Entre el relato y la realidad

Notas de Opinión 06 de junio de 2021 Por REDACCION
El control biológico de plagas en la agricultura.
FOTO ARCHIVO CONTROL DE PLAGAS. Por ahora no hay opciones biológicas.
FOTO ARCHIVO CONTROL DE PLAGAS. Por ahora no hay opciones biológicas.

Por Adolfo Armando*

Tratando de ser consistente con mi visión, la cual comparto con muchos de mi generación, de que es necesario un esfuerzo conjunto y organizado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que generan el cambio climático, y proteger al ambiente de mayor contaminación, lo asumo en mi conducta como habitante urbano, y como productor rural. Aplico, cuando es posible, las medidas que se recomiendan para lograr estos objetivos. Sin embargo, tropiezo con importantes limitaciones. Por Ejemplo: aunque reconozco que los combustibles generan contaminación, no puedo acceder a la alternativa de vehículos eléctricos. Por lo que queda utilizar mi vehículo cuando es necesario. En relación a plásticos y otros materiales no degradables y contaminantes, aplico el mismo criterio. Lamentablemente no han modificado los envases, por lo que enfrento el mismo problema. Aunque quisiera no tener que recibir envases plásticos, solo queda intentar aportar al reciclaje, pero no puedo dejar de adquirir estos productos.
Como productor rural, los que estamos conscientes del problema de contaminación, tratamos de aplicar las practicas que son recomendadas para continuar produciendo alimentos de calidad y seguros, que han sido debidamente probadas y nos permiten continuar con la actividad productiva en forma rentable. Se difunde que el uso de los productos fitosanitarios para combatir las plagas contamina y afecta la salud, aun cuando hay evidencias de que, con productos aprobados y la aplicación de las BPA y adecuado control, esto no se produce.
Se proclama que deberíamos combatir las plagas que afectan los cultivos extensivos, únicamente con productos biológicos. Pero la realidad es que no hay productos disponibles, ni los habrá en varios años. Existen muy pocos productos biológicos aprobados en el mercado para ser aplicados con éxito en cultivos extensivos. No hay productos para combatir malezas. Por otra parte, una vez introducido un enemigo natural para combatir una plaga, los resultados son muy inciertos para el productor. No podemos jugar a prueba y error porque el error se paga con cosechas perdidas. A veces, al intentar aplicar un control biológico, se está introduciendo una especie que potencialmente puede convertirse en otra plaga. Es como utilizar un yuyo desconocido para curar una enfermedad, y resulta que el yuyo termina intoxicando y matando al enfermo. Peor el remedio que la enfermedad.
El productor que quiera correr con los riesgos que lo haga en su campo, pero advertimos que el agente biológico que introduzca se puede convertir en plaga y expandirse a campos vecinos. Por ejemplo, muchas décadas atrás se impuso la introducción del sorgo de Alepo para controlar la erosión de suelos y frenar el avance de malezas. Terminó siendo una plaga muy invasiva que se expandió por toda el área agrícola argentina y arruinó años de cosecha de muchos productores que no pudieron pararla. Ahora se percibe otro peligro con la introducción de ardillas que no existían. Ya las tenemos en Rafaela y en nuestros campos. Se reproducen a gran velocidad, desplazan a otras especies y son agente de contagio de enfermedades. Y hay muchos ejemplos más de introducción enemigos naturales en ambientes productivos que se terminan convirtiendo en plagas incontrolables. Cuidado con estos experimentos temerarios ¿Quién se hace responsable del daño a terceros?
Los especialistas nos dicen que las etapas de ensayos y aprobación de un producto biológico para cultivos extensivos llevan en promedio 10 años, al igual que los agroquímicos. Prohibir un producto sin tener un sustituto confiable es insensato ¿De qué valdría imponer el uso de automóviles eléctricos si el mercado no los ofrece y la logística para recargar baterías en estaciones de servicio no existe? ¿O prohibir el uso de plásticos si no existen sustitutos degradables en el mercado? Si los que gobiernan o legislan imponen a espaldas de la realidad, deben asumir el daño que provocan. A quienes pretenden imponer prácticas de control biológico como única opción, les pedimos que antes muestren las evidencias científicas que prueban su efectividad. Y si no disponen de ellas, es mejor que declinen sus argumentos y acepten la realidad.

(*) Productor agropecuario.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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