Fernández escapa del griterío en busca de su foto con Biden

Notas de Opinión 26 de marzo de 2023 Por REDACCION
Referentes del kirchnerismo tiñeron con barniz electoralista el acto de conmemoración del 24 de marzo y volvieron a cargar contra el jefe de Estado. Crece la expectativa en el albertismo por la reunión bilateral a Washington.
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FOTO NA PRESIDENTE. Alberto Fernández viajó el viernes rumbo a República Dominicana y después seguirá de viaje rumbo a Estados Unidos.


Por Emiliano Rodríguez

Se estuvo hablando bastante en estos días sobre el proceso de reestructuración por el que transita La Cámpora y las fricciones internas que esa metamorfosis, con recambio generacional incluido, desencadena en el seno de la agrupación ultra-kirchnerista en los albores de la campaña electoral 2023.
La organización que conduce Máximo Kirchner y que ahora tiene como secretaria general a la legisladora porteña Lucía Cámpora buscó, en ese contexto, ofrecer imágenes de unidad tanto en un acto en Lomas de Zamora en el que volvieron a coincidir el hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, como posteriormente a lo largo de las actividades realizadas este 24 de marzo.
Tras un reciente cortocircuito en público durante la primera entrega de los fascículos coleccionables del "operativo clamor" en Avellaneda, donde Máximo regañó en el escenario a Kicillof, ambos se mostraron juntos en el pago chico de Martín Insaurralde en la inauguración de un hospital. Allí también posó para las cámaras el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, otro lugarteniente de peso dentro de la "orga".
El ex presidente Néstor Kirchner, padre del líder camporista, solía proceder -salvando las distancias- de similar modo cuando sermoneaba en vivo y en directo a otros dirigentes peronistas hace un tiempo. Años más tarde, la propia Cristina, con su recordado discurso sobre los "funcionarios que no funcionan", fue por más y estableció incluso un punto de inflexión en las relaciones entre kirchneristas y albertistas dentro del Gobierno -que ella misma integra-.
Hoy el vínculo entre ambas tribus que conviven en el Frente de Todos (FdT) está definitivamente roto y La Cámpora, aparte de insistir con su ácida embestida contra la figura del presidente Alberto Fernández, también transita por una etapa de discusiones internas sobre estrategias electorales y candidaturas. Fue justamente en ese marco que algunos analistas comentaron sobre sus "fotos de unidad", como si las discordias o eventuales armonías dentro de esa organización se trataran de un acontecimiento político relevante en medio de la actual coyuntura doméstica.
Además, que Cristina deje hoy jugar y deliberar a Máximo y compañía no significa que no termine siendo ella la que resuelva finalmente qué rol desempeñará cada uno en las próximas elecciones puertas adentro en el kirchnerismo: "La que decide es ella", sostuvo una fuente camporista en diálogo con NA, con respecto al "operativo clamor" y los ruegos de la militancia para que este año sea candidata (a presidenta o, más probablemente, a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires).
En este sentido, La Cámpora tiñó con un barniz partidario y electoralista el acto central de conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia este viernes 24 de marzo, con proclamas en favor de la "jefa" del FdT y en contra de su presunta "proscripción" política, tras haber sido condenada por la Justicia por actos de corrupción. También referentes del núcleo duro K utilizaron la ocasión, con una Plaza de Mayo colmada por militantes, para fustigar -una vez más- a Fernández, a quien pretenden forzar a que se baje de la competencia electoral de 2023.
Las travesuras del camporismo, incluso en una fecha tristemente célebre en la historia argentina, al recordarse el golpe de Estado de 1976 y el comienzo de la dictadura militar más criminal y sangrienta del país, encontraron -sin embargo- al jefe de Estado a miles de kilómetros de distancia. Fernández escapó del griterío político doméstico y partió de Buenos Aires en una misión oficial que, según está previsto, incluirá la tan ansiada reunión bilateral con su par estadounidense, Joe Biden.

"NOS MOLESTA QUE SE PASEN DE VIVOS"
El encuentro con el mandatario norteamericano en Washington se producirá después de la participación de Fernández en la Cumbre Iberoamericana organizada en República Dominicana. Asimismo, se espera que en Estados Unidos se acople el ministro de Economía, Sergio Massa, a la delegación argentina, para bajar definitivamente la espuma en torno del más reciente alboroto dentro de la coalición oficialista.
Lo que ocurrió fue que en la misma semana en la que Massa quedó en el centro de la polémica por un ruidoso canje de bonos en dólares en poder de organismos estatales, su esposa, Malena Galmarini, salió a repeler públicamente lo que consideró como "operaciones" en contra del jefe del Palacio de Hacienda originadas en la Casa Rosada. Sin mencionar nombres propios, la titular de AySA apuntó sus dardos hacia el entorno albertista, después de una serie de cuestionamientos públicos y "off the record" hacia el líder del Frente Renovador por la espiral inflacionaria y la intervención de Edesur.
"Sergio (Massa) está dejando mucho, está poniendo el cuerpo y nos molesta que se pasen de vivos. Entonces lo que hicimos fue salir a manifestar nuestro descontento", dijo a esta agencia una fuente del entorno de Galmarini. "Salimos a marcar la cancha: salimos del modo gestión, que es nuestro ADN, la gestión, y nos pusimos un ratito en modo político", agregó.
"Nosotros nos subimos para que al Gobierno le vaya bien, pero quizá la gente de Alberto piensa que él podría crecer como candidato a Presidente si a Sergio no le empieza a ir bien. Es una especulación electoral de un determinado sector, pero realmente no somos Dinamarca para estar perdiendo el tiempo en estas cosas", sostuvo la misma fuente, que confirmó que Galmarini está decidida a competir por la Intendencia de Tigre en las próximas elecciones: buscará desbancar a Julio Zamora.
Las tensiones entre massistas y albertistas, que de este modo sumaron en las últimas horas un nuevo frente de conflicto, en paralelo con las fricciones que mantienen con el kirchnerismo, se desencadenaron en momentos en los que sectores del núcleo duro K dejaron trascender que verían con buenos ojos una eventual candidatura a jefe de Estado de Massa, tras su decisión de montarse en el "toro loco" de la economía nacional en un intento por amansarla: claro está, siempre y cuando Cristina desista finalmente de competir por la Presidencia.
Puertas adentro en el kirchnerismo también se discute sobre la posibilidad de que Kicillof se postule para la Casa Rosada este año, tomando en cuenta que es poco probable que la situación económica mejore lo suficiente como para robustecer las aspiraciones electorales del FdT. En ese caso, Insaurralde, actual jefe de Gabinete bonaerense, podría ser candidato a gobernador en la principal provincia del país.
Allí se espera que el oficialismo concentre el grueso de sus energías en la campaña proselitista de 2023, en busca de mantener el poder en ese distrito visto hoy como un eventual refugio K para los próximos cuatro años -al menos- en el caso de perder la Nación. El escenario actual es de paridad entre el FdT y Juntos, cuyo postulante que mejor mide es Diego Santilli.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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