Rafaela, y una foto desde los 12.000 metros

ESPECIAL 30 de octubre de 2021 Por REDACCION
Siempre puede haber una nueva forma de ver a Rafaela. Desde el cielo, días atrás descubrimos la postal que el piloto de Aerolíneas, el rafaelino Leo Rosso, obtuvo cuando volaba un Boeing que había partido de Bogotá rumbo a Buenos Aires.
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FOTO LEO ROSSO CIUDAD LUZ, MÍNIMA. Rafaela, vista a la nochecita desde 12 kilómetros de alto, con Bella Italia y el avión.

Tomamos prestada una breve definición en lo que hace a la diferencia entre ver y mirar. Que dice así: "El verbo ver, de conformidad con la definición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), significa, en su primera acepción, 'percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz'. ... Mirar, por lo contrario, en el DRAE, aparece explicado con las siguientes palabras: 'fijar la vista en un objeto, aplicando juntamente la atención'."
Entonces, ¿vemos o miramos la ciudad y sus calles, sus edificios, sus plazas y parques? Cuando transitamos a bordo de un auto y quizás también arriba de una moto nuestros sentidos deben concentrarse mayormente en la dinámica de la calle, en la conducción atenta y responsable llegando a una esquina, en el freno, en la luz de giro, en la caja de cambios,  en el peatón, en la derecha y su prioridad de paso. Y si a veces tenemos compañía en el auto pueden ayudarnos a entender los cambios de la ciudad, entendida esta como un organismo que si bien no respira, está vivo. "Mirá esa casa nueva. Acá van a construir... Mirá que lindo quedó esa casa con las reformas. ¿Qué irán a hacer en ese terreno que cercaron y demolieron la casa vieja?" son los comentarios típicos de ocasión cuando nos despabilamos para prestar algo de atención al lugar que nos cobija, Rafaela.
Conducir, más aún cuando es siempre por el mismo recorrido, nos adormece, nos coloca en un estado en el que no nos damos cuenta de la forma en que cambian las cosas, en especial la arquitectura. Estamos en un modo similar como cuando no advertimos que las personas que comparten nuestra casa se han realizado un cambio de look. "¿Te gusta cómo me corté el pelo?" es la pregunta que nos despierta y a la vez nos deja en un estado de culpabilidad por no haber percibido el nuevo peinado. 
Pero cuando bicicleteamos ya es distinto, porque la menor velocidad a la que avanzamos nos da tiempo para enfocar la vista con otra perspectiva. Empezamos a mirar. La casa, la plaza, los autos que nos sorprenden. Y a la gente también. A sus caras. Nos preguntamos en qué estarán pensando... o qué tendrán en la pantalla de su celular que les atrapa la atención. La curiosidad es parte de nosotros, lo que sucede es que a veces no ejercemos con Rafaela, nuestro hogar. 
Y si salimos a caminar para oxigenar nuestro cuerpo y nuestra mente, potenciamos nuestro "mirar". A veces nos sorprendemos con detalles de edificios que siempre estuvieron pero nunca advertimos. En esos casos cerramos los ojos, quizás sonreímos para asimilar lo que consideramos un papelón personal que nos avergüenza... ¿cómo es posible que nunca hayamos visto eso que siempre estuvo por donde siempre pasamos? Pasa en las mejores familias. O como decía el ilusionista, nuestra atención puede fallar, y se le escapan cosas. 
Otra forma de mirar la ciudad es hacia atrás, con sentido histórico. El Museo de la Fotografía de Rafaela nos facilita zambullirnos en los pliegues del pasado. La Colección de Ugo Lencioni nos regala un viaje nostálgico sobre etapas de esto que era pampa salvaje primero, luego colonia, pueblo y ciudad. 
También tenemos postales desde el aire. En los vuelos de aviones que viven en el Aeródromo se obtienen fotos sobre la ciudad y las verdes praderas que las rodean que no son usuales. Por eso a veces jugamos en descubrir nuestra, casa, nuestra escuela, nuestro barrio o nuestro club. Descubrir una foto del Autódromo durante una carrera de la convocante categoría TC con miles de personas alrededor de la pista es para un retrato de grandes dimensiones. 
En el reino de la tecnología, los nuevos drones nos aportan imágenes de cercanía a varios metros de altura. Resultan novedosas e interesantes. Y si son videos aún más. 
Ahora bien, es imposible que podamos sacar una foto de la ciudad a 12.000 metros de altura. Sí, 12 kilómetros. A principios de este mes de octubre nos encontramos en el teléfono con una foto que se viralizó a toda velocidad y que ofrecía una nueva forma de ver la ciudad desde el aire. El autor es el piloto rafaelino, Leandro Rosso, quien compartió las imágenes a través de su cuenta en Instagram.
Le preguntamos y nos dio algunos detalles adicionales. Mientras volaba un Boeing 737 de la flota de Aerolíneas Argentinas el jueves 7 de octubre a las 19:48, con 128 pasajeros y 5 tripulantes, tomó el celular y sacó la foto una distancia de la tierra de 39.000 ft (pies) de altura, esto es exactamente 11.900 metros. La nave, que había despegado en Bogotá y tenía como destino Buenos Aires, avanzaba a un promedio de 800 kilómetros por ahora. "Me encanta Rafaela, es mi ciudad, están mi casa, mi familia, mis amigos. Siempre que pasamos por ahí saco una foto. No sé mucho de fotografía, solo es puro entusiasmo", aclaró a la vez que declaró su amor por Rafaela. 
La foto es la de la portada de esta edición. Magnífica. Una ciudad iluminada a pleno que contrasta con la noche que avanza. En el horizonte, el sol aún delata su presencia con unos colores increíbles, esos naranjas flúor. ¿Vieron que siempre hay una nueva forma de ver a Rafaela? ¿Faltará mucho para que tengamos un astronauta de la ciudad?




REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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