Ni un dólar

Suplemento Economía 04 de junio de 2023 Por REDACCION
Nuestro Banco Central no tiene más dólares en el tesoro. Todo se complica cada vez más.
20-Ni un dólar

El BCRA no tiene ni un dólar en su colchón, está rascando la olla en materias de reservas, por eso se le pide nuevamente al Fondo Monetario, y como este no da el brazo a torcer, el ministro estrella viaja a China a intentar con el BRICS, bloque conformado por las economías emergentes de Brasil, India, China y Sudáfrica, que juntas representan el 25% de la economía mundial y reúnen el 40 por ciento de los habitantes del globo. A nuestro país le interesaría formar parte de dicho bloque para comerciar con ellos en otras condiciones o bien recibir créditos.
El mayor interesado en que se le preste a Argentina es Brasil, ya que nuestro Banco Central, con motivo de no tener más dólares en sus arcas, entre otras medidas de urgencia, posterga los pagos de importaciones y muchos de esos acreedores son del principal socio del Mercosur, por lo que de otorgarse el préstamo llegaría a Argentina y, casi automáticamente, saldría para pagar las deudas de los importadores. Atención con esto último, se endeuda el país, es decir la totalidad de los ciudadanos y el destino es el pago de deudas de privados con privados del exterior.
No es que los privados tengan culpa en esta situación, toda la responsabilidad es de la conducción económica, que nos mantiene viviendo en esta falacia del intervencionismo en tantas variables como puede y por supuesto se le desmadra todo, ya que es imposible e inmoral controlar la totalidad de las variables. Los importadores, tanto de productos terminados, como de insumos o materias primas que utilizan para abastecer nuestras necesidades y para exportar y generar empleos y divisas para nuestro país, cuando adquieren sus productos deben hacerlo al dólar oficial, hoy valuados alrededor del 50% del valor de los dólares libres. Esta situación, junto con otras consecuencias del cepo cambiario, hace que poco a poco el BCRA vaya perdiendo sus reservas, y ahora como medida extrema, postergó los pagos al exterior de estas compras, con el consabido daño que les genera a las partes intervinientes. Esa diferencia, entre el dólar libre y el oficial, es la que se desea cubrir con nuevos préstamos, que deberán pagar la totalidad de los argentinos en el futuro, para solucionar una situación entre privados cuyo desbarajuste lo provocó quienes malconducen la economía nacional.
Así como la deuda que se contrae por intervenir caprichosamente en la economía la pagaremos entre todos, también la falta de crecimiento se paga con desempleo y baja de calidad y mal pago de los empleos sobrevivientes. Pero el otro actor afectado por esta intervención cambiaria que lleva varios años, son los exportadores, que no solo cuando venden sus productos le liquidan a un dólar al 50% de su valor, sino que además le aplican retenciones, llegando a percibir solo el 35% del valor que le correspondería. Este último porcentaje sale de aplicar al 50% del valor el 30% de retenciones.
Esta comprometida situación puede solucionarse permitiendo a las partes acordar los contratos como deseen, saliendo de la gravosa intervención del estado para todos los argentinos. Hoy nuestras normas no lo permiten, desde el punto de vista del sentido común, podría correrse el BCRA de esa función de caja compensadora entre exportadores e importadores, y permitir libremente la salida de dólares privados y también la entrada a las cuentas de los argentinos de los dólares de importación, esto sería el fin del cepo por añadidura y generaría inversiones, empleo, crecimiento y recaudación, además de dólares.
También podría dejarse libremente la opción para realizar los contratos en la moneda o bien que se desee, dólares, euros, bitcoins, soja, petróleo o litio. Esta sería una verdadera solución, contratos al valor real de los bienes, pagar y cobrar entre privados, saliendo el BCRA de un lugar donde solo complica a la economía.
La única opción similar a la anterior que actualmente tenemos para importar y pagar al exterior, es hacerlo vía mercado de capitales, comprando bonos, liquidándolos en el exterior y pagando desde ahí. Pero, para los contratos ya realizados, se convierte en un cambio de condiciones al contrato original y una alternativa más costosa para el pagador. Si sería factible para operaciones futuras, pero quien lo utilice, queda en diferentes condiciones de competencia frente a quien lo hace vía Banco Central.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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