KIEV, Ucrania, 23 (Reuters). - Rusia lanzó un enjambre de drones sobre Ucrania, matando al menos a cuatro personas en cercanías de Kiev en una demostración de fuerza mientras el presidente chino, Xi Jinping, salía desde Moscú con promesas de amistad pero poca mención pública de la guerra.
Las sirenas resonaron en la capital y partes del norte de Ucrania y el ejército afirmó que había derribado 16 de los 21 drones suicidas Shahed de fabricación iraní.
Dos bloques de viviendas y un centro educativo en la ciudad ribereña de Rzhyshchiv, al sur de la capital, quedaron parcialmente destruidos, informó el Servicio Estatal de Emergencias en la aplicación de mensajería Telegram.
Allí murieron cuatro personas y otras quedaron enterradas bajo los escombros: más de 100 trabajadores y 28 vehículos fueron desplegados al lugar, en tanto que la búsqueda de sobrevivientes continuaba.
"Más de 20 drones asesinos iraníes, además de misiles, numerosos incidentes de bombardeos, es solo una última noche de terror ruso contra Ucrania", escribió en Twitter el presidente Volodímir Zelenski.
En una aparente referencia a la visita del líder chino, agregó: "Cada vez que alguien trata de escuchar la palabra paz en Moscú, se da otra orden para tales ataques criminales".
Recibir a Xi Jinping esta semana fue el mayor gesto diplomático de Putin desde que lanzó la guerra hace poco más de un año y se convirtió en un paria en Occidente, apuntó la agencia de noticias Reuters.
Xi Jinping y Putin se definieron como queridos amigos, prometieron cooperación económica y describieron las relaciones de sus países como óptimas.
Los dos líderes "compartieron la opinión de que esta relación ha ido mucho más allá del alcance bilateral y ha adquirido una importancia crítica para el panorama global y el futuro de la humanidad".