En busca de… Hernán Lira, artesano

La Palabra 27 de marzo de 2021 Por Raúl Vigini
Recuperar el tiempo del juego Fabricante de juguetes con movimiento que recrean oficios y escenas cotidianas, dueño de una trayectoria para destacar así como sus emprendimientos que desde el entorno familiar propone incluyendo títeres, música, y el colorido y la estética que lo hacen único en cada objeto y entrega personalizada. En esta charla con LA PALABRA cuenta su historia.
image001
archivo Hernán Lira De propia factura: Hernán Lira y su compañera en el retablo con sus creaciones

LP - La infancia en Pergamino.   

H.L. - Pasé una infancia feliz, en un barrio que era un mundo en sí mismo. La ciudad le daba la espalda a mi barrio que se construyó detrás de los paredones del ferrocarril y por eso el Barrio Acevedo constituía un lugar en la ciudad con un microclima propio. Escuela, club, potreros por todos lados. Un mundo de veinte manzanas al que se recorría en bicicleta. En ocasiones muy especiales se cruzaba el paredón para ir al centro. Haberme criado aquí, lugar del que nunca me fui, me dio una fuerte identidad de pertenencia a este barrio y lo vivido en la infancia.    

LP - Los juguetes que más cautivaban en los primeros años.  

H.L. - De grande uno repasa lo vivido y dimensiona las cosas en otra medida. Puedo hablar de juguetes que han sobrevivido a los años y aún conservo. Un Pepe Grillo de la marca Rayito de Sol y un tractor azul con su pala mecánica de metal. Pero no sé si me cautivaban más que inventar algo con los recortes de madera de la carpintería de enfrente o hacer chozas luego de las podas de los árboles. Desde mi infancia a la actualidad, el juego que más me cautivó es correr detrás de una pelota.  

LP - La inquietud por querer darle forma a algún objeto lúdico. Cuándo se advirtió que la mirada estaba puesta en lo artesanal como oficio.  

H.L. - En la adolescencia, la curiosidad me llevó al mundo de los títeres. Probando posibilidades con distintos materiales, fui descubriendo en el hacer cierta facilidad y en cada construcción me fui apasionando. Con los años, lo que empezó como un juego, se transformó en un trabajo. El oficio de hacer juguetes, es algo que voy desarrollando cada día que entro al taller.   

LP - De quién aprender el tema que cautivaba.  

H.L. - Aprendí y sigo aprendiendo de varios maestros artesanos y titiriteros que he ido conociendo. Cada uno con su oficio me han enseñado sobre materiales, herramientas y como desarrollar los trabajos.  

LP - Cómo se fue organizando la actividad y quiénes fueron los primeros destinatarios.  

H.L. - Empecé haciendo pequeñas producciones de títeres y juguetes, los primeros fueron regalados a mi círculo más cercano. Luego empecé a ofrecerlos en Ferias Artesanales y ahí comencé a entender que era una posibilidad cierta de desarrollarlo como un trabajo. Fui padre muy joven, así que mis hijas fueron sin dudas las primeras destinatarias.  

LP - ¿Se puede pensar en que se trabaja desde el ensayo y error o hay aprendizajes establecidos de antemano para conocer los resultados?   

H.L. - Cada producción desde que es pensada, luego diseñada en un papel y hasta que se materializa va variando. Muchas veces la idea original no se adecua a la materialidad y otras veces todo fluye como de una manera que la idea, el diseño y los materiales se hermanan perfectamente.  

LP - ¿Con qué materiales y herramientas se construye?  

H.L. - Trabajo principalmente con maderas. Muchas maderas rescatadas de volquetes,  muebles viejos, marcos de demoliciones o aberturas. Esas maderas, además de la nobleza en sí del material, traen consigo el color del tiempo, que es imposible de lograr con ninguna tinta. También me valgo de alambres y cueros. Utilizo principios básicos de carpintería y para eso utilizo todo tipo de herramientas relacionadas a ese oficio. Sierras, taladros, martillos. Con los años he construido un taller con muchas herramientas eléctricas y manuales, que muchas veces facilitan el trabajo y lo hacen ganar en calidad y terminación.  

LP - ¿Cuáles son los motivos, temas y personajes más desarrollados y aceptados?  

H.L. - Hace años construí una serie temática que llame Juguetes con Oficio. Son escenas individuales donde se recrean momentos de diferentes oficios, costureras, carpinteros, panaderos, afilador, albañiles, etcétera. Cada pieza la he ido renovando, pero es una serie que siempre replico. El desarrollo de esa colección de trabajos le dio nombre a mi taller Juguetes con Oficio. Luego personajes ejecutando instrumentos musicales y de distintas disciplinas circenses son motivos a los que recurro habitualmente.  

