Por Martín Ferrero
Real Madrid volvió a demostrar su grandeza. En Riyad, demostró todo su poderío ante un debil Barcelona y lo goleó por 4-1 para quedarse con la Supercopa de España. Vinicius Junior (x3) y Rodrygoanotaron para el equipo de Ancelotti, mientras que Robert Lewandowski lo hizo para los de Cataluña.
El Blaugrana hizo lo que no debía desde la táctica. Dejó espacios y descuidó por completo algo que le costó muy caro: espacios donde pican constantente dos delanteros veloces y de enorme jerarquía, como lo son Vinicius y Rodrygo.
De esta forma los brasileños aprovecharon las desatenciones constantes de una defensa mal planteada y con dos acciones practicamente consecutivas se pusieron dos tantos arriba en el marcador en sólo tres minutos.
Como si esto no fuese suficiente, en el mismo primer tiempo y cinco minutos después de que los de Xavi lograran descontar gracias a la aparición de Lewandowski, Ronald Araujo cometió un penal al propio Vini, quien se encargó de ejecutarlo, ampliar la ventaja y marcar su hat-trick en menos de un tiempo.
La segunda parte pareció sobrarle a un encuentro que mostró un equipo armado ante un cuadro que parece estar constantemente en construcción. Tal es así, que en lugar de emparejarse, se estiró la goleada tras una buena definición de Rodrygo.
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