El 26 de junio de 1993, el boxeador rafaelino Néstor Hipólito Giovannini, para muchos Tito, se consagraba campeón del mundo de los pesos crucero para la Organización Mundial de Boxeo, en la alemana ciudad de Hamburgo.

Por entonces, derrotó por puntos a Marcus Bott, que en la condición de invicto defendía la corona, en una contienda pactada a 12 asaltos.

Se memora que Tito comenzó dominando el pleito, y que con el correr de los asaltos una inflamación en una mano hizo que fuera disminuyendo el accionar, pero salió a la superficie una importante cuota de coraje, que impresionó a los miles de aficionados presentes en el estadio.

Finalmente, el fallo fue de dos tarjetas de 114-113 a su favor, y la restante con similar puntuación para  Marcus Bott.

Y no fue un triunfo más para el rafaelino, dado que se constituyó en el primer representante del boxeo rafaelino en obtener un título mundial en el profesionalismo.

Posteriormente, en la revancha celebrada el 20 de noviembre de 1993, Giovannini volvió a vencer por puntos a Bott, esta vez en fallo unánime de los jueces, en un combate donde por momentos vapuleó a su rival.