Biocombustibles

Por Redacción

Con una producción de algo más de un millón de toneladas anuales de biodiesel, la provincia de Santa Fe es el cuarto productor a nivel mundial, un combustible que es elaborado en base al aceite de soja, manteniendo un sostenido crecimiento desde 2006 a la fecha, habiendo alcanzado tan importante posicionamiento, con la perspectiva real de nuevas inversiones que prometen incrementar mucho más el actual nivel, con el afianzamiento del sistema productivo, que en la actualidad cuenta con el 80% de las instalaciones existentes en el país.

Con la actual producción, se cubren las demandas internas como así también reforzar las exportaciones a Europa, donde existe un importante consumo de esta clase de energías limpias.

De acuerdo con un informe difundido por la Cámara Argentina de Energías Renovables, la Argentina está incluida en la nómina de países que elaboran más de un millón de toneladas de esta clase de combustible e integrando por lo tanto el denominado "club de millonarios", ubicándose como cuarto productor a nivel mundial y quinto entre los exportadores. Este ranking con las estadísticas de 2009 estaba encabezado por Alemania, con una producción de 2,5 millones de toneladas al año, mientras que segundo se ubicaba Francia con 2 millones, siendo uno de los mercados más eficientes en materia de biodiesel ya que su mercado es sólido y con uno de los índices de producción más altos del mundo, mientras que en el tercer lugar aparecía Estados Unidos con 1,7 millón de toneladas, era luego Brasil el ocupante del cuarto puesto con 1,4 millón y venía después nuestro país con el millón de toneladas, pero las posiciones se modificaron en 2010.

Un aspecto muy importante a considerar, es que la industria nacional de biocombustibles cuenta con una ventaja significativa sobre el resto debido al tamaño de sus plantas, que figuran entre las más grandes del mundo, siendo aquí el promedio de las mismas de 108.000 toneladas, muy por sobre las 89.000 toneladas en Europa y las 70.000 en Brasil.

Debido a la doble salida del biocombustible, que va tanto a la creciente demanda internacional como a la interna, es que se va consolidando el interés por esta clase de producción, con nuevas inversiones destinadas a la ampliación de la capacidad productiva, por lo cual las perspectivas son excelentes para el futuro inmediato, ya que de acuerdo con los anuncios confirmados se podrá incrementar la producción en 460.000 toneladas de biodiesel.

Una firma de los Estados Unidos, como el caso de Cargill, que figura entre los productores más importantes de etanol de maíz y biodiesel, construirá una nueva planta en nuestra provincia, cuya capacidad de producción estará en las 240.000 toneladas, la cual ya podría entrar en pleno funcionamiento en los últimos meses de este año.

Una determinación del Gobierno nacional en cuanto a la ampliación del corte obligatorio de biocombustibles en los gasoil tradicionales influyó decididamente para el afianzamiento de una red de industrias pequeñas y medianas. La producción de combustibles de origen vegetal en los de origen fósil ya alcanza al 7%, siendo el objetivo llegar al 10% durante el transcurso del presente año.

Según el estadio de la Cámara, esta disposición oficial "impulsa la actividad agroindustrial, generando valor agregado en las materias primas producidas en el territorio nacional y diversificando la matriz energética", lo cual sirve también para el objetivo de reducir la necesidad de importar gasoil, que además de ser un elemento contaminante, significa una importante ida de las divisas hacia el exterior. Pero además, eso significó un alivio para las aceiteras de soja, cuando por ejemplo el año anterior desde China fueron limitadas las compras, encontrando de tal manera las plantas productoras la ubicación de sus productos.

El horizonte que se les abre a los combustibles de origen vegetal, si bien muy grande por una diversidad de razones como las consecuencias no contaminantes, luego del accidente nuclear en Japón es mucho más grande todavía, ya que está imponiéndose un nuevo mapa energético en el mundo, donde el cuidado del medioambiente parece prevalecer sobre todos los demás factores. Es así entonces, que en consideración a esta situación, el futuro del biocombustible es inmejorable, aguardándole a la Argentina un posicionamiento trascendente, ya que en 2009 estaba en quinto lugar, en 2010 en el cuarto y muy posiblemente se llegue a avanzar un nuevo lugar este año o bien a comienzos del año entrante, habida cuenta de las nuevas plantas a instalarse en el país.