Medalla de oro (pero en gasto público)

Suplemento Economía 01 de agosto de 2021 Por Guillermo Briggiler
Si en Tokio 2021 estuviera compitiendo la categoría Gasto Público como deporte, seguro que tendríamos esa presea de oro.
Guille B
FOTO JJOO

En economía al igual que en política se toman decisiones no tanto en función de lo que uno sabe, estudió o se formó, sino por lo que se espera que los demás hagan. En los mercados, la máxima de comprar barato y vender caro tiene que ver con esa sentencia, comprar cuando todos están vendiendo y vender cuando muchos están comprando. Cuando todos ven el negocio, quieren ingresar al mismo, y cuando observan dificultades, desean retirarse. Repetimos entonces, las decisiones en estos rubros, las tomamos en función a lo que esperamos que los demás hagan.
En política, la máxima anterior es similar, el que está buscando votos, trata de hacer lo que supone que los votantes están esperando que haga. De ahí se inventa la frase Estado Presente, con la que se mete en todos lados mal y costosamente. Por el mismo motivo, grandes economistas fracasan al entrar en el mundo de la política y el país no logra despegar, aun cuando todos sabemos que es lo que se debe hacer para que Argentina crezca.
Si en Tokio 2021 estuviera compitiendo la categoría Gasto Público como deporte, seguro que tendríamos esa presea de oro. Esa certeza nos la da el saber que nadie en el mundo actúa como nosotros. Si le preguntamos a un joven de secundaria, con sus primeros conocimientos de finanzas, si se puede gastar más de los ingresos que tiene, rápidamente nos dirá que no, o al menos no durante un período prolongado. Nuestro país, hace décadas que vive de prestado, gastando más de lo que recauda y siempre pensando en que más gastar y no en cómo generar mayores ingresos. Caso contrario, no cerraríamos la exportación de carnes, no limitaríamos el ingreso de insumos y componentes para producir, no perseguiríamos al que invierte, no financiaríamos al sector público con el mismo mercado que debería financiar al privado, entre muchas otras medidas contraproducentes para la generación de ingresos. Párrafo aparte para la financiación de ese gasto excesivo. Si miramos los números que nos presenta el Ministerio de Economía y el BCRA, vamos a ver que los recursos con que cuenta el Estado Nacional solo alcanzan para cubrir el 70% del gasto, debiendo buscar fuentes de financiamiento para el 30% restante. Y como actualmente no puede tomar más deuda y los ahorros están gastados, recurre a imprimir billetes, de manera que se financia vía inflación, la que golpea mayormente a las personas más vulnerables.
Hay una solución para lo expuesto, se le debe quitar la máquina de hacer billetes, la posibilidad de emitir, al Poder Ejecutivo, para que cada vez que desee gastar, necesite generar previamente el recurso con que financiarlo. De esa manera, en lugar de pensar en gastar, pondremos toda la maquinaria del Estado Presente a generar crecimiento al país, aumente la riqueza y recién ahí eleve la recaudación, vía mayor producción, para luego poder gastar, generando todos esos pseudos derechos que les gusta inventar para luego satisfacerlos vía gasto del Estado. Situación que lleva al país a perder inversores, a no crecer y que cada individuo sea reacio a producir más.
Una muestra de la pobreza actual de nuestro país, que dio al mundo premios Nobel y deportistas de elite, es la magra cosecha de medallas olímpicas, ya que se milita vagancia en lugar de esfuerzo, y en el mundillo competitivo del deporte, sin esfuerzo no hay recompensa. En el resto de las cosas del mundo, aunque muchas veces nos digan otra cosa, sin esfuerzo, tampoco hay logros.

#BuenaSaludFinanciera
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@GuilleBriggiler

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