Por REDACCION
El mes de mayo dejó una señal preocupante para la economía pues el consumo registró una caída de 7,1% en el nivel de ventas minoristas, las que mayor fuerza de impacto tienen en ese rubro, el que a su vez se lleva toda la atención del gobierno ya que fue el eje del crecimiento estos últimos años. Si eso ocurrió aún con medidas destinadas a sostener el consumo, la preocupación es todavía mayor, ya que el retroceso superior a los siete puntos es más que significativo. Esta caída fue la más importante de los últimos 10 meses, presentándose en un momento muy inoportuno para el gobierno, tratando de sostener los mejores indicadores posibles en estos meses previos a las elecciones. El consumo, es considerado clave dentro de esa perspectiva.
El informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, sobre un relevamiento de 22 rubros, estableció que los 4 que arrojaron índices positivos fueron electrodomésticos, farmacias, perfumerías y neumáticos, en tanto que las 18 bajas fueron encabezadas por el sector inmobiliario que experimentó un muy fuerte baja del 36,3%, teniendo en el mismo una decisiva explicación el cepo sobre el dólar, que inmovilizó la mayoría de las operaciones. Otra actividad muy estrechamente vinculada con la anterior, como es la construcción, también estuvo en retroceso, con índices negativos de 8,4 las ferreterías, 6,4 los demás materiales y 5,2 el rubro eléctrico. En indumentaria las cantidades vendidas se contrajeron 9,2%, conformando los más afectados, aunque también estuvieron en baja alimentos y bebidas, calzados, bazar y regalos, joyería, juguetería, librerías, muebles de oficina, muebles del hogar, textil y blanco, marroquinería y textil e indumentaria.
El relevamiento de CAME, además del levantamiento de datos sobre ventas concretas de donde pueden extraerse los índices del sube y baja, incluye además el nivel de expectativas de los empresarios para los próximos meses, mostrándose los mismos en general muy prudentes, si bien existió coincidencia en que no existen elementos que justifiquen los bajos niveles de ventas de la actualidad. Una conclusión a la que puede arribarse es que los consumidores se mostraron en el mes de mayo más cautos que en abril, aunque expectantes por los aumentos salariales que vendrán en el segundo semestre, que de no ser trasladados sus costos a los precios, permitirá una mayor expansión del consumo y recuperar así el terreno perdido estos últimos meses, ya que además del retroceso de 7,1 de mayo debe contabilizarse la caída de 6,4 que ya hubo en abril, sumando entre ambas una cifra realmente significativa.
Entre las conclusiones que detalla la entidad en su análisis, se da cuenta que las restricciones sobre el dólar no sólo impactaron fuerte -como desde hace rato- en el sector inmobiliario sino en todo el resto del conjunto, entorpeciendo la demanda en especial en aquellos comercios orientados al consumo de la clase media y media alta, donde se llegó a tener la impresión que las ventas se encontraban prácticamente paralizadas
Respecto al uso de las tarjetas de crédito, se dice que hubo mucho volumen de ventas por ese sistema, aunque en los comercios fue detectado un alto nivel de rechazos por exceso de límites o falta de pago, muy por encima de los otros meses, lo cual está marcando una tendencia bastante afianzada.
Uno de los sectores que viene recibiendo la opción de ventas es el correspondiente a los automotores, ya que frente al deterioro que provoca la inflación, la gente busca preservar su dinero de esta manera, con bienes de alto valor, y además haciendo uso de las facilidades que se ofrecen.
Frente a toda esta perspectiva y la importancia que se le acuerda al consumo, desde el gobierno se están tomando todas las prevenciones posibles a su alcance para tratar de sostenerlo, de modo especial en estas instancias previas a las elecciones. Es que, además de provocar descontento la caída del consumo, también impacta desfavorablemente en la creación de empleo, el cual se encuentra en retroceso, habiendo aumentado 1 punto en el primer trimestre del año, pasando de 6,9 a 7,9%.
Entre las medidas conocidas se cuentan el aumento de las asignaciones familiares, el de la asignación universal por hijo, acompañando a los incrementos salariales, todo lo cual conformará lo que se denomina "shock de ingresos", cuyo destino principal será el consumo, tratando de recuperar la baja de 13,5 puntos que se registró en los meses de abril y mayo.
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