LP - ¿Cómo se trabaja en un taller de construcción?  

H.L. - Una parte del trabajo está centrado en nuestro taller donde construimos piezas a pedido, distintos dispositivos lúdicos, las escenografías y títeres y marionetas para nuestros espectáculos. En nuestra Casa Taller pasamos muchas horas del día entre materiales y herramientas. Mi compañera Paula, que es pintora, ilustradora, música y titiritera, además de madre de nuestros mellizos y de Anaclara, es quien le da la magia del color a todo lo que hacemos. A mí me toca la parte de la construcción de los objetos, ensambles de las maderas y mecanismos. Por otro lado, ofrecemos talleres de construcción de juguetes, títeres y marionetas con dinámicas que se adaptan a quienes estén dirigidos. En escuelas, centros culturales, museos y plazas, hemos desarrollado talleres donde podemos crear un momento lúdico y recreativo o desarrollar autómatas desde la idea original hasta su concreción. Esos talleres se adaptan y se piensan para distintas edades y diferentes intereses.  

LP - ¿Qué mensajes interesa llevar con los títeres?  

H.L. - El mensaje de volver a jugar con cosas tangibles, acercarnos a la sensibilidad que trae lo que se hace a mano. De recuperar el tiempo del juego, la paciencia y la inocencia que un muñeco te sorprenda ante tanta inmediatez visualmente digitalizada y voraz.  

LP - ¿Qué destino tienen los autómatas?   

H.L. - Cada quien disfruta nuestro trabajo a su medida, a un niño le puede cautivar el movimiento o el color y a un adulto la poética que esconde cada escena. Muchas de las piezas que hacemos son pedidos para adultos. Recreando oficios, profesiones o simplemente escenas domésticas. Hacemos también juguetes más tradicionales, cuyas producciones son muy solicitadas en el Mes de las Infancias o para las fiestas de fin de año.  

LP - ¿Qué lugar ocupa la música? ¿A quiénes eligen?  

H.L. - Todo el universo de la música, con su poesía, creadores e intérpretes son una fuente fundamental de nuestro trabajo. Muchas series han sido creadas a partir de fragmentos de canciones. Nuestro espectáculo de marionetas de hilo se llama “Y la música viene” donde se suceden escenas de distintos instrumentistas con un repertorio de música popular rioplatense, que va desde el Chango Spasiuk y Raúl Barboza al maestro Remo Pignoni.  

LP - ¿Cómo llegaron a Remo? 

H.L. - A través de un amigo pianista y profesor del Conservatorio de Música de Pergamino, fue que conocimos a Remo Pignoni, hace más de veinte años. En ese momento se pusieron en contacto con su viuda y ella les facilitó grabaciones y partituras. Enseguida nos cautivó su música, que con los títeres se llevan muy bien. Pareciera compuesta para acciones de marionetas. Hemos usado su música y compartido su obra en cada rincón donde nos presentamos. Siempre mencionamos al gran pianista rafaelino. 

LP - ¿Hasta dónde pudieron llegar con la propuesta?  

H.L. - El desarrollo de nuestro trabajo nos llevó a recorrer Ferias, Festivales, Museos  y Teatros de muchos puntos del país y de varios países del mundo. Cada viaje es muy enriquecedor sin importar el destino, ni la distancia. Desde el pueblito más recóndito de nuestra tierra hasta el Museo más avanzado del mundo, siempre volvemos con nuevos aprendizajes.    

LP - ¿Qué reconocimientos tuvieron?  

H.L. - El reconocimiento más importante es el de las personas que eligen nuestro trabajo y hacen posible que podamos vivir de lo que nos apasiona. El de nuestros compañeros es fundamental también, porque recibimos su respeto y en muchos casos admiración mutua. También hemos recibido distinciones en Salones de Artesanías y Artes Plásticas, en Museos y Ferias.    

LP- Una anécdota que tenga a los autómatas como protagonistas.  

H.L. - En más de veinte años de labor hay muchas anécdotas. Algo que puedo mencionar es que gracias a nuestros trabajos hemos podido conocer a personas que admiramos mucho y hemos estado en lugares impensados. La posibilidad de viajar trabajando, te conecta con las personas y los lugares de manera diferente.  Una cosa curiosa que recuerdo es la de entrar a una casa donde nos habían invitado en un viaje y que en ella había expuesto uno de nuestros trabajos, sin ser los dueños de casa los que lo habían adquirido.  

LP - Algo más que desees agregar.  

H.L. - Muchas gracias por este espacio y el interés en nuestro trabajo. 

por Raúl Vigini

[email protected]

Boletín de noticias