Por Néstor Clivati
En esta noche en Burdeos se van a encontrar franceses y argentinos para dirimir quién buscará la gloria Olímpica la próxima semana, en las semifinales de una disciplina tan apasionante y paradójica a la vez, que desecha a los indiferentes y concentra las rivalidades como ningún otro deporte en el planeta.
El fútbol se lleva por delante, muchas veces, los principios del olimpismo que habita en el espíritu amateur de los deportistas y hasta en cierta casta dirigencial, que presume de pertenecer a una elite milenaria. El Comité Olímpico admite al fútbol por su impacto popular innegable, pero lo deja en la periferia de su Villa y de sus emblemáticas disciplinas. Sin embargo, las repercusiones suelen aturdir esa burbuja tan bien cuidada por una tradición incomparable que los descendientes de Pierre de Coubertín siguen respetando.
Pruebas al canto, el partido entre Marruecos y Argentina en Saint Étienne, entró en la historia de los Juegos Olímpicos y no justamente por méritos deportivos: el mundo asistió a un bochorno, como consecuencia de la combinación burda entre decisiones arbitrales absurdas, actos violentos de algunos espectadores y un resultado que se confirmaría horas después, en medio del caos y el desconcierto. En definitiva, un escenario impropio del estatus de los Juegos y de las tradiciones más arraigadas.
Solo el fútbol podía contaminarlo y, una vez más, lo hizo.
Hay algo más que potencia esta efervescencia en algunos estadios anfitriones, aquello que pasó en Doha hace casi dos años conserva ecos que se siguen propagando fuertemente y que, por ejemplo esta noche, volverán a encontrar una caja de resonancia atrapante.
Argentina y Francia ofrecieron, en Lusail, una final de Copa del Mundo que quedará en los anales del deporte mundial y cuyo resultado, glorioso para los albicelestes y traumáticos para los galos, nos seguirá acompañado por siempre. Es innegable que ha brotado una rivalidad que promete quedarse para vestir cada instancia por venir en la disciplina que fuere, no obstante, los resultados en el fútbol serán los nuevos botines por conquistar.
Este impensado cruce entre los franceses y el equipo de Mascherano aviva esas pasiones y el morbo, en los umbrales de otro partido de eliminación y nada menos que en medio de esta fiesta de la que Francia es un distinguido huésped; eso sí, hay una realidad imperativa, de ninguna manera será una revancha... por aquello de "lo que pasó en Qatar, queda en Qatar".
EL BICAMPEON OLÍMPICO CON TODO DISPONIBLE
Para el partido hoy el entrenador no tiene suspendidos ni lesionados, por lo que cuenta con sus 18 jugadores a disposición. Lucas Beltrán no fue titular en la victoria sobre Ucrania 2 a 0 porque en el encuentro anterior contra Irak tuvo que salir a raíz de una dolencia en su espalda, pero sumó minutos frente a los europeos y demostró que está en óptimas condiciones. Además, los futbolistas que acarreaban una tarjeta amarilla como Ezequiel ‘Equi’ Fernández, Luciano Gondou, Joaquín García y Marco Di Césare no recibieron una segunda, por lo que no deben cumplir un juego de sanción.
El conjunto anfitrión dominó la zona A con victorias sobre Estados Unidos 3 a 0, Guinea 1 a 0 y Nueva Zelanda 3 a 0. Es, junto a Japón, el único combinado que ganó todos los partidos y no recibió ningún tanto. Dirigido por el mítico goleador Thierry Henry, el plantel no tiene a ninguna estrella del combinado mayor porque no fueron cedidas -estaban en carpeta, por ejemplo, Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Olivier Giroud- y su máximo referente es Alexandre Lacazette, delantero de Lyon con pasado en Arsenal.
De local ante su público, los galos quieren conquistar su segunda medalla dorada luego de la de Los Ángeles 1984 y son uno de los máximos favoritos al título.
Desde el comienzo de la cita olímpica los atletas y equipos argentinos fueron “hostigados” por el público francés a raíz de la gran rivalidad que existe desde la final del Mundial Qatar 2022 en el que la Selección dirigida por Lionel Scaloni ganó su tercera Copa del Mundo. Desde entonces, se sucedieron hechos que alimentaron el morbo y las diferencias, como los cánticos del combinado nacional tras obtener la Copa América 2024 -con Enzo Fernández pagando los platos rotos por su descuido en un vivo de Instagram -, entre otros. Ya en París 2024, aunque es inverosímil comparar una disciplina con otra, ambos países se cruzaron en los cuartos de final del torneo de Rugby seven con victoria de Les Bleus sobre Los Pumas 7s. Posteriormente, los anfitriones lograron la medalla dorada en la actividad y buscarán conseguir lo mismo en el fútbol.
Quien se imponga en el último duelo de los cuartos de final de París 2024 avanzará a semifinales y se medirán contra el vencedor de Egipto y Paraguay, el lunes 5 de agosto en el estadio de Marsella. A su vez, tendrá dos chances de medalla porque una derrota en esa instancia le permitirá, al menos, competir por el bronce. Del otro lado cuadro quedaron emparejados Marruecos vs. Estados Unidos y Japón vs. España. La definición será el 9 de agosto en el Parque de los Príncipes de París.
La Selección argentina Sub 23 busca su tercera presea dorada en la historia de la cita olímpica luego de las obtenidas en Atenas 2004 y Beijing 2008. Ambos planteles los conformó Mascherano, actual DT de un equipo que busca darle el tercer título al país.
Volverán a sonar los bellos himnos y las más nobles ambiciones deportivas de estas dos potencias, atenderán expectativas e historia, que no parezca poco...