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Editorial Martes 27 de Mayo de 2014

Carne: toca fondo

Este 2014 será el peor año de los últimos 50 en materia de exportaciones cárnicas, consecuencia de las erróneas políticas llevadas a cabo por el Gobierno.

REDACCION

Por REDACCION

El informe difundido la semana anterior sobre la performance que se está teniendo este año con la exportación de carne, es realmente lapidario por su perfil negativo, ya que este 2014 concluirá siendo el peor del último medio siglo. Este es el resultado de las fallidas políticas que se vinieron implementando en materia cárnica en la última década, con restricciones diversas que fueron reduciendo notoriamente las posibilidades exportadoras, al extremo de haber pasado nuestro país de ser uno de los tres mayores proveedores de carne del mundo a un pálido undécimo puesto, siendo postergado no sólo por las grandes potencias cárnicas sino también por todos los países vecinos de la región, como Uruguay y Paraguay, ni qué decir de Brasil. De acuerdo con la estimaciones de un trabajo realizado por Confederaciones Rurales Argentinas, cuando concluya este año no se habrán podido alcanzar las 150.000 toneladas de ventas al exterior, y además por séptimo año consecutivo se incumplirá la Cuota Hilton adjudicada a la Argentina, lo cual provocará al país una resignación de ingreso de divisas del orden de los 1.000 millones de dólares.

Pero además, las estimaciones de poder pretender un proceso de recuperación más o menos inmediato se desvanecen en vista del proceso inflacionario que impacta negativamente en la rentabilidad de la producción, como así también el sostén de medidas restrictivas que dificultan seriamente las ventas al exterior, tal como queda en clara evidencia con lo que está sucediendo desde hace varios años, prácticamente desde 2005 en adelante cuando el gobierno del entonces presidente Kirchner comenzó esta clase de intervenciones con el equivocado objetivo de "cuidar la mesa de los argentinos", la cual no se hizo otra cosa que desmantelarla.

El stock ganadero, que sufrió una muy fuerte disminución llegándose al punto de no criar los terneros por los elevados costos que significaba y además hacer una casi feroz liquidación de vientres, luego de insinuar una leve recuperación, volvió a ceder en estos últimos meses, siendo actualmente la faena de hembras de un muy alto 46,5%.

Un solo dato que se refiere en el informe de CRA es sumamente elocuente respecto a la situación, puntualizándose que en los últimos 4 años la inflación acumulada fue del 170% para afrontar los gastos de producción, en tanto que el precio de la hacienda aumentó el 45%.

Concretamente, y más que sobre estimaciones a futuro hablando sobre lo realmente ocurrido en el primer trimestre del año, tenemos que la caída fue de 21% en la comparación interanual, dato que surge de la evaluación realizada por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) en su último informe mensual, donde se relevaron estadísticas provistas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Toda esta situación, que impacta negativamente en las finanzas del país pero esencialmente repercuten en la gente, nos llevó a un brusco descenso en la nómina de exportadores del mundo, pasando del tercero al undécimo lugar, en tanto que de ser primero entre los cuatro socios del Mercosur hoy pasamos al último puesto

Tal como decimos, todo este desbarranque con la carne comenzó en 2005, cuando comenzaron las medidas, como por ejemplo la tasa de retenciones del 15%, además del cierre de mercados -los que costará muchísimo en el futuro recuperar, si es que se logra-, controles de precios, la imposición a los frigoríficos para que vendan una parte de su producción en el mercado interno a precios de quebranto, y finalmente, el mecanismo de obtención de permisos de exportación -los denominados ROE-, que por entonces eran autorizados caprichosamente por Guillermo Moreno. También el atraso cambiario fue una de las constantes durante todos esos años de contundente retroceso, que postergaron a la Argentina no sólo en el concierto mundial, sino también en el abastecimiento del mercado interno. Es decir, el fracaso fue absoluto, en todos los frentes.

De las 771.000 toneladas de 2005 sólo han transcurrido 9 años, pero los daños son inmensos, ya que este año y según lo anticipa CRA en su estudio, las ventas estarán por debajo de las 150.000 toneladas.  La comparación es elocuente.

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