Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Editorial Viernes 22 de Febrero de 2019

A media máquina

Leer mas ...

REDACCION

Por REDACCION

Sin lugar a dudas, la actual situación económica que estamos viviendo es una de las más duras de toda la historia de nuestra querida República. Y los datos estadísticos así lo indican.

La industria volvió a mostrar síntomas de atravesar una profunda recesión, ya que, según los datos oficiales de diciembre, el sector manufacturero sólo trabajó al 56,6% de la capacidad instalada, el nivel más bajo desde julio de 2002 cuando el país afrontaba la peor crisis de su historia.

Esto requiere que seamos más gráficos a la hora de tomar este dato. Quiere decir que de cada 100 máquinas que deberían estar funcionando, solo lo hacen 57. Las otras 43 están paradas. O, puesto de otra forma, todas las máquinas trabajan la mitad del tiempo. La economía argentina está, literalmente, trabajando a media máquina. 

De acuerdo con los datos del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en el sector fabril se ubicó en diciembre pasado en el 56,6%, lo que significó una baja del 7,4% respecto del registrado en el mismo mes de 2017 (64%).

En comparación con noviembre del año pasado, el retroceso es de 6,7 puntos, lo cual confirma la profundización del proceso recesivo.

Según la estadística oficial, en la caída se destacan el rubro textil y el automotriz, en parte por paradas técnicas propias de la industria, con niveles de ociosidad de más del 65%.

En el primero de los rubros mencionados vemos claramente como Rafaela se ve perjudicada: SOIVA y Limansky debieron llegar a un acuerdo para poder atravesar el verano, ante la baja en el consumo interno que no permite reactivar la producción. Sin embargo, marzo se acerca y todavía no hay vistas de un repunte que permita asegurar los puestos de trabajo.  

El indicador refleja directamente el proceso crítico que atraviesa la producción, que en diciembre verificó un derrumbe del 14,7% en la medición interanual y cerró 2018 con una baja acumulada del 5%.

Los bloques sectoriales que presentaron en diciembre niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al índice general fueron: refinación del petróleo (77,4%), industrias metálicas básicas (69,4%), papel y cartón (66,8%), sustancias y productos químicos (66,4%), productos minerales no metálicos (61,5%) y productos alimenticios y bebidas (58,9%). Vale destacar que tan solo el primero de los rubros mencionados no tiene empresas en nuestra ciudad. El resto, todas afectan a la economía local. 

Los bloques sectoriales que se ubicaron por debajo del nivel general de la industria fueron: productos del tabaco (56%), edición e impresión (48,9%), productos de caucho y plástico (47,2%), la industria metalmecánica excepto automotores (42,8%), productos textiles (32,3%) y la industria automotriz (25,6%).

El bloque de alimentos y bebidas registró un nivel de utilización de la capacidad instalada de 58,9%, en diciembre de 2018, inferior al de igual período de 2017 (61,2%).

El menor nivel de utilización del bloque se explica principalmente por la baja registrada en la elaboración de bebidas, a partir de la menor producción de aguas y sodas, bebidas gaseosas y cerveza.

El bloque de productos del tabaco muestra un nivel de utilización de la capacidad instalada de 56% en diciembre de 2018, menor al de igual mes de 2017 (61,8%), asociado a una merma en la elaboración de cigarrillos. Vale destacar que este punto es el único de todos en donde podría ser entendido como positivo, en el caso de que fuera producto de una serie de decisiones gubernamentales para proteger la salud de los argentinos. Pero, como no es así, solo resta suponer que, una vez recompuesto el poder de compra, se retomará el consumo a niveles históricos. Hay que agregar que tampoco se están produciendo campañas de concientización para sostener esta merma en el consumo. 

En diciembre, el rubro de productos textiles presenta un nivel de utilización de la capacidad instalada de 32,3%, inferior al registrado en el mismo mes de 2017 (55,7%).

La industria automotriz registra, en diciembre de 2018, un nivel de utilización de la capacidad instalada de 25,6%, inferior al de diciembre de 2017 (38,3%), como consecuencia de la disminución de la cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices a partir de la menor demanda local y de la realización de paradas técnicas en algunas plantas productivas. Esta situación también afecta a nuestra ciudad: recientemente publicábamos como un grupo económico que tiene concesionarias de autos (Escobar-Nation) debió echar a 4 rafaelinos de sus sucursales. La localidad más afectada fue Santa Fe, en donde hubo una cifra cercana a los 60 despidos. 

Lo que más preocupa de esta situación es que no solo no pareciera haber llegado a tocar fondo, sino que todo hace indicar que la recesión perdurará, al menos, hasta mitad de año. Pero no solo eso: tampoco hay un plan que permita suponer que esto se fuera a revertir en los próximos meses. Y a eso hay que sumarle que, a diferencia de lo que ocurriera en 2002, los precios internacionales de los commodities no parecen ayudar al país. 

Seguramente, será difícil poder seguir catalogando a los integrantes de este gobierno como "el mejor equipo de los últimos 50 años". 

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso