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Editorial Sábado 13 de Octubre de 2018

Comercio exterior y burocracia

Por superposición de secretarías, diplomáticos pidieron a Cancillería precisión para gestión de comercio exterior.

REDACCION

Por REDACCION

La balanza comercial de la Argentina, desde hace tiempo, no genera buenas noticias para el país ya que lo que le vende al mundo es menor a lo que le compra, por tanto, este déficit de comercio exterior provoca la salida de dólares al exterior. Tal como lo hacía el turismo, puesto que cuando el dólar estaba 100 por ciento más barato muchos argentinos viajaban y volvían a viajar al exterior. Así, los ingresos que le dejaba al país la visita de extranjeros era menor a los egresos generados por los argentinos cuando cruzaban la frontera. Y además está el déficit de las cuentas públicas que obliga al gobierno a tomar deuda para cubrir el bache. 

En términos estadísticos, el país arrastra un fuerte déficit comercial: entre enero y agosto trepó a US$ 6.993 millones, contra 4.435 millones registrado en igual período de 2017.

Así las cosas, con la devaluación del peso es posible que se alteren las variables del sector turístico, puesto que ahora se estima que aumentarán los extranjeros que lleguen a conocer la Argentina en tanto que, ante el encarecimiento del dólar, disminuya la cantidad de argentinos que hagan turismo en el exterior. 

Por la misma razón existen mayores oportunidades para invertir el resultado de la balanza comercial. Los exportadores han ganado competitividad con el dólar más alto en tanto que los importadores la han perdido. En este marco, el Gobierno nacional ha decidido lanzar un plan para que la Argentina triplique sus exportaciones en menos de 15 años, un ambicioso objetivo que dependerá en buena medida del rol de las pequeñas y medianas empresas. Actualmente hay 9.600 empresas que operan en la Argentina y exportan sus productos y servicios a países que representan el 10% del Producto Bruto global, y el objetivo oficial es que sean 40.000 las compañías que vendan al 50% de la economía mundial.

¿Cómo espera el Gobierno que las exportaciones argentinas se tripliquen en once años? En este sentido, dio a conocer los detalles de su programa "Argentina Exporta" que incluye la firma de acuerdos internacionales para que todas las empresas y productos argentinos tengan mejores oportunidades en el exterior accediendo a nuevos mercados y pagando menores aranceles y aperturas sanitarias y fitosanitarias (ya se abrieron abrimos 157 mercados para más de 100 productos agroindustriales en los 5 continentes). 

Menor burocracia para facilitar las operaciones comerciales, un aumento del financiamiento, el relanzamiento del Sistema Nacional de Calidad y desarrollar y consolidar la cultura exportadora constituyen un kit de herramientas básicas para lograr un incremento de las exportaciones con el consiguiente ingreso de divisas genuinas al país.

Respecto a lo que se denomina cultura exportadoras, comprende el desarrollo de capacidades para que las empresas adquieran las habilidades, procesos e inteligencia comercial necesarios para abordar su desafío de inserción inteligente en el mundo. También implica una especie de consultoría caso por caso y programas especiales para ayudar a empresas desde hacer una primera exportación hasta abrir oficinas en un nuevo mercado. Y por último, conformar la Red Federal de Agencias de Promoción para llevar herramientas a cada provincia del país, y representaciones comerciales en nuestras embajadas para generar y acercar oportunidades de negocio.

El Gobierno nacional colocó varias fichas en el casillero del comercio exterior con enorme confianza en esta apuesta. De todos modos, queda casi todo por hacer. Teniendo en cuenta que en este país imprevisible muchos proyectos quedan en el nivel de los anuncios y/o lanzamientos, habrá que ver cómo prospera su implementación. 

El punto de partida no es demasiado alentador. Al déficit comercial actual se suma un planteo que se conoció en el inicio de esta semana: las consultas de emprendedores y potenciales exportadores de bienes generó que integrantes del ámbito de la diplomacia reclamen un "instructivo" a los superiores en la Cancillería debido a la superposición de secretarias. Al parecer, cuando emprendedores desean buscar información sus productos no tiene la respuesta apropiada. De acuerdo al pedido, el instructivo debería señalar el rol de la Secretaría de Relaciones Económicas (Ministerio de Relaciones Exteriores), de la Secretaría de Mercados Internacionales (Secretaría de Gobierno de Agroindustria) y de la Secretaría de Comercio Exterior (Ministerio de Producción y Trabajo). Y también las funciones de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Dependiente del Ministerio de Producción y Trabajo). Burocracia en su máxima expresión.

En la Cancillería argentina, rechazaron que hubiera un reclamo por parte del cuerpo diplomático sobre esta situación. Para los conocedores de la diplomacia, indican que el problema comenzó en tiempos del gobierno de Cristina Kirchner cuando decidió trasladar comercio exterior y crear una estructura paralela. Y el gobierno del Presidente Macri no lo subsanó. Incluso, la organización de la Cumbre del G20 que podría ser coordinados por el ministro Jorge Faurie, están en manos del ingeniero Hernán Lombardi debido a que la elegida por Mario Quintana para el puesto renunció. Está claro que hay mucho por hacer. 






 

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