La campaña electoral en instancias decisivas

Notas de Opinión 26 de agosto de 2021 Por Emiliano Rodríguez
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FOTO ARCHIVO URNAS. Se volverán a utilizar este año en las elecciones legislativas.
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BUENOS AIRES, 26 (Especial de NA). - La campaña electoral rumbo a las primarias del 12 de septiembre se abre paso en medio de escándalos, pases de facturas e incertidumbre política, económica y también sanitaria, con motivo del avance de la variante Delta de Covid-19, antes de ingresar definitivamente en los próximos días en instancias decisivas.
La atmósfera proselitista relegó a un segundo plano en la agenda diaria en medios de comunicación a la pandemia de coronavirus, incluso a pesar de las advertencias de ministros y especialistas sobre el peligro de que la cepa de la India alcance una circulación comunitaria en la Argentina.
La dirigencia política logró imponer sus intereses en el centro de la escena, vinculados con los próximos comicios, y en los últimos días la discusión electoral tomó un mayor impulso, motorizada especialmente por el escándalo de las visitas sociales a la Quinta Presidencial de Olivos y acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición.
En este sentido, el revuelo generado por el insólito festejo de cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez en julio de 2020 en medio de una cuarentena estricta en la residencia oficial del mandatario Alberto Fernández, junto a la filtración de imágenes de una multitudinaria celebración de fin de año, también en Olivos, golpearon en la línea de flotación al Gobierno.
Fernández, que en un comienzo negó que se hubieran producido reuniones sociales durante la cuarentena allí en la Quinta Presidencial -básicamente, el jefe de Estado mintió-, debió admitir luego aquel "error", forzado por la divulgación de fotografías, e incluso recibió un tirón de orejas en público por parte de su mentora Cristina Fernández de Kirchner en un acto de campaña: "Poné orden", espetó la vicepresidenta.
El primer mandatario dijo que lamentaba lo sucedido, pero se mostró desafiante en medio de las críticas: "Si piensan que me van a hacer caer por un error que cometí, sepan que me fortalecen", lanzó Fernández, antes de que el Gobierno, apelando a una presunta estrategia de "control de daños", difundiera imágenes de video de la fiesta de cumpleaños de Yañez del año pasado.
La filtración de la foto que obligó al Presidente a reconocer aquel festejo por fuera de la ley, además de generar conmoción en la Casa Rosada, desató una suerte de "cacería de brujas" interna con el fin de descubrir de qué manera aquella imagen -la prueba del delito- había terminado en manos de la prensa.
En ese contexto, el vocero del jefe de Estado, Juan Pablo Biondi, quedó ubicado en zona de riesgo, a partir de su relación sentimental con una reconocida periodista, pero fuentes con despacho en Balcarce 50 aseguraron a NA que Fernández no le pidió explicaciones y confía plenamente en su secretario de Comunicación y Prensa.
"No corre peligro" de que le pidan la renuncia, afirman en la Casa Rosada, donde también se comenta que antes de las elecciones no se producirán cambios en el llamado "Gabinete ampliado" que lidera el Presidente y que se reunió por primera vez el viernes pasado, en el epílogo de otra semana compleja para el oficialismo en plena campaña electoral.
Desde el Instituto Patria lo miran de reojo a Biondi, al igual que a otros funcionarios del Gobierno cercanos a Fernández e incluso de más alto rango, como el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que en medio de la polvareda levantada en torno de las reuniones sociales en Olivos asomó la cabeza para cuestionar a la oposición por un festejo de cumpleaños organizado por la líder de la Coalición Cívica, Elisa "Lilita" Carrió, a fines de 2020.
Carrió invitó a su casa de Capilla del Señor a numerosos dirigentes políticos, incluyendo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrera, y al actual precandidato a diputado nacional por Juntos en territorio bonaerense, Diego Santilli: "Estamos esperando las disculpas" de todos ellos, dijo Cafiero.
El daño que provocó para el oficialismo el revuelo con motivo de los festejos en Olivos comenzó en estos días a verse reflejado en distintas encuestas, algunas de las cuales indican que Juntos recortó distancias con el Frente de Todos (FdT) en la provincia de Buenos Aires, donde ambas fuerzas se encontrarían virtualmente empatadas hoy en lo que se refiere a intención de voto con miras a las PASO.
De acuerdo con un trabajo de la consultora Federico González y Asociados, la nómina del FdT encabezada por Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan reuniría el 27 por ciento de los votos, contra un apoyo global del 26,9% para Juntos, sumado el respaldo que obtendría Santilli (18,9%) y el especialista en neurociencias Facundo Manes (8%), quienes compiten entre sí.
Este escenario provocó que el oficialismo tuviera que repensar su estrategia electoral, que en los últimos días mostró a una Cristina más activa, presente y participativa en actos del FdT, poniéndose ella, la "Jefa", al frente de la campaña más allá de haber sido la penúltima en hablar, dado que los discursos de cierre le correspondieron a Fernández.
De esta manera avanza el cronograma electoral previsto para 2021 y modificado este año con motivo de la pandemia de Covid-19, en medio de incertidumbres de índole política -¿cómo impactará finalmente el escándalo de Olivos en el resultado que arrojen las urnas?, por ejemplo-, económica y también sanitaria, debido al avance de la cepa de la India.
"Sabemos que la variante Delta está muy cerca de lograr la circulación comunitaria", alertó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, que advirtió incluso sobre una -eventual- "tercera ola" de coronavirus, en momentos en los que ya comenzaron a registrarse casos sin nexo con viajeros en la Ciudad.
Con relación a las incógnitas políticas que sobrevuelan la actual campaña proselitista, aún está por verse también qué rol desempeñará Yañez de ahora en más en la agenda pública del Gobierno, al margen del perfil bajo que la caracterizó desde el comienzo de la gestión de Fernández.
Y en este contexto tan particular, de pandemia y alborotos palaciegos, las variables económicas a las que el oficialismo les había encendido velas con vistas a la segunda mitad de 2021 aún no muestran -tras el brote de coronavirus- los signos vitales que el FdT espera y necesita como para salir a promocionar una verdadera recuperación económica en el país en sus actos proselitistas.
Incluso las propias elecciones previstas para este año acrecientan la intranquilidad: ¿qué sucederá con las tarifas de servicios públicos después de los comicios legislativos del 14 de noviembre? ¿Qué ocurrirá con los precios de los alimentos, en permanente disparada? ¿Con el dólar? Es decir, con la inflación en general, que tanto afecta a la población.
El año electoral se abre camino en este contexto con vistas a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del mes que viene, con más dudas que certezas hasta el momento en cuanto al resultado de los comicios, en función del impacto que puedan llegar a tener los recientes sucesos de público conocimiento en el aún considerable universo de indecisos especialmente.

(*) Director periodístico de la agencia Noticias Argentinas (NA).

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