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Editorial Miércoles 2 de Mayo de 2012

Balanzas en danza

Las balanzas comercial y fiscal arrojaron superávit en el primer trimestre, aunque con ciertos retoques.

Redacción

Por Redacción

Las dos balanzas, tanto la comercial como la fiscal, registraron superávit en el mes de marzo. Un dato promisorio, aunque corresponden algunas ampliaciones más allá del resultado simple de los números, ya que en el caso de la balanza comercial se logró un importante saldo favorable, aunque en el mismo influyó decididamente la caída de las importaciones, mientras que el fiscal fue posible al considerarse sólo los resultados primarios, dejando al margen pagos por servicios de la deuda, permitiendo de tal manera evitar el rojo.

Así las cosas, tuvimos en marzo superávit comercial récord con 1.077 millones de dólares, más del doble que los 518 millones de marzo de 2011, aunque las exportaciones sólo aumentaron 2% en cuanto a su volumen para sumar 6.276 millones de dólares, siendo el porcentaje significativamente menor que el 12% de enero y el 11% de febrero, algo sobre lo cual debe centralizarse el enfoque, ya que las ventas al exterior vienen en franco descenso. Respecto a las importaciones, sumaron 5.199 millones, achicándose 8% con relación a marzo del año pasado, advirtiéndose aquí un fuerte impacto en cuanto a febrero, mes en el que sólo habían bajado un punto.

Con el trimestre completo, el área comercial dejó una ganancia acumulada de 2.969 millones de dólares, que está cerca del doble de los 1.569 millones de esa misma divisa de 2011.

Respecto a la reducción de compras en el exterior, los rubros de mayor afectación fueron bienes de capital, consistentes en aparatos de telefonía celular, notebook, vehículos para transporte de mercancías, juegos activados con monedas o fichas y compresores de gases.

Pasando a la balanza fiscal, otra de las patas en las cuales se sostiene el modelo, cerró el mes de marzo con un superávit de 848,6 millones de pesos, según el informe de la Secretaría de Hacienda. Un resultado que estuvo por debajo de los 1.298,1 millones de pesos de marzo de 2011.

Según estos números, el trimestre inicial del año cerró con una diferencia a favor de 2.168,5 millones, cifra que es menos de la mitad del superávit de 4.846 millones que se habían obtenido en igual lapso del año anterior.

Precisamente, y volviendo al párrafo del comienzo de esta nota, digamos que los números van adecuándose según las circunstancias, ya que en este caso se apeló a los resultados primarios, no incluyéndose en consecuencia los pagos por servicios de la deuda, con lo cual del superávit presentado en 848 millones se habría caído en un déficit de casi 2.400 millones. Una diferencia muy importante, que de tal modo queda al menos por ahora sin ser reflejada en las cuentas.

En tal sentido se recuerda que el cierre de 2011 concluyó con un estado deficitario de alrededor 30.000 millones de pesos, aunque también en ese entonces las cuentas mensuales se iban ajustando de modo tal de presentarlas con saldo favorable, recurriendo al uso de ciertos corrimientos contables.

Pero además, en el mes de marzo el Tesoro apeló al auxilio de las  cajas del Banco Central, de la ANSES y del PAMI por un total de 3.515 millones de pesos, tal como lo viene haciendo sistemáticamente todos los meses. Teniendo en cuenta esa situación, el contraste es notable, ya que el rojo de las cuentas de este primer trimestre estaría en el orden de los 5.118 millones.

Algo que no ha tenido corrección en las cuentas públicas, es procurar la contención del gasto, ya que el mismo viene creciendo sostenidamente desde hace varios meses, desde el tiempo preelectoral, lo cual hacía suponer que se iba a corregir ahora, ya que indefectiblemente el desequilibrio traerá problemas muy serios en el futuro inmediato. Ni hablar si se llegaran a interrumpir las fuentes de ingreso de recursos. Sin embargo el gasto público, que se interpreta como el gran motor del crecimiento de la economía al orientarse gran parte hacia el consumo, siguió creciendo. En marzo ascendió a 39.847 millones de pesos, explicándose en especial por el área de seguridad social, con dos aumentos anuales por la ley de movilidad jubilatoria -en los meses de marzo y septiembre-, además de la mayor cantidad de beneficiarios incorporados durante esta gestión.

De tal manera entonces, las cuentas fiscales no están tan sólidas como el año anterior y menos que aún que otros años, ya que el déficit va cubriéndose con corrimientos y auxilios de otras áreas que, en algún momento quedarán sin esa posibilidad de asistencia.

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