Fundación Memoria del Chamamé*

La Palabra 27 de febrero de 2021 Por None
por Juan Pedro Zubieta - presidente de la entidad y músico (Corrientes)
image001
archivo Juan Pedro Zubieta De festival: Pedro Zubieta y Ramona Galarza

Origen y génesis de la Fundación

El origen de la "Fundación" tiene que ver con una propuesta del recordado investigador saladeño Emilio José Noya, uno de los más dedicados recopiladores del chamamé, que fue compañero de trabajo en sus últimos años con el poeta itateño Cacho González Vedoya en la Subsecretaría de Cultura de la Provincia. En las cotidianas charlas, Emilio, que falleció en 2006,  sembró la idea de generar un espacio para el estudio y promoción de nuestra música, idea que González Vedoya comenzó a desarrollar en 2008 con el acompañamiento de Joaquina Méndez y Alicia Graciela Díaz, quienes lo acompañaron en la primera Comisión Directiva, al fundarse legalmente la "Fundación Memoria del Chamamé" a finales de ese año. En los primeros tiempos, la "Sociedad Argentina de Autores y Compositores" (SADAIC), entidad de la que González Vedoya es socio activo, realizó un aporte económico para atender gastos que surgieran la puesta en marcha de la "Fundación", aporte que surgió de la valiosa intermediación del artista curuzucuateño Aldy Balestra. Luego de incesantes gestiones, sin éxito, en pos de conseguir un espacio físico para nuestras actividades, González Vedoya, Méndez y Díaz diseñan el "Museo Virtual del Chamame", que estuvo en la nube a partir de 2009, siendo hasta hoy, la "Nave insignia" de la "Fundación". Y puede conocerse en  www.fundacionmemoriadelchamame.com. 

Objetivos propuestos en su constitución y los actuales

Rescatar, recopilar, preservar, custodiar y divulgar el género musical chamamé.

Quiénes utilizan la página virtual 

Más allá de los incontables seguidores del género, es fuente de consulta de músicos,  difusores y de estudiantes de niveles varios. El Museo Virtual tiene un promedio de veinticinco mil visitas mensuales.

Cómo la administran y quiénes participan de ella

Desde la renovación de la Honorable Comisión Directiva en octubre de 2019, el Consejo Directivo está integrado por Presidente: Juan Pedro Zubieta; Secretario: Leonardo Moglia y Tesorero Aldy Balestra. Cacho González Vedoya fue instituido como Presidente Honorario, se creó un Consejo Consultivo que colabora con el Consejo Directivo y hay Miembros Correspondientes en todo el país y el extranjero, habituales colabores de nuestra entidad desde su nacimiento. Todos los cargos de la "Fundación" son ad honorem y somos una asociación sin fines de lucro que no recibe subsidios ni aportes del estado. SADAIC continuó realizando aportes económicos en base a sus posibilidades, siendo nuestro único ingreso en todos los años de vida de la "Fundación".

*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Juan Pedro Zubieta

Corrientes Poty (La Flor de Corrientes) - chamamé

Morenita iporäba
que meces mi sueño con tu mbaracá
ivotí correntina
tu boca encendida de rosa pitá,
cuñataí porá me hirió tenaz de amor
cuando te oí cantar temblando de emoción.

Nde yurú que no tienen más
linda la Virgen que está en Itatí,
por besarla daría sonriente
la vida mi dulce ivotí,
desde que oí tu voz
sentí un afán
que ha de regar al fin
de llanto che resá.

Ni la laguna Iberá
tendrá misterio mayor
que lo profundo de nde resá.
Ni es más dulzón el yataí
que la llamita de amor
siempre encendida en tu mirar.

Letra de Diego Novillo Quiroga y música de Francisco Pracánico registrada en Sadaic el 18-11-32

 

Sargento Cabral - chamamé

Recitado

Bajo las carpas del campamento por esos campos del Taragüí, 

montando guardia con su guitarra se oyó a un soldado cantar así: 

 

Heroico y bravo Jefe del Ande, 

tu venia pido mi general, 

para cantarle al viril sargento 

de Granaderos Juan B. Cabral. 

Ese sargento de Granaderos, 

raza de toro y yaguareté, 

abá de veras de pelo duro, 

más correntino que el yacaré. 

Ese sargento que en San Lorenzo 

como un valiente siempre peleó 

y por salvarte nomás, mi Jefe, 

como un valiente también murió. 

Te dijo entonces, sobre la muerte, 

con la entereza de un gran titán: 

– ¡Muero contento, hemos batido 

al enemigo, che Capitán! 

¡Oh!, mi sargento de Granaderos, 

esta guitarra te cantará 

porque en el alma del correntino 

tu nombre grande no morirá. 

Perdón por mi patria de la Argentina, 

perdón Corrientes aba retá, 

si es que profano con este canto 

la gloria eterna del Paraná.

Letra de Carlos Alberto Castellán y música de Pedro Sánchez registrada en Sadaic el 05-02-64

 

Alma guaraní - chamamé

Raza del guayakí 

la selva no te ha olvidado, 

tu alma guaraní 

perdura en el suelo amado 

y desde el verdor del monte natal 

la brisa sutil del tiempo estival 

nos vuelve a traer tu voz secular... 

Es la misma que ayer 

echaba a volar al viento 

cuitas de un querer 

con hondo y nativo acento, 

es la voz racial que no morirá 

mientras el crisol de algún mbaracá 

su pena a su amor convierta en cantar. 

Alma guaraní, quietud en los naranjales, 

alma guaraní, lamento de los yerbales, 

vibra tu tradición en la luz y en la flor... 

Lo mismo que el manantial 

sin ningún rumor aflorando vas 

y en riego de amor bendiciendo estás, 

alma guaraní, la heredad natal. 

Letra de José Osvaldo Sosa Cordero y música de Damasio Esquivel registrada en Sadaic el 19-04-47

 

Lunita del Taraguí - chamamé

Recitado 

Brujas en fila parecen de noche los naranjales y al borde del ancho río, son fantasmas los sauzales. Pero aparece la luna lámpara de mis lugares y hay poesía en el sauzal y en el naranjal cantares. 

Cuando pienso en mi Corrientes 

lamento no estar allí 

y en las tardes por los campos 

quemarme en su kuarajhí. 

Pero por lo que más siento 

no estar en mi Taragüí 

es por sus noches divinas 

bañadas por el yasí. 

En el cielo está, con su traje azul, 

por el naranjal, paseando su luz. 

Qué pena me da, no estar más allí 

y verte otra vez, lunita de Taragüí. 

Lunita que en primavera 

cuando florece el azahar 

navegas todas las noches 

por el río Paraná. 

Quisiera dormirme un día 

tirado en el pastizal, 

y morirme despacito 

mientras la luna se va.

Letra de Albérico Mansilla y música de Edgar Romero Maciel registrada en Sadaic el 07-05-69

Boletín de noticias