Paso al costado de Merkel

Editorial 29 de octubre de 2020 Por REDACCION
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Reconocida y al mismo tiempo respetada como la dama más poderosa del mundo, Angela Merkel anunció que su ciclo en la política alemana está llegando a su fin.
La canciller de una de las naciones de mayor estabilidad en todo el planeta, además de la que tuvo un mayor crecimiento en los últimos tiempos, ya adelantó, con total convicción, que dará un paso al costado.
No pasará mucho tiempo para que eso ocurra, porque Merkel les avisó a los seguidores de su partido, la Unión Demócrata Cristiana, que dejará la presidencia del mismo.
Un dato que seguramente no tiene la misma relevancia del otro anuncio que realizó, porque en ese caso está involucrado el país.
Angela sostuvo que luego de cumplir una agotadora tarea al frente de un gobierno que la tuvo como responsable de una inmensa mayoría de aciertos, llegó el momento de renunciar a una nueva postulación en las elecciones de 2021.
Merkel accedió a la jefatura de Estado hace nada menos que 15 años, cuando logró derrotar en las urnas al entonces canciller socialdemócrata Gerhard Schröder, en 2005.
Desde entonces, llevó adelante una tarea elogiada por propios y extraños, no solamente en Alemania, sino también en la Unión Europea, que lo sigue teniendo como una pieza clave de su engranaje.
A los 66 años y con prácticamente la mitad de su vida militando en la UDC, esta mujer nacida en Hamburgo, se caracteriza por la firmeza que muestra a la hora de tomar decisiones que beneficien a los ciudadanos alemanes, que les responden con un apoyo incondicional.
El mandato de Angela Merkel finalizará en 2021, cuando haya cumplido, para entonces, dieciséis años en el cargo, algo que solamente había logrado el recordado Helmut Kohl, hasta que perdió en las elecciones realizadas en 1998.
La actual canciller, por el contrario, no está dispuesta a someterse el año próximo a la voluntad popular, aunque la mayoría de los analistas imparciales están convencidos que en caso de presentarse renovaría su mandato.
De todos, algunos encuestadores, dan cuenta que el nivel de adhesiones que recibiría en este momento la Unión Demócrata Cristiana, sería de apenas el 26 por ciento, muy por debajo del 47 que llegó a tener hace apenas cinco años.
No obstante, la figura de Merkel sigue teniendo una buena aceptación, pese a las dificultades que está atravesando el país en materia sanitaria y económica a raíz de la pandemia, que el gobierno intentó administrar de la mejor manera posible, aunque sólo pudo conseguirlo a medias, porque el rebrote hoy también está castigando al pueblo alemán.
Si bien el retroceso en las preferencias de los votantes fue significativo en los últimos tiempos, el partido liderado por la canciller sigue manteniendo la delantera, por encima de Alternativa para Alemania, agrupación nacionalista que desplazó del segundo lugar a Un retroceso que ha venido de la mano del ascenso del partido nacionalista Alternativa para Alemania convertido en la segunda fuerza política del país, desplazando a los socialdemócratas de la histórica SPD.
La salida de Merkel podría llegar a provocar un cambio de rumbo y de esa manera, también podría asumir el gobierno otro partido, como muchos ya pronostican a raíz de la decisión que tomará la actual canciller, que dejará, obviamente, un importante vacío de poder.
Pero al margen de las consecuencias internas, el repliegue de Merkel de la primera línea política, también representa un duro golpe a nivel internacional para Alemania.
Es que la canciller no solamente se convirtió en una figura determinante para mantener la estabilidad de la Unión Europea tras la severa crisis económica de comienzo de la década, sino que logró asumir un fuerte liderazgo regional en tiempos convulsionados.
Justamente en este momento, cuando el proyecto continental enfrenta uno de sus mayores desafíos con la salida de Reino Unido, uno de los pilares de la unidad europea, se abre un escenario muy incierto para el bloque, que deberá encontrar una salida decorosa a un panorama complejo.
Angela Merkel jugó un rol decisivo a nivel internacional en los 15 años que lleva en el poder.
Incluso, en medio de las tensiones generadas por la ola de inmigrantes que llegaron a Europa, las presiones populistas tanto de izquierda como derecha a nivel global y el surgimiento de líderes autócratas con escaso compromiso democrático en distintas regiones del planeta, la canciller alemana encarnó un liderazgo democrático marcado por la responsabilidad y la seriedad política, que en estos tiempos es cada vez más escaso.
Pero no solamente desempeñó un rol importante en su país y en toda Europa, sino que también supo manejar con una coherencia absoluta las relaciones con otras naciones, incluidas las grandes potencias, con las que siempre llegó a entendimientos bilaterales positivos y convenientes para los intereses de todas las partes.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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