Tecnología y agricultura de precisión mejoran la productividad del cereal

SUPLEMENTO RURAL 14 de septiembre de 2023 Por Redacción
En el marco del segundo encuentro del Congreso Internacional del Maíz, que se realizó en la ciudad de Paraná, dos paneles abordaron la tecnología aplicada al cultivo del maíz, así como la importancia de la agricultura de precisión en el sistema productivo.
18 - EXPERTOS

El Congreso Internacional de Maíz celebrado este martes y miércoles pasado, en Paraná, tuvo interesantes paneles de exposición sobre diversas temáticas técnicas e innovativas, respecto del cultivo más voluminoso del país.
En el panel titulado “¿Cuánta tecnología hay en un lote de maíz?” se abordó el trabajo conjunto de la actividad científica y tecnológica de la Argentina con el crecimiento exponencial del maíz en los últimos años y las exigencias de los productores actuales. De él participaron Matías Cardascia de Syngenta; Manuel Areco, de Bayer, y Horacio Eguren de AgroPro, junto al periodista Diego Peydro, quien actuó como moderador.
Matías Cardascia expresó que desde Syngenta tienen como objetivo ayudar a cada productor a producir más: “Eso es más generación de empleo y más oportunidades para todos en esta cadena de valor del maíz”. Y agregó que “Entre Ríos hoy es nuestro norte, consume y produce casi dos millones de toneladas de maíz”, destacó.
También agregó que: “hoy la ganancia genética del maíz duplica la de soja” y que “las inversiones en investigación y desarrollo en maíz son cinco veces más grandes que las inversiones en software”, al tiempo que destacó el trabajo conjunto con las áreas de ciencia y biotecnología”.
Por su parte, Manuel Areco expresó que: “Nuevamente tenemos una expectativa de más de 50 millones de toneladas y eso ubica al maíz como el cultivo número uno a nivel nacional”.
En tanto, Horario Eguren explicó que: “el productor es muy exigente en cuanto a la calidad del producto de los insumos y las tecnologías, y que el maíz abrió un cambio grandísimo”. Y agregó: “(La tecnología) se ha convertido en una herramienta fundamental, creo que por la versatilidad que tiene el cultivo, la estabilidad y el potencial nos ha permitido explorar otros terrenos que antes no hacíamos con maíz”, explicó.

DESAFÍOS PARA AUMENTAR LA PRODUCCIÓN
Paralelamente, se realizó el panel Agricultura de precisión: presente y futuro, integrado por Fernando Scaramuzza, del INTA; Pablo Carotti, de Precision Planting; Agustín Pagani, de Clarion y Gabriel Espósito, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), y moderado por el periodista Marcos López Arriazu.
Durante su transcurso, se abordó cómo se está transformando la agricultura de precisión y su influencia positiva en el incremento de la productividad, en la mejora de la rentabilidad, en el impulso del desarrollo sostenible de los territorios y en el uso eficiente de los recursos. También, se plantearon objetivos para la actividad agrícola como el mayor uso de las tecnologías, el cuidado ambiental y el compromiso social.
Fernando Scaramuzza contó que desde el INTA relevaron datos sobre el perfil del productor agropecuario, mostrando que su nivel de conectividad promedio es de medio a bajos. No obstante, destacó que “tenemos cada vez más hectáreas conectadas, que son más de 17 millones de hectáreas conectadas, con más de 11.500 máquinas que están relevando y enviando información a través de la de la telemetría”.
Por su parte, Agustín Pagani, docente universitario de la Facultad de Agronomía de la Universidad Buenos Aires (FAUBA) y de la Universidad de Mar del Planta (UNDMP), y director del laboratorio Clarion, se refirió al manejo del fósforo y su variabilidad en los lotes de producción.
En tanto, Pablo Carotti, ingeniero agrónomo y productor agropecuario del sur de la provincia de Santa Fe, explicó su labor en la empresa Precision Planting, y enfatizó en la necesidad de una buena siembra, en cómo potenciar el uso de los nutrientes, para aprovechar el potencial de los materiales genéticos, todos factores que hacen a un sistema agrícola confiable.
Las Buenas Prácticas Agrícolas
Durante la segunda jornada del Congreso Internacional de Maíz, se presentó un panel denominado Las Buenas Prácticas Agrícolas potencian al maíz y resguardan al productor, donde explicaron cómo la implementación de ese recurso optimiza rendimientos, producciones y de qué modo preserva el medio ambiente.
El panel estuvo integrado por Lucio Amavet, del Ministerio de Producción de Entre Ríos; Santiago Dellarossa, del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba; y Pablo Guelperín, coordinador de BPA de Entre Ríos, mientras que Marcos Blanda, del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, fue el moderador.
Guelperín invitó a los presentes a “repensar algunas características de la realidad que vive el planeta”, donde habitan unos ocho mil millones de personas, población que, para 2030, ascenderá a nueve mil millones. Por tal motivo, para entonces, se necesitaría dos veces el planeta Tierra para satisfacer las necesidades de alimento y fibras de la humanidad.

POLÍTICA DE ESTADO
En tanto, Santiago Dellarossa explicó que, en la provincia de Córdoba, muchos productores ya implementaban varias acciones vinculadas a las BPA y que, por eso, desde su equipo de trabajo debieron encontrar la veta motivacional. “Nosotros llegamos para incentivar y potenciar esas acciones. Las BPA pretenden achicar la brecha entre lo deseable y lo que está dentro del marco regulatorio”, indicó.
En la misma línea, remarcó que, en 2017, había 1.807 productores cumpliendo con acciones de BPA, mientras que al año siguiente ya se registraban 3.145. Incluso, según datos de 2022, la superficie abarcada por las BPA en Córdoba es de 2.761.000 ha.
En cuanto al programa de BPA que funciona en Córdoba, Dellarossa detalló que “un productor adherido al programa recibirá un certificado para conocer qué buenas prácticas aprobó y tendrá un cartel para mostrar que, del otro lado de la tranquera, hay un productor que cuida el suelo; además, tendrá un reconocimiento económico y un descuento en el impuesto inmobiliario”.
“El programa deja de ser del Gobierno y pasa a ser una política pública. Ya no se puede producir de cualquier manera, en desmedro del cuidado del medio ambiente ni de la sociedad”, concluyó.

Redacción

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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