Sensaciones y sentimientos

Sociales 29 de noviembre de 2022 Por REDACCION
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14 sensaciones

MUNDIALISTAS Y MUNDIALIZADOS

Por Hugo Borgna

Para escribir artículos como este se necesita algo más que predisposición, interés y un conocimiento, apenas básico, de la materia que algunos despectivamente dicen que es para los pies y desde allí no sube y que subsiste en los minutos que hay entre un partido y otro y en el brevísimo descanso de entretiempo; momentos ideales todos para desayunos, almuerzos y meriendas, jugando todas por recuperar ese espacio propio que extrañan con legítima nostalgia.
Fuera de lo que muestra la pantalla, y desde el lado de acá (cada lector imagínese el lugar donde mira televisión), crecen nuevas alianzas originadas en los nuevos intereses.
No hay que olvidar que en cada casa se desarrollan, hasta hacerse mayores de edad, sectores claramente identificados: los que pacientemente aguardaron cuatro años y los que tuvieron la misma expectativa pero que ahora desean que transcurran lo más rápidamente posible. Claro que también hay diferencias que aparecen a simple percepción.
Están los técnicos, esos que con cifras frías y comparaciones estadísticas elaboran tendencias generales basados en los comentarios que escuchan por radio y ven por televisión, y por eso consumen gran cantidad de información de todos los medios; necesitan saber si coinciden con el punto de vista que ellos han elaborado. A partir de esa base expresan su opinión, sabiendo que no será criticada. No es cuestión de quedarse sin algo para decir cuando los expertos parecen volar con su conocimiento y llenan el espacio de conceptos y datos nuevos. Es una cuestión de orgullo personal y verdadero amor propio que la visión personal haga sentir su peso.
Y están los que saben. No hace falta ningún detalle accesorio para que se los identifique. Con solo dos o tres palabras, dicen más que cualquier enciclopedia acerca de ese deporte.
A todo ésto van convirtiéndose en pasado los medidores de tiempo, esos almanaques que, cuando se mira las fechas que aún no llegaron, se las ve como sitios de absoluta felicidad y fortuna. Nada más que por estar en un esperanzado momento futuro.
Y la vida sigue pasando. Claro, si es lo único que sabe hacer en su imperturbable rutina.
Y la gente sigue poblando de vivencias y puntos de vista, que van y vienen, como en un parque temático donde hay depositados seres que muy pocas veces pueden advertir cómo se las ve desde el exterior.
Por supuesto que en ese conjunto vivo están los mundiales. De diversos deportes, pero condicionan mucho más los relacionados con el fútbol. No se nota tanto, pero entre un viaje y otro la vida va dejando estaciones permanentes, pocas veces visitadas, por cada campeonato mundial que se ha cerrado al día siguiente de su culminación.
En esos días de nervios en que fastidia tanto lo que pasa como lo que se quisiera que ocurra, los espacios de los medios copan el medio campo de la acción y no se habla casi nada más de cualquier otro tema. Que tampoco se detienen.
Es una cuestión de tiempo cronológico mezclado con el del ideal para lograr la perfección. Tan fugitiva como las oscuras golondrinas, pero siempre buscada.
Para aceptar como propias y deseables las que llegan especialmente en invierno y nos hacen brillar en espacios de tiempo de casi un lustro, deberíamos pactar con algún influyente (de esos que hacen maravillas estirando los feriados) y, mediante un Crono mayor regente de todo, nos permita contabilizar un año cada cuatro, y no como ahora de uno cada 365 amaneceres seguidos.
Queda prometido que no se pedirá alargue por algún sueño no cumplido.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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