Better Call Mingo

Suplemento Economía 25 de septiembre de 2022 Por Guillermo Briggiler
Por ahora se espera que la inflación siga picante. Difícil estabilizar en este contexto, donde sigue la faltante de dólares. Hay que apostar por los stocks.
20-Sergio Massa

Las regulaciones al mercado nos van llevando a nuevas intervenciones en el mismo, porque hecha la ley, hecho el camino para eludirla. El hombre está moldeado para la libertad y siempre su comportamiento tenderá hacia la misma. Cuando se intervino el mercado del dólar aparecieron diferentes formas de adquirirlo dentro de la ley, pero a medida que estas se van suspendiendo, además de atentar contra la libertad del ciudadano, se van potenciando mecanismos ilegales para adquirirlo. Por otra parte, las normas funcionan cuando persiguen el bien común, y en el caso de las últimas planteadas por el Gobierno nacional, no podemos asegurar que van tras ello. Hablamos de los tipos de cambios diferenciados para algunos exportadores, beneficios para algunos importadores, prohibición de exportar algunos productos, restricciones para importar otros, percepciones de impuestos a las ganancias, cupos para importadores, impuestos nuevos y prórroga de gravámenes anteriores que nacieron en emergencia y se mantienen por décadas, adelantamiento de derechos de exportación, anticipos de ganancias todavía no devengadas, ganancia presunta, ajustes por inflación y una gran ensalada de normas que hacen que quien desea invertir, trabajar, generar empleo, demandar pesos, ingresar divisas y tributar al fisco, termine no sabiendo si gana dinero o no, por lo que se frustra antes de tomar la decisión de invertir.
Tenemos también un ministro de Economía que tiene formación en normas, pero no en leyes económicas, sino en regulaciones y que está basando sus directivas en acuerdos políticos, que sirven para ganar elecciones pero difícilmente acomoden las preocupantes variables que muestran entre otras, las mediciones de pobreza. Para ejemplificar, en su equipo tiene en la secretaría de Comercio Interior a un economista, Matías Tombolini, es quien debería encargarse de los precios internos que no paran de subir mes a mes, y como principal camino de gestión a decidido conversar periódicamente con las cámaras empresariales. Solo él y Massa, pueden suponer que hablando se arreglará la suba de precios. Mientras charlan, la teoría económica establece que para controlar la inflación, debe anclarse la cantidad de moneda, o el tipo de cambio o la tasa de interés, y hacerlo de forma que la sociedad entienda que no se van a modificar, haciendo creíble el ancla. ¿Qué hace el Ministerio de Economía? Movió los tres, sube el tipo de cambio a una velocidad superior a lo que lo hacía el fallido Guzmán, subió nuevamente la tasa de interés, que está al 75% anual y que atenta contra las inversiones ya que es su costo de oportunidad. También aumenta la cantidad de moneda circulante con medidas expansivas, como el proveniente del tipo de cambio para exportadores de soja, que luego de desprenderse de la misma, comprarán insumos, si consiguen maquinarias y adelantarán gastos, ya que nadie se queda en pesos con una inflación de tres dígitos, y como corolario, le prohíben comprar dólares, ergo hay más pesos circulando. Esta misma medida, también aporta pesos al Tesoro, vía retenciones, que se destinan íntegramente al gasto público por lo que también aportan más pesos al mercado doméstico que se encuentra atestados de estos.
Esto alcanzaría para justificar que la inflación seguirá creciendo, pero para rematar, a partir de este mes al quitarse los subsidios a las tarifas de servicios públicos, el costo de vida reflejará estos aumentos.
Es tiempo de apostar a los stock, ya sean de mercaderías, materias primas, productos elaborados o insumos, ya que estos suben de valor por inflación y sus precios acompañarán al índice, mientras que los demás precios de los productos financieros, incluso nos animamos a incluir al dólar, subirán pero en menor medida que estos.
Es el momento de pensar en cambiar de planes, como en la popular serie, Better Call Saúl, secuela de la serie de culto, Breaking Bad, es el momento de llamar a un ortodoxo, que como en los 90, exterminó la inflación al menos por una década, volviendo esta, cuando se volvió a las medidas heterodoxas. Better Call Mingo o alguien con similares ideas.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

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