Editorial

La Palabra 29 de mayo de 2021 Por Raúl Vigini
La legión capitaneada por Beto

La misma luz natural que ganaba los minutos de cada recreo de la Escuela Rivadavia, la misma luz natural que se ganaba por el ventanal de su casa paterna, o la que cobijó a su entorno familiar. También la luz que fue testigo de sus horas de clases como docente, o la de la luna que aseguró el amor alguna noche. Todo se iluminó en ese camino que fue desandando trayectos desde lo local hasta el mundo. Una línea de tiempo que no tuvo límites para trascender con sus personajes de fantasía. Y aunque su vida se apagó temprano, casi sin presencia en la memoria colectiva de sus coterráneos, hoy un libro lo recuerda para ofrecerle un lugar a perpetuidad. Como dice la canción “…Sin embargo un anillo extraño ahuyenta sus peligros en el cosmos… ¿Dónde está el lugar al que todos llaman cielo? Surcando la galaxia del Hombre… El anillo de Beto llevaba inscripto un signo del alma”.  

Raúl Alberto Vigini

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