Había mucha expectativa por saber si mayo sostendría el valor de los commodities lácteos en el rango de los 4.000 US$/tn, según la referencia mundial del Global Dairy Trade que informa las operaciones de Fonterra, la gigante exportadora neozelandesa. Y se confirmó: luego del gran golpe de mercado de marzo (21% de aumento) y su lógico contra rebote, esta es la cuarta subasta consecutiva en que el precio de la Leche en Polvo Entera se sostiene en un valor que no experimentaba desde mayo de 2014.
Esta tendencia encuentra un correlato auspicioso también en los precios a futuro, tanto en el GDT (disponible) como en el NZX (mercado de futuros) donde se observa que al menos en los próximos meses el valor por encima de los 4.000 US$/tn estaría asegurado, aunque con tendencias disímiles según cada mercado, con una brecha que a noviembre próximo podría ser del 9-10%, lo cual sigue siendo un valor más que atractivo.

QUÉ PASA EN ARGENTINA
La cadena láctea argentina mira con optimismo la referencia que arroja el mercado internacional, aunque cabe señalar que existen otros mercados importantes (menos referentes que el de Nueva Zelanda) que son parámetro para un análisis más representativo del comercio global. “Si analizamos los precios de la LPE para los principales mercados, vemos según publica el European Milk Market Observatory que hay una gran diferencia entre los precios de Oceanía (4.088 US$/tn) con los precios de Estados Unidos (3.836 US$/tn) y de la Unión Europea (3.755 US$/tn)”, analiza el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
En América Latina, especialmente en Argentina y Uruguay, los precios negociados por la LPE van de los 3.700 a 3.900 US$/tn, con operaciones puntuales a destinos extra Asia, donde NZ tiene prevalencia en el abastecimiento.
“Por lo tanto, debemos seguir muy atentos al desenvolvimiento de los mercados en los próximos meses para observar si se produce una convergencia hacia los precios de Nueva Zelanda en el resto de los mercados extra China y Sudeste Asiático (…) aunque cabe resaltar que los precios en general de las commodities lácteas son alentadores para incentivar las exportaciones argentinas, a pesar de nuestras restricciones proveniente de los derechos de exportación (9%), los bajos reintegros (1,5%), la ausencia de preferencias arancelarias y el tipo de cambo retrasado”, advierte el OCLA.

AL AMPARO DE LA
EXPORTACIÓN
Para absorber el aumento de producción primaria con el estancado consumo interno de lácteos (el cual se ubica en 188 litros per cápita por año), la industria láctea argentina necesita imperiosamente aprovechar los precios que ofrece el comercio exterior, descomprimiendo todo lo que se pueda el mercado doméstico.
En este sentido, las exportaciones nacionales de productos lácteos al mes de marzo, según datos provisorios del INDEC, continúan incrementándose tanto en volumen como en valor, totalizando en el primer trimestre 100.600 toneladas y 310 millones de dólares, que representan un crecimiento interanual de 17,5% y 13%, respectivamente.
Dichos valores significan el 28,8% de la producción nacional en litros equivalentes, de cuya performance exportadora se desprende la justificación del aumento mensual sostenido en el precio al productor (aunque insuficiente para cubrir sus costos) por su materia prima.
En este sentido, las principales industrias de Rafaela y la región, están direccionando su negocio fuertemente hacia la exportación para equilibrar sus resultados operativos y poder así afrontar los costos crecientes en un marco interno de precios controlados y demanda ajustada.
Los principales destinos informados, según datos de la Aduana, son Brasil (29%), Argelia (25%), Rusia (10%) y Chile (6%), mientras que otras cargas de productos específicos se envían en menores proporciones a USA, China, Perú, Uruguay e Indonesia. El 50% de estas operaciones son bajo el rubro Leche en Polvo Entera.