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Deportes Sábado 7 de Septiembre de 2024

Una máquina de hacer pases

Con una selección de pases de máxima calidad, el seleccionado argentino derrotó con categoría a Chile. Un equipo con sello de autor y los mejores salieris.

Agrandar imagen Tras vencer a Chile, Scaloni y los jugadores presentaron la flamante Copa América conquistada en Estados Unidos.
Tras vencer a Chile, Scaloni y los jugadores presentaron la flamante Copa América conquistada en Estados Unidos. Crédito: X@Argentina

Por Néstor Clivati

(Desde el estadio de River).- La Selección, no solo que junta pases, los fabrica y adecua según la cara del rival de turno y de sus propios intérpretes. Es un equipo de autor, que sin dudas y afortunadamente, comienza a escribir una nueva etapa sin dependencias de apellidos ilustres ni casta que se le parezca; hoy que tanto se pregonan los legados, el de Lionel Scaloni, es tan nítido como inédito y conlleva un secreto a voces: trabajo calificado por los vínculos (su equipo técnico) y un apego saludable a la austeridad pública. El jueves en el Monumental, después de un primer tiempo con un fútbol de bajas calorías, sus decisiones y la lucidez de sus jugadores, devolvió con creces, la avidez de aplausos que los hinchas llevaron generosamente. Scaloni sabe de geometría y también de estética de juego, por eso más allá del jubileo de Ángel Di María y la prolongada pausa de Leo Messi, la filosofía de campo, está intacta y con aristas de evolución permanente.

Esas concertaciones que tanto distinguen a La Scaloneta, un criterio que tiene la autoría intelectual en Pep Guardiola y Marcelo Bielsa, por citar sus cultores en la alta competencia desde hace casi 2 décadas, han encontrado en este ciclo albiceleste, salieris de profundas convicciones que no renuncian a ese apego de pasarse la pelota, una y otra vez (si es necesario hasta el cansancio) y sujetar al adversario de una forma ofensiva; el segundo tiempo de los Campeones del Mundo ante Chile, fue otra muestra de entrega generosa y de inteligencia emocional para reducir a un rival, tan pobre como digno, a la resignación, claro que así, los goles fluirían como una natural consecuencia de esas abrumadoras diferencias.

Son los primeros guiones de lo que, podríamos definir, como tercera temporada de una era tan exitosa en resultados y empatía con los aficionados, que ha derrumbado todo escepticismo y desalienta al espíritu crítico que el periodismo, debe mantener como un apotegma. Por eso, se trata de un acontecimiento de época que todavía parece tener cuerda para rato….

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