El comienzo de la segunda ronda del Abierto de Australia fue con una de cal y una de arena para los argentinos en el cuadro masculino, ya que se abrió con la eliminación de Tomás Etcheverry en el primer partido de una jornada que tuvo sobre el cierre el gran triunfo de Francisco Cerúndolo.
En la rama femenina, la rosarina Nadia Podoroska sufrió la contundencia de la exnúmero uno del mundo Victoria Azarenka y quedó eliminada.
El porteño Cerúndolo debió remontar frente al francés Correntin Moutet para avanzar por primera vez a la tercera de un Grand Slam.
El platense, en tanto, cayó ante el italiano Jannik Sinner y quedó eliminado del Abierto de Australia.
Cerúndolo (29 del ranking ATP) se impuso a Moutet (62) por 3/6, 6/4, 6/2 y 7/5 en tres horas y 11 minutos y en la tercera ronda se medirá contra Felix Auger-Aliassime, quien dio cuenta del eslovaco Alex Molcan.
En su primera vez en la segunda ronda de un Grand Slam, Escheverry, en tanto, perdió 6/3, 6/2 y 6/2 ante Sinner (16), luego de una hora y 46 minutos de juego.
Sinner llegó a cuartos de final en tres Grand Slams y ahora jugará ante Marton Fucsovics (Hungría), quien más tarde eliminó al sudafricano Lloyd Harris.
En la continuidad de una segunda ronda que tuvo como sorpresa la eliminación del español Rafael Nadal, la rosarina Nadia Podoroska cayó sin atenuantes ante la bielorrusa Victoria Azarenka. La exnúmero uno del mundo precisó de apenas 57 minutos para eliminar a la argentina y acceder a la tercera ronda. Se impuso 6/1, 6/0.

NADAL, ELIMINADO

El español Rafael Nadal fue eliminado ayer del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada y en el que defendía título, tras caer en tres sets (6-4, 6-4, 7-5) ante el estadounidense Mackenzie McDonald y después de jugar lesionado desde el final del segundo.
El balear, primer favorito, ha tenido que pedir atención médica en el tramo final del segundo parcial, cuando ya había perdido el primero e iba 5-3 abajo, y ha sido tratado a la altura de la cadera izquierda. Nadal se frenó al sufrir dolor y se quedó apoyado en la red cubriéndose el rostro con el brazo. Luego terminó el punto pero se retiró a los vestuarios mientras la TV enfocaba a su esposa llorando en la tribuna.
Luego, lastimado y disminuido, el tenista mallorquín solo completó el tramite de finalizar el encuentro. Con puntos rápidos, saques colocados y golpes decisivos, mantuvo parejo el marcador casi hasta final de set, hasta que McDonald consiguió un quiebre en el penúltimo juego y venció 7-5.
“No puedo decir que no estoy destrozado mentalmente en este momento, porque estaría mintiendo. Estoy cansado, estoy triste, estoy decepcionado, todo esto es una realidad. A partir de aquí, supongo que cuando las cosas avancen, se tomarán las decisiones adecuadas porque lo que quiero es seguir jugando al tenis”, dijo luego ante la prensa Nadal, visiblemente abatido.