En Rafaela, como en Italia, la libertad será un cuento

Notas de Opinión 18 de abril de 2022 Por REDACCION
La irrupción del partido de Milei o del mismo PRO no dejan dudas que buena parte de la ciudad es una derecha tan extrema como la del Norte de Italia.

Por Dr. Enrique J. Marchiaro

A los rafaelinos nos encanta compararnos con el Piemonte: somos trabajadores, emprendedores, austeros, prácticos. Virtudes que tienen otros pueblos, entre otros los nuevos migrantes de la Rafaela actual, los bolivianos. Claro que no todo reconocen esta semejanza.
Hacemos lo mismo que “La Liga Norte” en el Piemonte: cuando la globalización aprieta cerramos las tranqueras y no dejamos lugar para los excluidos, haciendo lo que jamás quisiéramos que se haya hecho con nuestros nonos.
El Norte de Italia fue el mayor sostén político de Berlusconi, esa verdadera mancha moral en el rostro de Italia que, si viviera Dante Alighieri, es fácil imaginar qué lugar le habría dado en su Comedia.
Berlusconi fundó “El Pueblo de la Libertad” pero hubo otra formación también de extrema derecha en el Piemonte: “La Liga Norte” que hoy tiene precisamente como exponente a Matteo Salvini, un tipo siniestro como Milei.
He visto con mis ojos en Alba y en Torino años atrás dos carteles: uno de la Liga Norte con antorchas llamando a la libertad. Y otro de Salvini cuando no integraba la Liga y entonces lo veían como un “parásito”: el afiche era un insecto con su cabeza, es decir, pura antipolítica.
La antipolítica ha mostrado en Italia y en el mundo lo que es: un movimiento social, que parte de un genuino hartazgo de gran parte del pueblo, pero que ofrece como remedio el mismo mal que nos trajo aquí: el neoliberalismo.
Hasta hoy casi toda la anti política fue captada por lo más rancio de la derecha, prueba de ello son los casos de Trump, Bolsonaro o Vox en España. Claro que ninguno de ellos se reconoce como parte del neoliberalismo, aunque lo son. Como Milei o Bullrich, niegan la existencia del neoliberalismo, como los terraplanistas niegan que la tierra sea redonda.
Hace pocos días un comentario de un vecino en el Opifón decía: “El concejal Mársico no debe ir en alianza con el PRO porque el PDP es de centro, no de derecha.” Claro, si uno piensa en el PDP de Lisandro de la Torre sería así, y tan a la derecha estamos en el mundo que si ese gran santafesino y argentino viviera sería identificado como un hombre de izquierda, como pasó con otro gran hombre del PDP, el Ex Fiscal Molinas.
Porque lo que define a un dirigente como de derecha o izquierda no es lo que dice sino lo que hace, aclarando que esta distinción tiene muchos grises, pero sigue siendo válida en el mundo y en el país.
Precisamente fue un gran turinés quién lo explicó. Norberto Bobbio en su monumental obra tiene un librito que se llama “Derecha e Izquierda”. Allí describe esta categoría a lo largo de doscientos años y ve como la misma sigue en pie, pues la diferencia entre derecha e izquierda es la siguiente: En la sociedad el gran dato es la desigualdad de origen, sobre todo luego de cuarenta años de neoliberalismo, el que profundizó la concentración de la riqueza y la expansión de la pobreza.
Ante la desigualdad de cuna quién es de derecha dice que no se debe hacer nada pues las personas deben superarse y, meritocracia mediante, superar la pobreza. En cambio, quién es de izquierda se propone como deber moral y político la remoción de la desigualdad de base, de tal modo que todos podamos vivir con un mínimo de dignidad, pues el mercado jamás resolverá esta situación.
La situación en nuestra querida ciudad es como la de otras del país y el mundo: las condiciones para un capitalismo próspero han desaparecido, el único capitalismo real es el del neoliberalismo.
Proponer como solución a los grandes problemas de la ciudad y el país “la libertad” es nada más que un mal cuento, el que ya vivimos varias veces, pero no las nuevas generaciones, por ello muchos creen que con meritocracia y bitcoin tendremos un futuro.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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