Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Miércoles 7 de Marzo de 2012

Consumo de droga

Un informe de la ONU revela que nuestro país tiene la más alta tasa de consumo de cocaína.

Redacción

Por Redacción

Las estadísticas, cuando destacan aspectos positivos son en realidad un aliciente importante para continuar avanzando, como recientemente se dio el caso -comentado desde esta sección editorial- del informe de UNICEF puntualizando que la Argentina y Colombia eran los dos países de la región de Latinoamérica y el Caribe que más habían progresado en la atención de los niños. Pero claro, también existen aquellas otras que vienen con señalamientos en contra, como el informe realizado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, dependiente de las Naciones Unidas, de acuerdo con el cual la tasa de prevalencia anual -al menos una vez al año- del consumo de cocaína tiene a la Argentina al frente con 2,6% entre personas que van desde los 15 a los 64 años, cuando la media en América del Sur es del 1%.

Pero no sólo eso, ya que también nuestro país es el segundo de mayor consumo de esta droga, detrás de Estados Unidos, en tanto que vecinos como Chile y Uruguay se encuentran en 2,4 y 1,4 por ciento respectivamente.

¿Qué sucede en el mundo? Pues la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito logró establecer que el promedio general dentro de la franja etaria de 15 a 64 años, oscila entre 0,3 y 0,5 con lo cual queda en clara evidencia el altísimo consumo en nuestro país con el ya mencionado 2,6%, mientras que en toda América del Sur el promedio se ubicó en 1% significando unos 2,4 millones de consumidores.

Debe hacerse la salvedad que este trabajo del organismo dependiente de la ONU está sustentado en datos correspondientes a 2005, en tanto en un trabajo del Sedronar titulado Tendencia en el Consumo de Sustancias Psicoactivas 2004-2010, el consumo de cocaína entre personas de 16 a 65 años fue disminuyendo paulatinamente para ubicarse en 2010 en 0,9%, muy lejos del 2,6 que se toma de un lustro antes. 

También Chile se encuentra en una situación similar, ya que sus organismos de prevención y lucha contra la droga tienen índices actualizados mucho más bajos del 2,4%, elementos que hicieron coincidir las críticas y el rechazo hacia estas estadísticas, a las que consideran desactualizadas. En esa misma sintonía, además de la Argentina y Chile, se incluyó Uruguay.

Más allá de los niveles de consumo, el trabajo de la ONU establece también los orígenes de la cocaína, la cual tiene sus mayores lugares de producción en Colombia, Bolivia y Perú, aun cuando la cantidad de hectáreas afectadas al cultivo hayan disminuido de manera muy significativa en las dos últimas décadas, pasando de las 288.400 de 1990 a 154.200 en 2010, lo cual si bien expone un antecedente interesante de considerar, en cambio no tradujo iguales resultados en las cantidades de droga destinada a los grandes centros de consumo.

Si hablamos de dinero, el mercado de la cocaína tiene un volumen de 80.000 millones de dólares anuales en todo el mundo, de acuerdo con datos suministrados por Interpol, formulándose además algunas consideraciones sobre los centros de consumo y el origen de la droga. En el caso de los Estados Unidos, donde hay un mercado consumidor de 160 toneladas anuales, allí casi el 90% de la droga procede de Colombia, mientras que en cambio Europa, donde se consumen unas 120 toneladas, los orígenes son en partes similares de Colombia, Perú y Bolivia.

La cocaína, seguramente la droga más difundida en el mundo pues su consumo alcanza a todas las franjas sociales, es un alcaloide que se logra de la planta de coca, siendo concretamente un estimulador del sistema nervioso y supresor del apetito, el que en tiempos pasados fue usado como anestésico.

La manera de consumir esta droga es por dos vías, una de ellas la inhalación y la otra la inyección, aunque el citado en primer lugar es el método más utilizado, aunque su abuso provoca irritación, sangrado y hasta la pérdida del olfato. Sus efectos nocivos son la posible afectación del sistema nervioso provocando depresión, paranoia, psicosis o ansiedad, aumentando mucho la posibilidad de sufrir un ACV, alcanzando también al sistema respiratorio, pudiendo causar asma y hasta un paro cardiorespiratorio.

Hasta unas décadas atrás, la Argentina era un país de tránsito de la droga, pero ahora se ha transformado en uno de los de mayor consumo. Las medidas para prevenirlo, por cierto quedaron en el fracaso.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso