Por REDACCION
A pesar de que el aislamiento dispuesto por el Gobierno nacional desde el pasado viernes 20 de marzo es obligatorio, miles de argentinos se empeñan en no acatar la medida sin tener en cuenta que está en juego la salud pública. Incomprensible que personas de todas las clases sociales hayan desobedecido esta imposición, muy costosa en términos económicos para todo pero en especial para quienes pierden sus ingresos por completo a raíz de la inactividad, que busca reducir la velocidad de contagio del coronavirus.
No es tan complicado hacer los deberes que se solicitan para cuidar la salud de uno, de sus familias, amigos y la sociedad toda. Sin embargo, insistimos en hacer lo prohibido con un gran irresponsabilidad porque no se trata de una travesura que puede ser divertida sino que ponemos en riesgo los esfuerzos que implica la cuarentena, que no son solo físicos -no es nada cómodo estar días y días encerrados en nuestras casas- sino económicos.
Casi 1.400.000 personas fueron detenidas o notificadas en todo el país por las fuerzas federales tras violar la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno nacional para frenar el avance de la pandemia de coronavirus. En ese sentido, Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llevan detenidas desde el 20 de marzo pasado hasta las 14:00 de este martes 32.631 personas, mientras que 1.393.914 fueron notificadas.
Asimismo, fueron controlados 1.025.376 vehículos, de los cuales 2.619 fueron secuestrados.
La cifra entre detenidos y notificados supera ampliamente el millón y medio de personas si se contabilizan los procedimientos que llevaron a cabo la policía de cada provincia. En Santa Fe, la Policía provincial detuvo a 10.752 personas y se registraron 31.685 llamadas al 911 y al 0800 para denunciar la violación del aislamiento obligatorio. Además, se realizaron 4.925 controles en el transporte de pasajeros y 62.026 automóviles fueron supervisados, de los cuales 569 fueron incautados.
En cuanto a los detenidos por no acatar el aislamiento obligatorio en los pueblos y ciudades del departamento Castellanos, suman 628, de los cuales 350 son de Rafaela -en algunos casos, reincidentes y por tanto ahora se encuentran cumpliendo prisión domiciliaria-.
De acuerdo a datos divulgados por el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe, desde el 20 de marzo pasado se secuestran 606 vehículos de personas que no cumplían con el aislamiento y no podían justificar porque estaban fuera de sus hogares. De esa cantidad, 254 corresponden al departamento Rosario, otros 154 a La Capital y 66 a Castellanos.
¿Y qué sale a hacer la gente que decide romper el aislamiento? Llamativamente, esta semana 20 rosarinos fueron detenidos en el marco de un amplio operativo policial en la costanera donde habían llegado para... pescar. En ese mismo control se secuestran 18 bicicletas. Difícil de creer que estén dispuestos a arriesgarse a ser detenidos y que se les inicie una causa judicial solamente por tomar una bicicleta, la caña y acercarse a la costanera rosarina.
La agencia Télam se tomó la labor de evaluar cuáles fueron las causas o las excusas más curiosas que informaron muchos de los detenidos por no cumplir la cuarentena en distintos puntos del país. Señala que amantes furtivos, apostadores de caballos, pescadores rebeldes y amigos con ganas de jugar un partido de fútbol o comer un asado fueron algunos de los "desobedientes" sorprendidos por las fuerzas de seguridad en distintos puntos del país incumpliendo el aislamiento social.
Entre los casos, repasa el que ocurrió en la ciudad pampeana de General Acha, donde una mujer fue detenida por la policía a bordo de un auto sin el permiso para circular y, cuando se requisó el vehículo, fue encontrado un joven en el baúl con quien la conductora mantenía un romance. Ambos fueron trasladados a la comisaría de la zona, donde se ordenó el secuestro del coche, se inició una causa judicial a la mujer y el joven quedó detenido por reincidente.
En la ciudad santafesina de Reconquista, dos hombres fueron detenidos por realizar carreras de caballos en el barrio "La Cortada"; mientras que en Mendoza, una pareja terminó en la comisaría porque circulaba sin permiso y llevaba ocultos a sus dos hijos en el baúl del auto, después de asistir a un asado familiar. También en Mendoza, personal policial que patrullaba la Ruta 171 observó un vehículo estacionado entre unos árboles, en medio de la oscuridad, y pidió explicaciones a un sacerdote que salía del auto. En el mismo coche estaba una mujer de 39 años a la que, según explicó el religioso, le estaba dando asistencia espiritual, ya que tenía problemas familiares. Ambos fueron trasladados a la comisaría por infracción al artículo 205 del Código Penal, que contempla el delito de violación de medidas oficiales para impedir la introducción o propagación de epidemias.
En Chubut, las razones expuestas por las personas ante las detenciones fueron compendiadas por los efectivos policiales: "necesito cargar combustible" o "tengo que hacer deporte por prescripción médica y por eso ando en bicicleta".
Evidentemente falta responsabilidad social.
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