El modelo Argentino

Suplemento Economía 22 de agosto de 2021 Por Guillermo Briggiler
El Estado no tiene que querer meterse en todo, ni siquiera debe asistir a la producción. Su rol debería ser generar las condiciones necesarias para que se pueda producir eficientemente.
Olivos
FOTO ARCHIVO QUINTA DE OLIVOS. La escena del delito presidencial.

La dinámica de la administración de nuestro país puede resumirse de la siguiente manera, el Estado trata de decir presente en innumerables y muchas veces innecesarios espacios de la vida de la Nación. Por dicho motivo incurre en gastos superiores a sus ingresos, además de hacerlo de manera más ineficiente que si lo realizarían los privados. Si tomamos los gastos y recursos de manera anualizada, podemos observar que solo financia el 70% de sus gastos con los impuestos que recauda, ya de por si elevados.
Dado que los ingresos no cubren las erogaciones, imprime dinero espúreo para cubrir dicho bache. Esta moneda emitida, para que no impacte aún más de lo que vemos mes a mes en el índice de precios, es rescatada por el BCRA vía la emisión de títulos de deuda. Gasta y paga con emisión, rescata la emisión cambiando los pesos por Bonos y Letras.
Pero como esto tiene un límite y el mercado ya no quiere tantos títulos, para hacer más atractiva la oferta de deuda, desde hace un tiempo, los emite parte de esta con cláusula de ajuste por inflación. Recordemos que esa inflación es la misma que genera con la emisión para cubrir gasto y que ahora busca rescatar y pagará un plus por esta misma que se autogenera, armando una gran bola que crece en intereses alimentados por el mismo gasto, origen de todo el problema.
Está claro que el modelo actual está agotado y entró en un círculo vicioso del que debemos salir pronto. Debemos cambiar los paradigmas.
El Estado no tiene que querer meterse en todo, ni siquiera debe asistir a la producción. Su rol debería ser generar las condiciones necesarias para que se pueda producir eficientemente. Corregir los desequilibrios macroeconómicos, arreglar los desfasajes e iniquidades que genera la inflación, sostener el valor de la moneda, manteniendo el tipo de cambio y gastar solo lo que puede recaudar, es más, reducir egresos para poder reducir también la presión impositiva que ahoga al emprendedor.
El Estado debe prohibir menos, dar más libertades. Vimos en las últimas semanas que ni los emisores de prohibiciones lograron cumplir sus propias normas, probablemente porque eran casi incumplibles. El gobierno debe estar menos presente, dejando de esa manera más espacio para cada uno de nosotros, caso contrario relegan a los ciudadanos a un lugar pasivo, cual mascota que espera que el amo lo alimente, pasee, asee, etc. Debemos luchar para recuperar la libertad perdida frente al “Estado Presente”. Somos los ciudadanos que con nuestra participación en la sociedad, en las entidades intermedias, con nuestros gestos amables, amorosos y honestos lograremos cambiar al país y volver a ser ejemplo en el mundo.

#BuenaSaludFinanciera
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@GuilleBriggiler

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