por un freno del comercio global, comentó Azevedo.






 

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