La gran obra

Sr. Director:

El cielo se ofrece, y es tomado como escenario para que los actores de la vida den comienzo a la gran obra. El sol da señales de que amanece y va iluminando el alma de cada ser, compartiendo su más preciada virtud, la luz. Las aves,  orgullosas de su plumaje, salen del nido a lucirse, haciendo galas de su amor. Para no ser menos, las flores se van desperezando y se abren para mostrar su belleza y color.
Nosotros, nos incorporamos al nuevo día, subiéndonos al tren de los quehaceres, la rutina, el trabajo, las situaciones, los hobbies… todo, acompañado por una bella y dulce melodía de fondo, las voces y risas de los niños y niñas. ¿Interiorizamos lo que observamos, palpamos, sentimos?. ¿ Revisamos nuestro interior?. ¿Descubrimos nuestros valores y principios?. ¿Nos abrimos a los demás?. ¿Somos luz, alegres, bellos por dentro?. ¿Lo mostramos? ¿Contagiamos nuestra alegría y esperanzas?. ¿Somos como los niños y niñas?. ¿Somos capaces de dar “hasta que duela” como dice la Santa Madre Teresa de Calcuta, y más aún amor?.
Si somos todo esto, y mucho más, Dios nos invitará a participar de la obra, y al finalizar, seremos ovacionados de pie, y nuestras huellas perdurarán en el gran escenario de la vida.

Ana María Abuh Arias de Abeillé
Rafaela