Balance de nitrógeno en sistemas estabulados: los cubículos frente a la cama compostante

SUPLEMENTO RURAL 26 de noviembre de 2020 Por REDACCION
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En las últimas décadas el impacto ambiental de los diferentes sistemas ganaderos ha sido cuestionado, y se ha planteado como objetivo prioritario mitigar los niveles de contaminación, haciendo especial hincapié en las deyecciones.
Dentro de este ámbito merece especial atención la contaminación producida a partir de compuestos nitrogenados, tales como nitratos, nitritos, y a través de la liberación a la atmósfera de gases contaminantes como el amoníaco (NH3).
La emisión de este gas es relevante dada su toxicidad y su efecto como uno de los principales responsables de la acidificación de la atmósfera y de la eutrofización de suelos y aguas. El NH3 participa también en el calentamiento global a partir de la formación de su derivado, el óxido nitroso (N2O), el cual pese a estar presente en cantidades relativamente pequeñas posee un potencial de calentamiento muy elevado (298 veces superior al CO2, Myhre et al., 2013).
Además, y con independencia de las cuestiones de interés social, la emisión de NH3 es una pérdida neta del valor de fertilización del estiércol.

ALGUNOS DETALLES
Según un pormenorizado informe de TodoLechería, la urea urinaria constituye el compuesto mayoritario de excreción de N en las deyecciones del ganado vacuno. Tras su eyección y al entrar en contacto con las heces, se inicia su proceso de degradación mediante la acción de ureasas microbianas, produciéndose NH3 como producto final, el cual si se dan las condiciones adecuadas será volatilizado irreversiblemente hacia la atmósfera.
Las pérdidas de N en forma de NH3 pueden alcanzar hasta el 50% del N excretado en las deyecciones, siendo la dieta, el alojamiento y las estrategias de manejo del estiércol los factores que más alteran las emisiones de NH3. Por esta razón, se aconseja a los ganaderos mejorar el racionamiento de los animales con tal de maximizar la utilización del N.
En el caso del vacuno lechero y bajo condiciones comerciales, sólo del 20 al 30% del N presente en la ración es retenido en la leche (Powell et al., 2006); el resto es desechado por medio de las deyecciones con el consiguiente riesgo de ser emitido a la atmósfera en forma de NH3. Así pues, el tratamiento, gestión y almacenamiento de las deyecciones será crucial a la hora de establecer y minimizar las pérdidas irreversibles de N procedentes del estiércol.

CUBICULO VS.
UNA CAMA
Actualmente, el sistema de estabulación libre en cubículos es el más utilizado en España. En este sistema el animal dispone de un área de descanso individual constituida por cubículos, y las deyecciones son retiradas varias veces al día mediante un sistema de arrobaderas y depositadas en una fosa de almacenamiento exterior.
Sin embargo, los sistemas de alojamiento en cama compostante (o también llamado sistema israelita) están ganando cada vez mayor relevancia debido a los beneficios sanitarios que comporta (i.e. reducción de la incidencia de mastitis y laminitis, Leso et al., 2020). En este sistema el ganado descansa sobre una cama constituida por sus propias deyecciones, las cuales son compostadas in situ mediante laboreos diarios llevados a cabo por la acción de una grada rotativa. Además, una parte de las deyecciones son depositadas en el pasillo de alimentación; esta fracción es retirada mecánicamente 2-3 veces por día y almacenada en un estercolero externo.
La gestión de las deyecciones difiere ampliamente entre ambos sistemas de alojamiento, lo cual obliga a analizar el impacto ambiental de ambos tipos de alojamiento en términos de recuperación y/o pérdidas irreversibles (emisión) de N en las deyecciones.
Asimismo, el efecto estacional puede ser relevante en lo que se refiere a la emisión de NH3 en ambos tipos de explotación, por lo que cobra importancia analizar si la variación de temperatura a lo largo del año modifica las emisiones de NH3.

