El neerlandés Max Verstappen utilizará en Bélgica su quinto motor de combustión del año, uno por encima del permitido,, por lo que deberá retroceder 10 puestos sobre su resultado de clasificación para ubicarse en la grilla de partida.
La elección del lugar no es casual: Spa-Francorchamps es uno de los trazados que visita el Mundial que más chances de sobrepaso entrega. Es más, casi se trata de un talismán para Red Bull penalizar en Bélgica.
En la carrera de 2022, el tricampeón mundial se fue para atrás por cambios en la unidad de potencia, largando 14º, para terminar ganando. El año pasado, Max debió cambiar la caja de cambios y su pole conseguida el sábado se convirtió en el sexto lugar en la parrilla de partida y desde ahí remontó hasta el triunfo.
Claro, en esta ocasión, con McLaren tan fuerte (viene del 1-2 en Hungría) y los Mercedes en su momento de mayor competitividad de los últimos tres años, recuperar esos 10 lugares no será una tarea sencilla para el abanderado del equipo Red Bull.
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