Como un hastío crónico

Deportes 16 de junio de 2021 Por Néstor Clivati
Leer mas ...
FOTO WEB EMPATE EN EL DEBUT. / Argentina igualó con Chile en el arranque de la Copa América 2021 de Brasil.
FOTO WEB EMPATE EN EL DEBUT. / Argentina igualó con Chile en el arranque de la Copa América 2021 de Brasil.
Así fue el debut de Argentina en esta nueva edición de la Copa América.
Entre los atenuantes y la impotencia que proyecta la realidad, no hemos podido salir del estado de inercia, al menos en los primeros minutos que se han jugado en Brasil.
Esta crónica bien pudiera ser una copia de otras que hace años, venimos entregando como corolario de los distintos modelos de equipos que fueron saliendo a escena, de la mano de entrenadores, a cuál mejores en experiencias y perfiles.
Desde hace 3 años nos embarcamos con Lionel Scaloni, una especie de chivo expiatorio premeditado, un ensayo culposo por tantos otros que se asumieron con la convicción, que solo los nombres, podían con sus trucos, devolvernos la gloria perdida hace décadas.
Así se consumieron en el cargo pro hombres como Diego Maradona, Edgardo Bauza y el Tata Martino sin grandes novedades en el frente, por no incluir el acto fallido de Jorge Sampaoli.
Todas esas tareas inconclusas terminaron en esta experiencia de alto riesgo, que administra con total desparpajo, un hombre que nunca dirigió futbol profesional, pero qué en los últimos años, ha comenzado a inflar el pecho, apoyado en la valentía de llevar adelante una renovación que ninguno de sus pares aceptó como desafío, luego del desbarranco ocasionado por la eliminación prematura del mundial de Rusia.

Le alcanzó con hacerse cargo

Esta sinopsis ya diseñada por la cronología de los hechos en otras oportunidades, recupera vigencia luego que el lunes la Selección Mayor, debutara en Río de Janeiro con los mismos pobres resultados de los últimos tiempos y las renovadas excusas que pretenden explicarnos porque, estamos estancados en el mismo lugar, pero que según los razonamientos de ocasión, mereciendo otro destino de grandeza.
Es como un hastío crónico que padecemos todos los futboleros de este país.
Hay algo que me preocupa mucho mas que este tiempo insípido del equipo argentino, la indiferencia de un sector mayoritario de los hinchas y su incredulidad por el futuro, comienza a erosionar algo sagrado, el fervor incondicional por los colores, algo que puede ser devastador.

UN EQUIPO DE MOMENTOS

Frente a los chilenos, se volvieron a presentar esos tics que se tornan recurrentes en partidos cerrados o ante rivales mañosos; es una muestra de debilidad poco discutible, que los argumentos a defender ante una nueva frustración, sean las oportunidades perdidas para ampliar un resultado, que parecía que se podía consolidar sin mayores virtudes que con las que cuenta este plantel.
Los recursos de Argentina eran suficientes para liquidar el pleito ante un seleccionado trasandino, elemental y por momentos pendenciero.
Sin embargo, no fueron más que flashes, que al no aprovecharse adecuadamente, le dieron vida y motivación a un rival, al que por momentos, el equipo de Scaloni abrumó por su presión ordenada y la profundidad de sus intentos ofensivos.
La victoria parcial por la mínima diferencia no reflejó esa supremacía, y por lo tanto, las imágenes de lo sucedido ante ese mismo rival en Santiago del Estero o el agónico empate conseguido por los colombianos, la semana pasada en Barranquilla, surcaban el aire con malos presentimientos.
No alcanzó con que Lionel Messi volviera a meter una pelota parada en el ángulo, sin chances para Bravo en este caso y qué con ese gol, rompiera una sequía de 3 años sin marcar un tanto que no fuera desde el punto de penal, la estadística también recuerda que la ultima vez que perforó el arco rival de tiro libre, fue ante David Ospina en San Juan en 2016.
Sí en cambió, luego que el árbitro Wilmar Roldan de pobre arbitraje, decretara el final con casi 9 minutos de adicional, se echaron de menos las infinitas oportunidades que se despilfarraron en ese primer tiempo y que dejaron un resultado apretado y peligroso.
Nicolás González, una de las gratas sorpresas de este ciclo, se encargó de perderse goles increíbles que finalmente, le terminaron de bajar la nota y Lautaro Martínez, no pudo hacer prevalecer su estirpe goleadora, pifiando un remate desde el punto de penal en una situación inmejorable, que terminó seguramente de derrumbarlo anímicamente, ya que cuando
Scaloni lo reemplazo por Sergio Agüero, su presencia se había tornado meramente testimonial.
Con muy poco le alcanzo a Chile para volver a escamotearle la victoria a los albiceleste, un nuevo karma que se prolonga sin razones fundadas en méritos deportivos, pero que se acumulan como obstáculos que resultan insalvables.
Una mixtura entre inoperancia con sesgos de inmadurez, acaso como parte de una lógica características en este tiempo de renovación y cambios, que se terminan pagando con resultados que comienza a condicionar el futuro en esta competencia.
Jugadores y cuerpo técnico en medio de una etapa de formación que contrasta con las ojeras de Messi y sus escoltas, que siguen poniendo cara de circunstancias frente a la sucesión de rodadas que no cesan.
El viernes ante los uruguayos….

Te puede interesar