Más de 4.300 muertos provocó un terremoto en Turquía y Siria

Internacionales 07 de febrero de 2023 Por REDACCION
Además, hay más de 19 mil heridos según estiman las autoridades. Teman que la cantidad de víctimas fatales siga en aumento a medida que avanza la remoción de escombros y la búsqueda de sobrevivientes.
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ADANA, Turquía - DAMASCO, Siria, 7 (Reuters). - Un devastador terremoto causó ayer la muerte de más de 4.300 personas en una franja de Turquía y el noroeste de Siria, mientras que el gélido clima invernal se sumaba a la difícil situación de las miles de personas que quedaron heridas o sin hogar y dificultaban los esfuerzos por encontrar supervivientes.
El sismo, de magnitud 7,8 y que se produjo en la oscuridad de una mañana de invierno, fue el peor que ha sacudido a Turquía y Siria en lo que va del siglo. También se sintió en Chipre y Líbano.
El terremoto derribó bloques de apartamentos enteros en ciudades turcas y sumaba más devastación a los millones de sirios desplazados por años de guerra.
Posteriormente, un segundo terremoto de magnitud 7,7 sacudió la región de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD).
El segundo sismo fue lo suficientemente grande como para derribar más edificios y, al igual que el primero, se sintió en toda la región, poniendo en peligro a los trabajadores de rescate que luchaban por sacar a las víctimas de entre los escombros.
El terremoto fue el de mayor intensidad registrado en todo el mundo por el Servicio Geológico de Estados Unidos desde un temblor en el remoto Atlántico Sur en agosto de 2021.
En Turquía, la cifra de muertos ascendía a 1.651, dijo el ministro de Salud, Fahrettin Koca Said, mientras que los heridos sumaban al menos 11.119. Sin embargo, informes posteriores estimaban que la cantidad de muertos se aproximaba a los 3.000. 
En Siria fallecieron al menos 1.300 personas, según cifras del gobierno y de los equipos de rescate en la región noroccidental controlada por los insurgentes.
Las deficientes conexiones a internet y las carreteras dañadas entre algunas de las ciudades más afectadas del sur de Turquía, donde viven millones de personas, dificultaban los esfuerzos para evaluar y hacer frente al impacto.
Las temperaturas en algunas zonas podrían descender hasta casi el punto de congelación durante la noche, lo que empeoraría las condiciones de las personas atrapadas bajo los escombros o sin hogar. Ayer, en tanto, empezó a llover tras las tormentas de nieve que azotaron el país el fin de semana.
Se trata ya del mayor número de víctimas mortales de un terremoto en Turquía desde 1999, cuando un temblor de magnitud similar devastó la densamente poblada región oriental del mar de Mármara, cerca de Estambul, causando más de 17.000 muertos.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, lo calificó de desastre histórico, pero afirmó que las autoridades estaban haciendo todo lo que podían.
"Todo el mundo se está esforzando al máximo, aunque la estación invernal, el frío y el hecho de que el terremoto se haya producido durante la noche dificultan las cosas", afirmó.
Imágenes en directo de la cadena estatal turca TRT mostraron el derrumbe de un edificio en la provincia meridional de Adana tras el segundo sismo. No estaba claro si el edificio había sido evacuado.
En la ciudad turca de Diyarbakir, periodistas de Reuters vieron a decenas de efectivos de rescate que buscaban supervivientes entre un montón de escombros, lo único que quedaba de un gran edificio.
De vez en cuando levantaban las manos y pedían silencio, en busca de señales de vida, mientras unos hombres sacaron a una niña envuelta en mantas de un edificio derrumbado de la ciudad.
Imágenes difundidas en Twitter mostraban dos edificios vecinos derrumbándose uno tras otro en la ciudad siria de Alepo, llenando la calle de polvo. 
En la ciudad siria de Jandaris, en la provincia de Alepo, controlada por los rebeldes, un montículo de hormigón, barras de acero y fardos de ropa ocupaba el lugar en el que antes se levantaba un edificio de varias plantas.
"Había 12 familias ahí debajo. No salió ni una. Ni una", dijo un rescatista totalmente conmocionado.
Raed al-Saleh, de los Cascos Blancos sirios, un servicio de rescate en territorio controlado por los rebeldes conocido por sacar a personas de las ruinas de edificios destruidos por ataques aéreos, dijo que estaban en "una carrera contrarreloj para salvar las vidas de los atrapados bajo los escombros".
La televisión estatal siria mostró imágenes de equipos de rescate buscando supervivientes bajo una intensa lluvia y aguanieve.
Pudo observarse que habitantes de Damasco y de las ciudades libanesas de Beirut y Trípoli salieron corriendo a la calle y se subieron a sus coches para alejarse de los edificios en caso de que se derrumbaran.
Imágenes de la cadena CNNTurk mostraron que el histórico castillo de Gaziantep había sufrido graves daños.
Erdogan dijo que 45 países se habían ofrecido a ayudar en las labores de búsqueda y rescate.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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