¿Por qué la hacienda y la carne sufren ajustes en su valor?

SUPLEMENTO RURAL 18 de noviembre de 2021 Por REDACCION
Varios factores se conjugan para que se estén produciendo incrementos de precios en el eslabón primario de la cadena cárnica bovina. Dichas “correcciones” son totalmente esperables de cara al mes de mayor consumo como diciembre. ¿Cuál es el eslabón productivo más atrasado?
GANADERIA. La hacienda subirá menos que los costos de producción. FOTO ARCHIVO

Los precios de la hacienda de consumo empiezan a reflejar la escasez de hacienda. Esa es la conclusión a la que arribaron esta semana desde el Mercado Ganadero ROSGAN, teniendo en cuenta que en los últimos días las categorías de consumo, tanto machos como hembras, han comenzado a marcar importantes correcciones en un escenario de mayor firmeza de precios que se podría sostener en los próximos meses.
“Cuando todo parecía estar quieto, supeditado al resultado electoral del domingo, los compradores comenzaron a anticiparse tomando posición en un escenario preanunciado”, indicó el Director Ejecutivo del Mercado Ganadero, Raúl Milano. El viernes pasado los valores negociados en Liniers marcaron máximos de $241 para los novillitos livianos y de $235 para vaquillonas, mientras que el promedio de valores para estos renglones se ubicó en $220 y $224 para hembras y machos, respectivamente, lo que representa una mejora de $15 respecto de los promedios registrados una semana atrás.
Si bien el salto semanal resulta significativo, los expertos indican que este primer movimiento de precios “no es más que una recuperación parcial de los precios registrados en abril”, previo a la intervención de los mercados. “Con una inflación acumulada en los últimos seis meses (mayo-octubre) del 19%, el valor del novillito liviano (sin los desequilibrios suscitados por la intervención del Gobierno) debería estar marcando máximos por sobre los $250 el kilo, 15% más de los $215 que efectivamente conseguía a fin de octubre”, admitieron.
La hacienda gorda tiene la particularidad de generar actualizaciones de precio de manera escalonada. Siendo un producto que, de algún modo, se encuentra contenido en un eslabón intermedio y fuertemente condicionado por el pulso que marca el consumo, suele presentar períodos de retraso en sus valores, seguidos por saltos o escalones de ajuste significativos que, muchas veces, exceden en una primera fase la corrección requerida pero que rápidamente vuelve a quedar retrasados respecto de otros bienes. Similar patrón de correcciones suele mostrar el precio de la carne.
“En ambos casos existen estacionalmente dos momentos muy marcados donde el escalón de ajuste resulta más pronunciado, uno en los meses de febrero-marzo-abril y el segundo, hacia fin de año, iniciándose a partir de mediados de octubre o noviembre -dependiendo del año- para acelerarse luego durante el mes de diciembre”, explicó Milano.
EL ENGORDE, EL GRAN PERDEDOR
Esta primera corrección que empieza dándose en los valores de la hacienda en pie, se da en un contexto de fuerte presión del eslabón de engorde que viene perdiendo en los últimos meses a razón de $2.000 a $5.000 promedio por animal engordado.
Según datos recientes publicados por la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) a valores de compra de la invernada en torno a los $250 el kilo (180kg), el punto de equilibrio del feedlot, es decir el precio del gordo que requeriría para pagar todos los costos tanto de compra del ternero como de alimentación, sanidad, estructura, comercialización y financieros se ubica en $243 para un novillito liviano de 320 kg.
Si bien los valores negociados recientemente comienzan a acercarse a estos niveles, desde ROSGAN consideraron que “no es más que un precio de equilibrio, donde no se registran pérdidas, pero tampoco ganancias”.
Por otra parte, el valor de compra de la invernada con la que la CAF calcula este precio de equilibrio del gordo, en muchos casos es ampliamente superado, en especial por aquellos compradores cuyo objetivo primario es evitar la pesificación de sus ingresos y llegan a pagar por la reposición de ese ternero desde $280 a más de $300 el kilo. Según comentaron, “en estos casos donde el valor de compra guarda un componente adicional como es el riesgo de devaluación, el precio de equilibrio del gordo exige entre $260 y $275, sólo para evitar pérdidas bajo un planteo tradicional”.
Así, este primer ajuste está tan sólo a un tercio del ajuste total que necesitaría el feedlot para comenzar revertir sus números. El gran interrogante pasa por saber si ¿podrá el consumo acompañar esta suba? En ese sentido, Milano remarcó que el precio de la carne, aunque menos retrasado que el gordo, también viene perdiendo contra inflación a una tasa que en octubre volvió a dispararse al 3,5% y que, dado el contexto, no existen muchas perspectivas de baja hacia los próximos meses”.
Raúl Milano resaltó además: “lejos de una recomposición salarial genuina, en este tiempo preelectoral, se ha estado volcando mucho dinero al bolsillo de la gente que no tiene otra salida que el consumo inmediato. Por tanto, esto seguramente tendrá un efecto significativo, en cuanto al poder de respuesta del consumidor ante el inminente traslado a los mostradores de estos últimos movimientos de precio en la hacienda en pie”.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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