Scaloni y Alfaro en lo más alto

Deportes 15 de octubre de 2020 Por Néstor Clivati
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FOTO ARCHIVO ENTRENADORES. / Lionel Scaloni y el rafaelino Gustavo Alfaro, con Argentina y Ecuador, respectivamente, tuvieron una buena segunda fecha de Eliminatorias.
FOTO ARCHIVO ENTRENADORES. / Lionel Scaloni y el rafaelino Gustavo Alfaro, con Argentina y Ecuador, respectivamente, tuvieron una buena segunda fecha de Eliminatorias.
El comienzo de las Eliminatorias Sudamericanas ha dejado buen material para el análisis desde lo deportivo y también, desde el inédito contexto en el que se han jugado, condiciones que sin dudas perdurarán por mucho tiempo, tal la pereza que esta Pandemia, está demostrando para emprender el retiro y liberar a la humanidad.
Una de las aristas fue la falta de equivalencias entre las selecciones, no referidas a las históricas ventajas que tienen los seleccionados cuyos países son productores de los mejores futbolistas, sino a las diferentes realidades que cada uno vive por la imposición que el Covid-19 les infringe desde mediados de marzo a sus torneos domésticos.
Hay que marcar que pese a esa iniquidad que muestra nuestro continente, donde muchas ligas están disputando sus competencias con una cierta normalidad, hay otras, como la Argentina que ni siquiera tienen aprobado y difundido un protocolo de disputa y sus estadios permanecen cerrados excepto, los equipos que se encuentran en actividad atendiendo los compromisos de la Copa Libertadores, una paradoja difícil de comprender ciertamente.
Con ese panorama y el agregado de qué en Europa, viene sucediendo algo parecido con el futbol al ser el principal aportante de los jugadores a sus combinados, las especulaciones fluyeron de un extremo a otro y al cabo de los 10 primeros partidos que comprendieron estas dos fechas, debemos subrayar que aquellas presuntas dificultades, no fueron ostensibles y qué con la salvedad del equipo boliviano, el resto ofreció niveles de paridad muy saludables con rendimientos, en algunos casos, sobresalientes.
La otra vista hace foco en los dilemas que se presentan cada vez que se juega en los estadios ubicados a mas de 2000 mts sobre el nivel del mar, en particular los ubicados en Quito y La Paz, íconos inexpugnables de nuestra región.
Los resultados no tuvieron afinidad con las ventajas que los equipos autóctonos suelen imponer, al menos parcialmente; por un lado Ecuador que sí se impuso en el estadio Rodrigo Paz Delgado propiedad de la Liga Deportiva (después de décadas dejó el Hernando Siles), llegó en clara desventaja ante Uruguay por jerarquía y por la falta de trabajo ante la reciente llegada de Gustavo Alfaro como entrenador, el rafaelino en la conferencia de prensa posterior a la derrota en La Bombonera, había admitido qué conoció a la mayoría de sus jugadores en Buenos Aires y en consecuencia, no sumo mas de media docena de practicas antes del choque con los del Maestro Tabarez.
La victoria aplastante de la Tricolor ha sido la nota mas alta de esta ventana de octubre, ya que, si sopesamos todos los elementos, la ventaja de la altura, no resultaba suficiente para esmerilar la falta de equivalencias surgidas en la previa de ese partido, que finalizó con un piadoso 4 a 2 y con pasajes de fútbol brillantes lo que significo un duro traspié para Godin, Suarez y compañía.

MESSI CERRO UNA HERIDA
Otro episodio singular sucedió en la ciudad de La Paz, pero con connotaciones distintas al caso de los ecuatorianos. En el estadio Hernando Siles, techo de América en partidos de selecciones, los que no lograron capitalizar los beneficios que los 3.640 mts, fueron justamente los nativos del lugar y por momentos tuvimos la sensación que por estrategia y respuestas físicas, los argentinos fueron los que mejores aptitudes tuvieron a los naturales ahogos que afectan a los atletas que se desempeñan en el llano.
Es difícil emparentar ese infrecuente estado con la logística que Lionel Scaloni decidió, contradiciendo a sus antecesores, al concentrar al plantel dos días antes del partido, algo que está contraindicado por la mayoría de los expertos en competencias en altura, sin embargo este criterio sentará una interesante jurisprudencia, no porque en 48 horas los organismos puedan igualar la generación de glóbulos rojos que se necesitan para una buena adaptación, se sabe que esto toma entre 2 y 3 semanas de convivencia con esos factores, sino porque los futbolistas se entrenaron en el mismo estadio un día antes y tomaron las referencias de los caprichosos movimientos de la pelota, toda una extravagancia para la competencia.
Argentina le ganó en todos los órdenes al dueño de casa que solo pudo imponer algunos trucos de su repertorio, en los primeros 15 minutos para luego, ser dominado como no se recuerda en este tipo de certámenes.
La incuestionable victoria derrotó además viejos fantasmas y creencias por las cuales nuestros equipos se retiraban frustrados e impotentes, según las estadísticas del último medio siglo período en el cual, con el triunfo del martes, solo en dos ocasiones los albicelestes salieron airosos, de modo que esos abrazos en el final de la disputa, cancelaban las tediosas y eterna argumentaciones y por otro lado, también liberaba de ese pasado a Lionel Messi, cuyos antecedentes en La Paz, lo dejaban perplejo y sin respuestas objetivas.
Curiosidades de este primer segmento del largo camino hacia el mundial de Qatar; en noviembre se repetirá el modelo y en el caso de nuestro seleccionado, deberá recibir el 11 a Paraguay y 5 días mas tarde viajará a Lima, en ambos encuentros se medirá con selecciones dirigidas por entrenadores argentinos como el Toto Berizzo y el Tigre Gareca, los que entregarán también, muchos aspectos para el análisis.
Los primeros resultados muestran una foto previsible en términos de recursos e historia, en ella Brasil y Argentina están en la cima con puntaje ideal y buenas críticas, pero un escalón debajo, el resto ya se posicionó como buenos perseguidores en una feroz disputa por esas 4 plazas que los llevarán a un mundial de ensueños.

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