Camelina: un nuevo cultivo para la intensificación agrícola

SUPLEMENTO RURAL 31 de agosto de 2023 Por Redacción
Parece ser muy prometedor y presenta una alternativa más para potenciar el proceso de intensificación agrícola orientado a promover la sostenibilidad de los sistemas. ¿Qué beneficios genera?
18 - NOVEDOSO

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ambiental son temas que hasta hace unos años no eran de interés general, pero que hoy en día marcan la agenda política y empresarial a nivel internacional.
En el Acuerdo de París, por ejemplo, se confirmó la meta colectiva de alcanzar cero emisiones netas de carbono para la aviación internacional en 2050. Dentro de este objetivo, se busca desarrollar biocombustibles a partir de la producción de cultivos. De aquí nace una enorme demanda de cultivos para producción de energía, que ha llegado también a la Argentina.
En ese marco, Sofía Stieglitz y Lucas Andreoni (de la Consultora Biored) indicaron que en los últimos tiempos un nuevo cultivo introducido en la Argentina ha ido cobrando protagonismo: la Camelina. Muchos productores han sembrado una fracción de la superficie de sus tierras con este cultivo, que parece ser muy prometedor.
La Camelina es un cultivo de la familia de las Crucíferas que se caracteriza por ser adaptable a distintos tipos de climas y calidades de suelo, tener un bajo requerimiento de insumos, y tener un ciclo de crecimiento corto. Los requerimientos de lluvia son entre 330 y 490 milímetros, siendo la mitad necesarios en el periodo vegetativo y la otra mitad en la etapa reproductiva. Sin embargo, es un cultivo tolerante a la sequía que puede prosperar y producir rendimientos razonables en condiciones de baja humedad. Las plántulas pueden sobrevivir a temperaturas de congelación de -2 °C.
En la Argentina tiene un gran potencial para ser producida en la región pampeana en el período invernal, en superficies donde suele hacerse un barbecho largo, ya que se siembra en junio/julio y cosecha en octubre/noviembre. Esto es ideal, ya que después de su cosecha hay suficiente tiempo para que precipitaciones primaverales rellenen el perfil de suelo antes de la siembra de los próximos cultivos.
La Camelina se siembra a poca profundidad (6-8 milímetros). La fertilización recomendada del cultivo está compuesta por una fertilización de base de fósforo y posteriormente un ajuste por nitrógeno. Se caracteriza por tener un buen stand de plantas y por tanto buena competencia contra malezas. Debido a la falta de herbicidas post-emergentes registrados, el control de malezas con pre-emergentes es especialmente importante. Hasta ahora la aplicación de Glifosato y Trifluralina ha demostrado buenos resultados.
La Camelina es susceptible al hongo Mildiu, lo cual potencialmente podría reducir los rendimientos. Si bien expertos de Camelina en el país aseguran que no hay mayores inconvenientes durante la cosecha, sí se debe tener en cuenta posibles atascos de la cosechadora, una compleja regulación del caudal de aire (debe ser bajo porque la semilla es muy chica) y por tanto un difícil resultado de limpieza de semillas. Rindes promedio a nivel mundial son de 1410 kg/ha y en Argentina hasta ahora se han experimentado rindes del orden de 1200 kg/ha.

DESAFÍOS
Un desafío de este cultivo es que debe certificarse para poder venderlo. Tramitar estas certificaciones es una tarea a la que muchas empresas no están acostumbradas, aunque es algo que de cara al futuro que probablemente haya que implementar cada vez más y para distintos cultivos.
Otro desafío es que, al ser un tema en auge, el mercado de la Camelina aún no está desarrollado, por lo que no tiene un precio de mercado. Hoy en día hay empresas que le pagan al productor un bono por sembrar y adquirir experiencia con el cultivo (independientemente de lo que se coseche), que es en general más rentable que hacer un período de barbecho largo.
Por la poca experiencia que hay en Argentina, es recomendable implementarlo en superficies pequeñas a modo de ensayo para ir aprendiendo a campo y a través de la experiencia sobre la viabilidad de producción de este cultivo en la zona donde uno se encuentre.

BENEFICIOS
_ Se aumenta la biodiversidad sobre y dentro del suelo.
_ Se mejora la calidad del suelo.
_ Existe mayor regulación de nutrientes.
_ Las malezas compiten con el cultivo, lo que se traduce en una menor y más débil emergencia de malezas.
_ Se mejora el control de plagas y hay mayor facilidad en el manejo de enfermedades.
_ Se aumenta la polinización. Por medio de más variedad de cultivos, se atraen más insectos polinizadores, generando más flores con distintos momentos de floración, lo cual aumenta los rindes de los cultivos.
_ Hay mayor resiliencia a inundaciones. Por una mejor estructura de suelos, el mismo puede infiltrar el agua con más velocidad, disminuyendo que el agua corra por la superficie.
_ Al mejorar distintas características del suelo, tanto físicas como químicas y biológicas, al igual que otros servicios del ecosistema como la polinización, los sistemas productivos mejoran de forma notable su performance económica, aunque esto no se vea reflejado en ingresos directos al productor ya que los servicios ecosistémicos no son, aún, remunerados.
_ Al generar puestos de trabajo, tanto de forma directa como indirecta, contribuye al desarrollo de economías regionales y locales, fortaleciendo el tejido social.

INTRODUCCIÓN RESPONSABLE
Los expertos resaltan que una introducción responsable de estos cultivos invernales (sobre todo si existe la intención de avanzar hacia la sostenibilidad de la producción agrícola), se debe dar en un marco de concientización hacia todos los actores del sector, para considerar a estos cultivos como una nueva alternativa y herramienta a implementar durante el período invernal, pero entendiendo que no deben ser la única alternativa de producción.
En caso de que esto último suceda, la inserción de estos cultivos no sería un propulsor hacia una nueva forma de producir, sino un cambio de cultivo dentro del mismo modelo. Insertar cultivos donde se suelen hacer barbechos largos durante el inverno presenta diversos beneficios como los mencionados anteriormente. A su vez hay algunos aspectos discutibles que se deben probar a modo de ensayo para poder entender la forma de manejo pertinente.

Redacción

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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