¿Cuál es el secreto del explosivo éxito del programa Billetera Santa Fe?

Región 26 de julio de 2021 Por Adrián Gerber (LA CAPITAL)
Este programa implementado por el gobierno provincial inyecta dinero en el bolsillo de los ciudadanos con el objetivo de reactivar el consumo. Una medida de neto corte keynesiano que busca estimular la economía.
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FOTO LA CAPITAL Este programa es como un juego de la perinola, pero modificada: solo existe el “todos ganan”.

No hay magia. No hay ningún truco misterioso detrás del boom de Billetera Santa Fe. El éxito de este programa implementado por el gobierno provincial no es producto de la brujería ni la hechicería, sino que se inscribe dentro del abanico de herramientas económicas que tiene el Estado para estimular el consumo privado. Una clara medida de redistribución del ingreso, de neto corte keynesiano, que apunta a la reactivación de una economía golpeada por varios años de recesión y que se ahondó aún más en la pandemia. En concreto, es un alivio al bolsillo de los consumidores, en mayor proporción de los de menores ingresos, y una ayuda a los pequeños comerciantes locales. ¿Hubo una decisión política detrás de Billetera Santa Fe? Sí, el gobierno provincial apostó por inyectar directamente recursos en los hogares para dinamizar la economía. ¿Se implementó de manera eficiente? Fue de menor a mayor. La aplicación comenzó con algunos problemas técnicos, pero se solucionaron. ¿Es sustentable desde el punto de vista del costo fiscal para que pueda continuar hasta la salida de la crisis? El gobierno provincial asegura que sí. El Estado santafesino goza de salud financiera como para mantenerlo. Incluso este plan produce un aumento en la recaudación impositiva, ya que por un lado los comercios incrementan sus ventas y por el otro los obliga a blanquear operaciones que antes se hacían sin ticket fiscal de máquinas registradoras. Se genera así un círculo virtuoso. ¿Hay alguna posibilidad de que esta herramienta deje de ser exitosa? Sí. Riesgo y virtud están a un paso. La responsabilidad está en los comerciantes. Son ellos quienes deben mantener prácticas leales y justas, y no aplicar recargos: el precio que cobran con Billetera tiene que ser el mismo que en efectivo, y los consumidores deberían denunciar cualquier incumplimiento. Este programa es como un juego de la perinola, pero modificada: solo existe el “todos ganan”. Si hay comerciantes que hacen trampa y lo cambian por el “toma todo” terminarán destruyendo el sentido de ser de la Billetera Santa Fe, del cual son justamente uno de los actores beneficiados (ver acá y acá).
El programa Billetera Santa Fe no es ni por asomo el New Deal de Franklin D. Roosevelt, el famoso plan diseñado para sacar a la economía de Estados Unidos del laberinto de la Gran Depresión de 1929 a través de un fuerte aumento del gasto público. Ninguna persona que esté en su sano juicio puede llegar a decir eso o algo siquiera parecido. Pero al menos es mucho más que la nada. Sirve para empujar a la economía santafesina a recuperarse y en los hogares se siente ya que mejora el poder de compra, sustancialmente en los de menores ingresos. Salen conejos de la galera, pero, se insiste, no es obra de una varita mágica.

En todo caso, en la caja de herramientas de la economía hay tijeras y martillos, pero también una batería de estímulos a aplicar. Solo hay que saber cuál utilizar en cada momento porque los resultados no siempre son los deseados. Hasta algunas veces terminan siendo un boomerang.

El principal postulado de la teoría del economista británico John Maynard Keynes (1883-1946) es que la “demanda agregada” (la sumatoria del gasto de los hogares, las empresas y el Estado) es el motor más importante de la economía. Keynes sostenía que el Estado debía intervenir con firmeza en las épocas de recesión o crisis a través del gasto público para estimular esa “demanda agregada”. Ante la profunda debacle provocada por la pandemia son justamente políticas de este perfil las que hoy se están implementando tanto en EEUU (presidida por el demócrata Joe Biden) y en los países de la Unión Europea: intentan reactivar la economía con un programa de estímulos sin precedentes (fuertes inversiones en obras públicas más dinero en el bolsillo de las familias). Tan es así que el presidente Alberto Fernández se refirió a Joe Biden como “Juan Domingo Biden” pretendiendo destacar la visión social del peronismo y trazar un paralelismo con el gobierno norteamericano (ver acá).

Entonces, ¿Billetera Santa Fe debería ser incluida como una de “Las 20 verdades peronistas” del siglo XXI? Lo cierto es que este programa fue lanzado por el gobierno provincial el 12 de enero pasado y reintegra el 30% de la compra a los consumidores finales con un límite de devolución de 5.000 pesos por mes (las devoluciones son a las 48 horas hábiles de realizada la operación). Los reintegros son en compras de alimentos, indumentaria, calzados, juguetería, muebles, librería, bares, restaurantes, farmacias y turismo.

Si bien el plan arrancó tímidamente y sin mucha promoción en pleno verano, en poco tiempo fueron los propios consumidores quienes se lo apropiaron por el beneficio que significa para sus bolsillos. Y fueron ellos quienes reclamaron a los comercios de cercanía a los que habitualmente asisten que incorporen este sistema de pagos. Tan es así que al día de hoy la aplicación santafesina ya tiene 723 mil usuarios y 14.600 comercios adheridos en 270 localidades de toda la provincia (ver acá el mapa de los comercios adheridos). Por día se operan vía Billetera transacciones por unos 150 millones de pesos promedio. Y hasta el momento el costo fiscal que le demandó este programa al Estado provincial asciende a 3.100 millones de pesos.

