Por REDACCION
Consecuencia del menor nivel de actividad y de la sucesión de trabas que fueron disponiéndose, en el pasado mes de agosto volvió a resentirse sensiblemente el comercio bilateral con Brasil, con quien no sólo se comparte el Mercosur sino que es además nuestro principal socio comercial. A tal punto que al achicarse la actividad económica en el vecino país, impactó muy fuerte en la nuestra, de manera especial teniendo una fuerte explicación el sector automotriz.
En ese octavo mes del año el comercio con Brasil experimentó un retroceso del 27% respecto al mismo mes de 2013, debido a una caída del 35,9% en las importaciones y de 15,8% en las exportaciones, lo cual además significó que el déficit comercial con Brasil experimentara una reducción del 84,1%.
Tales detalles estadísticos se conocieron a través de un informe divulgado por la consultora Abeced.com tomando como base datos publicados por el gobierno de Brasil, consignándose además que el intercambio bilateral asciende a 19.161 millones de dólares.
En lo que va del año, es decir los primeros 8 meses que explican las dos terceras partes del mismo, la actividad comercial entre ambos países cayó 22%, encontrando explicación en una baja del 24% en las compras y del 19% en las ventas, señalándose en el informe que "este comportamiento se ve influenciado por las restricciones a las importaciones vigentes en la Argentina, más una caída de su mercado interno, junto a una coyuntura recesiva en ese país".
Se destaca en el análisis del comercio bilateral que "en agosto, la caída en el flujo comercial continuó acentuándose y el intercambio bilateral pasa por su peor momento histórico".
Las compras argentinas a Brasil alcanzan los 9.822 millones de dólares, en tanto que las ventas que en estos 8 primeros meses del año se redujeron 19,2% ascienden a 9.339 millones de dólares, con lo cual el déficit es ahora de solamente 483 millones de la divisa estadounidense.
De acuerdo con el pronóstico y análisis de la consultora mencionada, es probable que el año concluya con un déficit cercano a los 700 millones de dólares. En tal sentido entonces se experimentó una recuperación considerando el mucho mayor déficit del año anterior, aunque a costa de una menor actividad productiva y económica.
Señales recaudatorias
La menor actividad económica también hace sentir su impacto en la recaudación tributaria, la cual viene aumentando a menor ritmo que la inflación. Veamos: en agosto pasado se recaudaron 99.648 millones de pesos, un 31,3% más que en igual mes de 2013, siendo no solamente uno de los registros más bajos del año sino también inferior a la inflación real, que según todas las entidades privadas se encuentra en el orden del 40% en forma interanual.
El mayor impacto fue causado por la desaceleración del comercio exterior -ver en la nota superior de esta sección lo sucedido con Brasil-, habiendo recaudado la AFIP un 3,4% menos por derechos de exportación, tanto por las menores ventas al exterior como por la menor liquidación de la cosecha. Aún cuando el resultado en este rubro no fue el previsto de acuerdo a las pautas presupuestarias, debido a la devaluación del peso entre enero y agosto se recaudó un 50,5% más que en igual lapso del año pasado.
Un dato elocuente es que por el IVA, una imposición clave dentro del conjunto total de la recaudación, el crecimiento fue de sólo 26,2%, con apenas un 0,7% más que en julio. Como este impuesto es clave para medir el consumo, siendo tal vez el más contundente de todos los demás índices, es que vemos entonces como el mercado interno va detrás de la inflación, con cuentas que son bien sencillas: 26% de expansión contra 40% de inflación, con lo cual tenemos entonces a la vista una considerable retracción del consumo, el cual fue desde siempre el motor del crecimiento económico.
En cambio, otro impuesto polémico como el de Ganancias, arrojó ingresos superiores en un 47,7%, favorecido por la falta de ajuste por inflación sumado a que se mantuvieron los mínimos y las escalas sin cambio para la cuarta categoría. Pero además por falta de actualización de la base imponible desde 2007 congelado en 305.000 pesos, los ingresos por Bienes Personales se mantienen sostenidos, con un alza de 38,5%.
Como vemos, la recaudación impositiva es un reflejo para ver la realidad.
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