Por REDACCION
En los ámbitos de la salud se admite que si hay algo más veloz que un virus en fase de expansión, es la propagación del pánico, por lo que es clave la estrategia de comunicación que encargan los gobiernos y las organizaciones sanitarias cada vez que aparece una amenaza desconocida que inicialmente no parece tener cura. Todo se hace más complejo en tiempos de cibersociedad, redes sociales y una internet que, en estos casos, se asume con una incubadora de alarmas. Ahora todos observan con recelo lo que sucede en China con la declaración del nuevo coronavirus, que contagió a decenas y en principio ya probó ser mortal.
En este marco, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) emitió una alerta epidemiológica a sus países miembros en la que recomienda fortalecer las actividades de vigilancia para detectar cualquier evento inusual de salud respiratoria, ante la posible ocurrencia de eventos relacionados con el nuevo coronavirus reportado en China, Tailandia y Japón. En ese sentido, pide que los países garanticen que los trabajadores de la salud tengan acceso a información actualizada sobre esta enfermedad, que estén familiarizados con los principios y procedimientos para manejar las infecciones por esta nueva versión del virus y estén capacitados para consultar sobre el historial de viajes de un paciente para vincular esta información con datos clínicos.
Los coronavirus son una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se ha identificado previamente en humanos. Los coronavirus son zoonóticos, lo que significa que se transmiten entre animales y personas apunta la OPS/OMS en su reciente comunicación.
De acuerdo a la información de distintas agencias internacionales, un misterioso virus causó un tercer muerto desde su aparición en el centro de China y se propaga por las grandes ciudades del país, además de llegar ya a otros naciones de Asia, por medio del contagio entre humanos según confirmó este lunes un experto chino. Las autoridades que dieron cuenta de 218 casos en China, tres de ellos mortales.
Más de un mes después de su aparición en un mercado de la ciudad de Wuhan, en el centro del país, el virus ya reportó casos en otros tres países asiáticos: Japón, Corea del Sur y Tailandia.
La rápida propagación del virus inquieta a las autoridades chinas, en momentos en que millones de sus conciudadanos se aprestan a viajar para celebrar el Año Nuevo Lunar. Wuhan tiene 11 millones de habitantes y sirve como un importante centro de transporte, incluso durante el feriado anual del Año Nuevo Lunar que comenzará esta semana y durante el cual cientos de millones de chinos viajan para visitar a sus familiares.
El presidente chino, Xi Jinping, dijo este lunes que el nuevo virus debe ser "absolutamente detenido", en su primera declaración pública sobre la cuestión.
Hasta el momento no se ha confirmado ninguna transmisión de persona a persona, pero las autoridades han dicho previamente que esa posibilidad "no puede excluirse". En Wuhan, se han diagnosticado 198 casos. Este lunes, por primera vez, se dieron a conocer casos en otras partes de China: cinco en Pekín (norte) y 14 en Cantón (sur), enfrente de Hong Kong. También hay siete casos sospechosos en Shanghái y en cuatro provincia y regiones del este, sur y sudoeste del país.
Todo es confuso en este tramo inicial del nuevo coronavirus que inquieta a la Organización Mundial de la Salud. Se cree que un mercado de mariscos es el centro del brote en la ciudad de Wuhan, pero las autoridades de salud informaron que identificaron pacientes que no tenían antecedentes de contacto con ese centro comercial. Los científicos del Centro MRC para el Análisis Global de Enfermedades Infecciosas en el Imperial College de Londres advirtieron en un artículo publicado el viernes que el número de casos probablemente se acercaría a 1.700, muy por encima del número anunciado oficialmente.
Los países de la región aumentaron su vigilancia y han intensificado las medidas de detección, incluidos los rigurosos puntos de control de temperatura para los viajeros que llegan de China continental. Incluso Estados Unidos anunció el viernes que fiscalizará vuelos directos que lleguen desde Wuhan a los aeropuertos de San Francisco y al JFK de Nueva York.
Si bien es demasiado pronto para ser alarmista, comprender cómo propaga un nuevo virus es una parte crucial para evaluar hasta qué punto supone una amenaza. Un reciente informe comisionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial advierte en tono sombrío que "el espectro de una emergencia sanitaria mundial se vislumbra peligrosamente en el horizonte". El documento señala que el mundo se enfrenta a un creciente brote de enfermedades infecciosas: entre 2011 y 2018, la OMS registró 1.483 brotes epidémicos en 172 países.
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