PROCEDIMIENTO
EXPERIMENTAL
Considerando las restricciones metodológicas y el objetivo principal de este estudio (comparar la producción absoluta de N en dos tipos de sistemas de manejo de deyecciones y sus posibles variaciones estacionales), el procedimiento se llevó a cabo mediante un balance de N a partir de la determinación precisa del contenido de N en alimento, leche y deyecciones en ambos tipos de explotación.
Las pérdidas irreversibles de N se estimaron por diferencia entre ingestión y recuperación de N en leche y deyecciones, asumiendo que el N no contabilizado fuera volatilizado como N gaseoso durante el manejo del estiércol.
Con tal de contrastar el efecto estacional, se llevaron a cabo mediciones en dos periodos: entre Febrero-Mayo y Agosto-Noviembre. Las explotaciones en las que se realizó el muestreo (n=6) se encuentran ubicadas en la misma situación geográfica (Plana de Lleida); tres de ellas están dotadas con un sistema de recolección continua de deyecciones mediante arrobaderas (CUB) y en las tres restantes las heces son depositadas en la cama compostante (CC) o en los pasillos de alimentación, donde son recogidas diariamente.
Las concentraciones de N en el estiércol son heterogéneas; por este motivo se diseñó un protocolo que incluyera la recolección de una cantidad de muestras representativa con tal de obtener una base de datos consistente. En el sistema de cubículos la recuperación de N se determinó a partir del purín depositado en la fosa de almacenamiento, mientras que en sistemas de cama compostante se analizó tanto el N acumulado en la cama compostante como el depositado en los pasillos de alimentación.

RESULTADOS
Las raciones fueron comprobadas en base a la recomendación del Consejo de Investigaciones Agrícolas y Alimentarias (1993). Se basaron en el aporte de maíz (ensilado y en grano) y harina de soja como principales ingredientes de la dieta. No se realizaron cambios específicos relacionados con la temporada en el racionamiento. La composición de la materia seca ingerida varió entre el 14 y 17 % en proteína bruta y entre 2,05 y 1,98 Mcal de energía metabolizable (EM) entre las diferentes explotaciones muestreadas.
El aporte de proteína degradable (46.4 ± 4,62 g/Mcal EMF) cubrió las necesidades de los microorganismos y el aporte de proteína sin degradar las de la vaca. En relación con el rendimiento lechero, la composición de la leche no se vio afectada significativamente por el tipo de sistema.
No se registraron diferencias en las temperaturas medias entre ambos sistemas de gestión. La velocidad media del viento registrada tampoco difirió entre sistemas, aunque la temporada de Febrero-Mayo fue ligeramente más ventosa.

FACTORES A
CONTRASTAR
Se procuró que las explotaciones sometidas a estudio fuesen lo más homogéneas entre sí con tal de aumentar la precisión de las estimaciones de NH3 volatilizado, con la máxima similitud posible entre características de manejo y alimentación, especialmente en lo que respecta al suministro de proteína bruta. Además de situarse en la misma zona geográfica, muy homogénea, los muestreos se realizaron de forma simultánea para minimizar diferencias meteorológicas.

CONCLUSION
La aplicación de estudios de balance de masa de N ha demostrado ser una herramienta útil a la hora de analizar los cambios producidos en la recuperación y/o pérdidas irreversibles de N en diferentes sistemas de alojamiento y condiciones estacionales.
En nuestros resultados no se obtuvo una relación significativa entre el periodo de muestreo y las pérdidas irreversibles de N. Sin embargo, se evidenció que el tipo de alojamiento y la consiguiente gestión de deyecciones alteran significativamente el equilibrio entre la fracción de N contenida en el estiércol y la fracción volatilizada, siendo en el caso de los sistemas de cama compostante donde las pérdidas irreversibles o volatilización de N son superiores, quedando una menor cantidad de N residual en estiércol.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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