Vendo un corazón

Suplemento Economía 14 de mayo de 2023 Por Guillermo Briggiler
Una eventual legalización del mercado de órganos humanos se instaló, desde hace un tiempo, en la agenda de la opinión pública a partir del planteo efectuado por uno de los principales presidenciables del espacio libertario. Veamos.
20-Vendo Corazón

Vendo un corazón, podría ser un hermoso título para una novela romántica, si esta no fuera una sección de economía, por lo que ya imaginan que vamos a discutir, entonces, si puede existir un mercado legal de órganos humanos. Hace algunos años, este sería un tema que no tendría discusión, sin embargo, hace un tiempo un candidato de un Partido Liberal de Argentina, de un extremo de los liberales que se autodenominan libertarios, puso en debate el mismo.
Debemos, primero, definir mercado. Un mercado económico es un sistema en el que se realizan intercambios de bienes y servicios entre compradores y vendedores. En este sistema, los compradores buscan adquirir bienes y servicios que satisfagan sus necesidades y deseos, mientras que los vendedores persiguen ganancias al vender sus productos. Si en un supuesto mercado los bienes a transar son órganos humanos, nos encontraremos con compradores que demanden estos para sí, para familiares u otras personas que necesiten el mismo para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida. Los demandantes serán los que posean poder económico para cambiar dinero por órganos, pero los oferentes serán los que, al no poseer riquezas para intercambiar, serán tentados para que vendan sus órganos o los de terceros (familiares, hijos, abuelos, etc.) para obtener ganancias en la transacción. No hay dudas que estamos frente a un mercado donde la necesidad prima por sobre la vida y el derecho a la vida es superior a otros derechos. Los órganos humanos son esenciales para la vida y, por lo tanto, no deben tratarse como una mercancía en un mercado.
La venta de órganos humanos viola los derechos humanos fundamentales, como la dignidad, la integridad y la libertad. Nos detendremos en el último, en que viola su libertad, ya que es el argumento esgrimido para discutir su legalización, el cuerpo es mío, tomo decisiones sobre él. Debemos decir que, si una persona, oprimida, sin recursos, con poca formación, se le presentara la oportunidad de mejorar su situación económica comerciando con su cuerpo y dañándolo, éste no estará en plena libertad para tomar la decisión de vender un órgano para mejorar su situación, ya que es esclavo de su estado de vulnerabilidad, máxime cuando el daño infringido en su propio cuerpo no puede ser revertido. En este punto, la discusión debe pasar porque la persona en cuestión mejore su situación económica obteniendo herramientas para ello y no comerciar con elementos, sus órganos, que no pueden ser mercancías. Además, la creación de un mercado legal para la venta de órganos humanos podría fomentar el tráfico ilegal de órganos, lo que a su vez puede aumentar la explotación y el abuso de las personas. En este punto, hay que admitir que es una problemática real y el cine retrató el asunto desde distintos enfoques. 
Los derechos fundamentales son el derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad, pero siempre primará el derecho a la vida frente a los otros dos. El derecho de propiedad es importante para el funcionamiento de una economía de mercado y para la protección de los intereses de los propietarios, pero no deben utilizarse para negar o limitar el derecho a la vida. En este caso, el derecho de propiedad de los órganos entra en conflicto con el derecho a la vida del propietario de los mismos.
Respecto al derecho a la libertad, frente al de vivir, podemos dar otro ejemplo que nos muestra que prima el derecho a la vida frente a la libertad, cuando una persona es considerada un peligro para la vida de terceros, y en algunos casos la propia, puede ser privada de la libertad a través de un proceso legal, donde para proteger la vida o la seguridad de los demás se determine que la persona vaya a prisión u otras medidas como la de no acercarse a otra persona y/o hablar con ella o de ella.
Volviendo al origen de nuestro tema de la columna de hoy, en lugar plantear la venta de órganos humanos, debemos mejorar el actual sistema de donación de órganos, ya que éste es voluntario, libre y altruista, salva vidas y mejora la salud de las personas.
Un dato para cerrar. En la web del Incucai ( Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), este viernes se podía ver que en la Argentina 7054 personas necesitan un trasplante para salvar su vida en este momento. En lo que va del año, la cantidad de trasplantes realizados este año asciende a 631 y la cifra de personas que donaron sus órganos suman 276. Un buen momento para aceptar ser donante.  

#BuenaSaludFinanciera
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@GuilleBriggiler

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