Por REDACCION
Desde el año pasado el mercado automotriz sufre una fuerte desaceleración después de un ya lejano 2013 en el que había batido récords de producción, patentamientos y exportaciones. Con la devaluación del 25 por ciento de enero del año pasado, los precios de los vehículos se dispararon en el país a la vez que la crisis de Brasil impactó negativamente en los envíos de autos hacia ese país. Las consecuencias directas fueron una fuerte caída tanto en la comercialización de unidades fronteras adentro como en lo que hace al comercio exterior.
Como si este cóctel no fuera suficiente, la venta de autos de lujo quedó en terapia intensiva tras el golpe que le dio el Gobierno con un impuesto del 35% y el cepo al dólar, lo que sumó más problemas a un sector que había actuado como locomotora de la economía argentina.
Desde la empresa Mercedes Benz advirtieron que este año comercializará diez veces menos de su potencial. Joaquim Meier, que desde noviembre de 2013 está al frente de la marca en la Argentina, lideró el lanzamiento de un nuevo
sedan en el país pero en ese contexto fue muy crítico hacia las políticas comerciales impuestas por el Estado nacional.
Con expectativas moderadas de venta, Meier puso a la venta la nueva generación del mediano de lujo Clase C, del cual sólo llegará a la Argentina en la versión tope de gama C250 Avantgarde Automático, en unos 135 mil dólares. El nuevo modelo se produce en cuatro plantas situadas en Bremen (Alemania), East London (Sudáfrica), Pekín (China) y, por primera vez en Tuscaloosa (Alabama, Estados Unidos).
El directivo de la marca alemana vaticinó que se venderán entre 200 y 300 unidades de la novedad, cuando en un año "normal" podrían ubicarse entre 2.000 y 3.000. El administrador de empresas alemán de 51 años, que trabaja en la corporación Daimler desde 1987, respondió las preguntas de la prensa con cara de asombro y decepción por las políticas que reprimen al mercado de alta gama. Y definió el desafío que enfrentará quien reemplace a Axel Kicillof el 10 de diciembre próximo: "No quisiera ser el próximo ministro de Economía", dijo, al sostener que ese cargo será como una "silla eléctrica".
De acuerdo a la visión del directivo, "si el país quiere crecer, debe alentar las inversiones y para ello es fundamental levantar el cepo cambiario. Si los inversores no pueden pagar a sus proveedores o licenciatarios, no van a querer invertir", afirmó. Meier sostuvo que la marca, al igual que otras automotrices de alta gama, enfrenta problemas para la importación por el faltante de dólares para pagar a las casas matrices por los coches que no se fabrican aquí.
Datos de la Asociación de Concesionarios (ACARA) evidencian el derrumbe de la marca alemana: en 2014 vendió 5.489 autos y livianos, 47,9 por ciento menos que los 10.536 del año anterior. La empresa venía en franca expansión, dado que sus ventas totales habían crecido 54,49 por ciento en 2013 respecto de 2012, pero la imposición del impuesto del 35% a los coches lujosos el 1 de enero de 2014 fue un verdadero mazazo.
A pesar de su crudo análisis sobre la política económica kirchnerista, Meier ratificó el plan de inversiones de la marca en el centro Industrial Juan Manuel Fangio en la localidad de Virrey del Pino, en La Matanza. "Para fin de año, principios del año que viene, estamos pensando en poner en marcha el tercer turno de la Vito, lo que significan 700 nuevos empleados", explicó Maier, tras una inversión de 170 millones de dólares de la marca en la Argentina.
El inminente cambio de gobierno también se transforma en una variable que las automotrices tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones de inversión.
En lo que va del 2015 tanto la producción como el patentamientos de autos nuevos mostró frenó su caída, lo que al menos es un dato alentador para las terminales y las concesionarias. Las ventas financiadas de autos
tuvieron en abril un aumento del 14,1% contra igual período del
año pasado, según las estadísticas difundidas por ACARA. De esta forma, la venta financiada experimentó una fuerte
recuperación luego de 16 meses de caídas consecutivas, a excepción
de marzo pasado que tuvo un incremento mínimo del 0,6%.
En lo que va del año, la participación de las ventas
financiadas dentro del mercado fue en aumento permanente, al
llegar en abril a 46,9% del total.
En enero, la participación en el mercado era del 39,6%, que
trepó al 43,9% en febrero, para pasar al 46% en marzo y de allí a
casi el 47% de abril. Según el informe, al contado se vendió el 54,6% de los
vehículos comercializados; el 43,6% se lo hizo a través de
prendas y el restante 1,8% a operaciones de leasing.
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