Por REDACCION
¿Hasta cuándo el planeta soportará nuestro maltrato y aparente desinterés en su estado? Lo que se define como el cambio climático puede ser considerado como un principio de rebelión de la naturaleza que castiga a la humanidad por su descuido más allá de que el término sustentabilidad haya ganado terreno en los últimos años, aunque a veces suene hueca porque se incorpora porque es lo políticamente correcto y el marketing organizacional así lo imponga. Pero como aquel título del cuento de Onetti de los años 80, el calentamiento global que se observa en las últimas década va camino a recrear el infierno tan temido del que no se podrá regresar. Es como aquella persona que se ha portado mal en todo momento y ante todo semejante, no podrá aspirar al cielo de ninguna manera, su destino está sellado rumbo al averno.
Esta semana se difundió un informe preliminar elaborado por el Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre el Cambio Climático (IPCC) que vuelve a encender las alarmas sobre la actualidad y el futuro de la "casa común" como el Papa Francisco denominó al planeta Tierra. Los científicos hicieron un llamado a no superar un calentamiento del planeta mayor a 1,5ºC, un objetivo establecido en el Acuerdo de París sobre el clima. No respetar ese umbral podría tener progresivamente consecuencias graves, durante siglos, y a veces irreversibles, previenen los expertos lo que nos lleva a aquellas películas de ciencia ficción que se desarrollan en ambientes donde la vida se hace difícil, con escasez de alimentos, agua y otros recursos esenciales para cubrir las necesidades básicas. Y después del escenario de pandemia que vivimos ahora, que años atrás solo creíamos podían darse solo en el cine fantástico, se modifica la percepción de los riesgos que nos acechan. Es decir, hace poco tiempo desconfiábamos de la posibilidad de que un virus nos ponga de rodillas, y sucedió. ¿Estamos en condiciones de ser incrédulos sobre las amenazas que aumentan de tamaño en el horizonte sobre lo que nos puede pasar si es que no hacemos lo necesario para detener el cambio climático?
El informe del IPCC advierte sobre escasez de agua, éxodo, malnutrición, extinción de especie. La vida en la Tierra tal como la conocemos se verá ineluctablemente transformada por el cambio climático cuando los niños nacidos en 2021 tengan 30 años, incluso antes, previene el informe preliminar de los expertos sobre el clima de la ONU. Sea cual sea el ritmo de reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero, los impactos devastadores del calentamiento sobre la naturaleza y la humanidad que depende de ella se acelerarán, asegura el IPCC, y se volverán dolorosamente palpables mucho antes del 2050.
La vida en la Tierra puede reponerse de un cambio climático mayor evolucionando hacia nuevas especies y creando nuevos ecosistemas, apunta el resumen técnico de 137 páginas denominado “La humanidad no puede hacerlo” que fue publicado por la agencia AFP. El informe preliminar, redactado por cientos de científicos que pertenecen al IPCC, autoridad en la materia, oscila entre un tono apocalíptico y la esperanza que tienen los seres humanos para cambiar su destino a través de medidas inmediatas y drásticas.
El informe de evaluación completo de 4.000 páginas, mucho más alarmista que el anterior de 2014, tiene el objetivo de iluminar las decisiones políticas. Aunque sus principales conclusiones no cambien, sólo se publicará de manera oficial en febrero de 2022, después de su aprobación por consenso de los 195 Estados miembro. Sin embargo, demasiado tarde para las cruciales reuniones internacionales sobre el clima y la biodiversidad previstas para finales de 2021, resaltan algunos científicos.
Al firmar el Acuerdo de París en 2015, el mundo se comprometió a limitar el calentamiento a +2ºC respecto a la era pre-industrial, de ser posible +1,5ºC. No obstante, el IPCC considera que superar los 1,5ºC ya podría tener “progresivamente consecuencias graves, durante siglos, y a veces irreversibles”. Y según la Organización Meteorológica Mundial, la probabilidad de que ese umbral de 1,5ºC sobre un año se supere a partir de 2025 ya es del 40%.
El clima ya cambió. Mientras el aumento de las temperaturas promedio desde mediados del siglo XIX alcanza 1,1ºC, los efectos ya son graves y serán cada vez más violentos, incluso si se detienen las emisiones de CO2, se plantea.
A pesar de sus conclusiones alarmantes, el informe también tiene un matiz de esperanza. La humanidad todavía puede orientar su destino hacia un mejor futuro, tomando desde ahora medidas fuertes para detener el desbocamiento de la segunda mitad del siglo sugiere imperativamente. Se necesita, subraya, una transformación radical de los procesos y de los comportamientos en todos los niveles: individuos, comunidades, empresas, instituciones y gobierno. Y hace un llamado para redefinir nuestro modo de vida y de consumo.
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