Por REDACCION
La lucha contra el hambre se ha convertido en una consigna prioritaria para la próxima gestión del Gobierno nacional según se desprende de las declaraciones y las acciones de quienes asumirán roles centrales a partir del 10 de diciembre, como el presidente electo y quien asumirá al frente del Ministerio de Desarrollo Social. La crisis de la economía argentina deja consecuencias muy duras en materia social, por lo que es necesario fortalecer las políticas para auxiliar a quienes más lo necesitan y que ni siquiera tienen garantizado un plato de comida al día.
En la última semana dos prestigiosas organizadores advirtieron sobre el crecimiento de la pobreza. Tanto Unicef, como el Observatorio dela Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), presentaron informes en los que exhiben una alarmante situación en las familias de bajos recursos.
Por el lado de Unicef, el reporte distribuido a nivel mundial señala que la Argentina no logra perforar el nivel de 30% de pobreza en niños y adolescentes, y en la actualidad la mitad está en esa condición. El trabajo sostiene que la principal deuda con la niñez está vinculada con la pobreza entendida como un problema estructural, que va más allá de la falta de ingresos. En los últimos 30 años en la Argentina no se pudo perforar el 30% de pobreza en la población de niños, niñas y adolescentes, sostiene a la vez que alerta que en la actualidad, la mitad de los chicos y chicas es pobre.
Para esta organización vinculada a la ONU, lo llamativo es que este deterioro social en la Argentina se produce a pesar de la gran cantidad de programas estatales dedicados a esa área clave. En este sentido, detalla que existen el Programa de Nutrición y Alimentación Nacional; la Ley de Protección Integral de las Niñas, los Niños y los Adolescentes; la Ley de Educación Sexual Integral; la Asignación Universal por Hijo; y el Plan Nacional de Primera Infancia. Si bien consideró que estas iniciativas implicaron grandes avances para garantizar los derechos y el bienestar de la niñez y la infancia, expresa que no alcanzaron a mitigar siquiera parcialmente el problema social.
La Convención sobre los Derechos del Niño aún no se ha aplicado plenamente y su contenido no se conoce ni se comprende en su integridad, dijo la institución de la ONU para la infancia a modo de conclusión. También planteó que a pesar de las mejoras substantivas en la mortalidad materno-infantil, cada año 2.500 niñas de menos de 15 años se convierten en niñas madres, evidenciando situaciones de abuso y violencia que, además, ponen en riesgo su salud.
Además, el 14% de los nacimientos son de madres de menos de 19 años y en el 70% de los casos son no son intencionales". Y advierte que se triplicó la mortalidad por suicidio entre adolescentes en las últimas décadas. La cobertura de educación secundaria aumentó, pero todavía hay cerca de 500.000 adolescentes fuera de la escuela, señala.
Unicef puntualizó que la violencia física o verbal hacia niños, niñas y adolescentes es otra problemática que continúa.
En siete de cada diez hogares todavía se utilizan métodos violentos en la crianza de los chicos, indicó. Los chicos también pueden sufrir violencia en la escuela, en las redes sociales y en instituciones deportivas, los ámbitos que debieran ser de protección y confianza, afecto y estímulo para el desarrollo integral, advierte.
Por su parte, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina estimó que la pobreza podría ubicarse a fin de año en torno al 38%, una cifra que representa un aumento de casi diez puntos con relación a diciembre de 2015. La entidad presentará el próximo 5 de diciembre un nuevo informe que reflejará el mapa de la pobreza durante el tercer trimestre de este 2019.
Ante la difícil situación que atraviesa una importante cantidad de argentinos, el futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, adelantó detalles del programa "Argentina contra el hambre", una de las primeras políticas que llevará a cabo Alberto Fernández como presidente. Al respecto, manifestó que el plan tendrá un seguimiento en tiempo real que será analizado a través de tres indicadores: inseguridad alimentaria severa (hambre), malnutrición y pobreza. Al mismo tiempo, anticipó que se distribuirán alrededor de dos millones de tarjetas alimentarias para las madres que tienen chicos menores de seis años, que sólo les permitirá comprar todo tipo de alimentos y bebidas, excepto bebidas alcohólicas, pero habrá 13 rubros de la canasta básica que tendrán descuentos especiales.
Un punto novedoso del programa se relaciona con la calidad de los alimentos contemplados en el programa. La reconocida chef Narda Lepes, quien en principio forma parte del programa, remarcó la necesidad de producir cambio de hábitos para atender la crisis alimentaria. En tiempos donde los niños parecen escapar al consumo de frutas y en especial de verduras, generar cambios de hábitos es todo un desafío pero que a juzgar el punto de partida, vale la pena el esfuerzo.
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