Del 30% que se reintegra al consumidor, la provincia aporta el 25,5% y el comercio el 4,5%. Los locales adheridos deben tener una cuenta en el Nuevo Banco de Santa Fe (seis meses gratis si no la poseían) y pagar una comisión: 0,6% del monto de la venta si el cliente abona con saldo virtual y 1,99% si lo hace con débito desde la Billetera (más baratas que las tasas que les cobran a los comerciantes los bancos por operaciones con tarjetas). Y las ventas se les acreditan a los comercios a las 24 horas hábiles de realizada la transacción.

Ahora, es claro que el Nuevo Banco de Santa Fe (perteneciente al Grupo Petersen) está obteniendo réditos económicos porque Billetera Santa Fe funciona con su plataforma virtual Plus Pago. Entonces, ¿el gobierno provincial no debería plantearle a la entidad financiera que afronte una parte de los reintegros del 30%, y así compartir ese costo con el Estado y los comerciantes?

El economista Lavih Abraham pondera la implementación de Billetera Santa Fe como un mecanismo de estímulo al consumo: “Es una medida de espíritu keynesiano, en el sentido de que hay dinero del Estado puesto directamente en los bolsillos de la gente. Son fondos públicos que en un momento de crisis llegan para apuntalar el gasto de los hogares. Keynes decía que en momentos de crisis, cuando nadie invierte y el consumo es bajo porque no hay expectativas, se debe utilizar el gasto público para romper esa inercia de la falta de demanda aumentando el poder de compra de los hogares. Y a partir de allí incentivar la economía. Pero sostenía que el Estado no siempre tiene que utilizar estos incentivos al consumo, que es la rueda que mueve la economía, sino solo en momentos de crisis”.

El economista del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) agrega que “está bien que el Estado provincial gaste la plata en el programa Billetera Santa Fe. Tenía mucho dinero guardado y enhorabuena que sea gastado en ponerlo en los bolsillos de la gente”.

“Además, este plan tiene otro lado positivo: blanquea la economía, ya que todas las operaciones que se realizan con la Billetera es gasto registrado, bancarizado, y así el Estado va a recaudar más impuestos. Formaliza la economía de los barrios de las ciudades y de los pueblos de la provincia donde la Billetera es muy utilizada. Y cuando termine este subsidio al consumo la gente ya habrá adoptado este medio de pago virtual”, afirma.

Abraham aclara que “Billetera Santa Fe tiene un alcance limitado en la reactivación de la economía por el nivel de inversión pública que implica. En cambio, el Estado nacional, que posee otra capacidad de gasto, comenzó a realizar, entre otras cosas, un amplio plan de infraestructura, con fuertes inversiones en obra pública, que está generando un impulso en la economía”.

“El límite de Billetera Santa Fe son las cuentas públicas. Por eso, pasada la crisis este programa tendrá que transitar un camino de salida, que podría ser bajar de a poco esta ayuda, como por ejemplo reducir el tope de reintegro o pasar las devoluciones del 30% al 20%, y así progresivamente”, subraya.

El programa Billetera Santa Fe se reajusta cada tres meses con la renovación de rubros incluidos, días de promociones, porcentajes y reintegros. Las autoridades ya adelantaron que el plan estará vigente al menos durante toda esta gestión provincial. (ver acá)

Un hogar con dos personas mayores puede recuperar vía Billetera hasta 10 mil pesos por mes ($5 mil de devolución por cada uno). Si el ingreso mensual de esa familia es en total de 50 mil pesos el beneficio de Billetera representa un aumento en el poder de compra del 20%. Si el hogar está compuesto de tres personas mayores de edad que usan la aplicación y ese mismo monto de ingreso la suba del poder adquisitivo asciende un 30%. Y a medida que el ingreso total sube este porcentaje es menor. Con lo cual los que menos tienen son los que más se benefician proporcionalmente con Billetera. Incluso el programa lo pueden usar personas que no están bancarizadas, es decir gente que se encuentra en la economía informal: solo le tienen que cargar el dinero en un local de Santa Fe Servicios y lo utilizan con el saldo virtual de la Billetera.

Del otro lado del mostrador el plan también es muy positivo para los comercios más chicos, de cercanía, porque ven aumentar sus ventas, ya que el programa privilegió la incorporación de esos locales en lugar de las grandes superficies. Solo están incluidos los supermercados de capitales rosarinos (La Gallega, Dar, La Reina, Unico y Micropack), pero no las grandes cadenas nacionales e internacionales (Coto, Carrefour, Jumbo y Libertad).

Este programa también es virtuoso porque los usuarios de Billetera vuelven a reinvertir el dinero reintegrado en nuevos consumos. Y se sabe que para el motor de una economía de mercado como la argentina el gasto privado es la nafta de mayor octanaje, como si fuera la Infinia de YPF.

Esta billetera virtual también tiene un componente positivo para la seguridad de las personas, ya que los consumidores no se tienen que movilizar con dinero físico y los comercios tampoco lo acumulan en el local.

Si bien esta medida de reintegro al consumo de los hogares es inédita en la provincia de Santa Fe, no lo es a nivel nacional. Hoy existe la devolución del 15% (con un tope de 1.200 pesos) para compras con tarjetas de débito para jubilados y pensionados (que cobran el haber mínimo) y titulares de la Asignación Universal por Hijos y Asignación Universal por Embarazo (ver acá).

Incluso durante 15 años estuvo vigente una medida que establecía el reintegro del 5% del IVA para las compras con tarjeta de débito de todos los ciudadanos. Estaba pensada como un incentivo para incrementar el consumo, la bancarización, desalentar el uso de efectivo y el blanqueo de la economía. Pero en enero de 2017 el gobierno de Mauricio Macri decidió eliminar esta devolución a los consumidores con el objetivo de reducir el déficit fiscal. Dos visiones de la economía totalmente opuestas.

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