“Muchos evalúan el cierre de sus tambos”




A la hora de analizar los pormenores de la compleja situación que atraviesa la lechería, Javier De la Peña (referente de la actividad en CONINAGRO) manifestó que los respectivos programas de “Dólar Soja” (en sus distintas versiones) y también maíz, sumado a la escasa ayuda que produjeron los Planes Impulso Tambero, “demuestran la falta de criterio y el desconocimiento que se tiene de un sector que es el mayor proveedor de trabajos rurales y el desarrollador de la zona que rodea a las cuencas Lecheras”.
Y agregó: “el primer factor que alteraron los Dólar Soja fue el costo de los alquileres, los tambos alquilan el 50% de la superficie que utilizan y compiten con la agricultura, por lo tanto esos alquileres están valuados en soja, esto significa aumento de costos. A la par de esto, aumentó también el valor de los alimentos balanceados y el de los sub-productos que podemos utilizar”.
Para poner en números la crisis que atraviesa el sector, De La Peña comentó que “en julio, estábamos produciendo con un costo de 121 $/lt y cobrando $107; o sea que perdíamos 14 $/lt de leche que hacíamos. Eso fue peor en agosto y está siendo peor en septiembre porque los costos siguen aumentando y cada vez son más altos”.
Al referirse a la situación financiera de los tambos, puntualizó que los apoyos crediticios “son insignificantes para la dimensión del problema, pero además resultan difíciles de conseguir puesto que obligan a trámites administrativos que requieren mucho tiempo y un desgaste que le quita tiempo de trabajo con las obligaciones diarias, un alto nivel de burocracia y de barreras que ralentiza todo”.
Y también apuntó a la “política de retenciones” y a un “dólar oficial que no favorece la salida de los excedentes”. Un dato: en pocos días comienza la primavera, la estación del año en la cual se produce más leche.
“La consecuencia de todo estos es que los tambos están vendiendo vacas útiles para poder financiar el déficit que se ha producido y muchos están evaluando el cierre de sus explotaciones con el consecuente daño social que ello supone, al quedar muchas familias sin el trabajo que origina la actividad”.

Redacción
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