Los inicios de la Biblioteca Popular "Sarmiento"

Información General 26 de septiembre de 2020 Por REDACCION
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FOTO ARCHIVO BIBLIOTECA POPULAR "SARMIENTO".
FOTO ARCHIVO BIBLIOTECA POPULAR "SARMIENTO".
Por María Riofrío
La Biblioteca Popular "Sarmiento", inaugurada oficialmente el 11 de mayo de 1913, fue la primera biblioteca pública que contó la ciudad de Rafaela. Es oportuno recordar que los primeros pasos se concretaron el 20 de diciembre 1912 cuando se organizó un baile social para recaudar fondos, se gestionó un subsidio ante el Gobierno provincial, y se organizó una colecta de libros en la que se recibieron en donación unos 1.400 volúmenes. La misma se constituyó en la primera entidad de Rafaela reconocida por la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), en el año 1918, cuando logró contar con una sala de lectura que permaneciera abierta los días hábiles y cuando admitió al público en general en carácter de asociados.
Por otra parte, dicha Biblioteca, desde los primeros tiempos, se destacó por las excepcionales colecciones que fueron incorporándose al inventario bibliográfico disponible, fundamentalmente ligadas al campo de las Ciencias Sociales, el Derecho, la Historia Argentina y la Lengua Española. A través del tiempo las Comisiones Directivas han apoyado el incremento de aquel patrimonio inicial, el que a la fecha se eleva a unos 32.300 volúmenes, entre libros, revistas especializadas, videos, CDs y DVDs.
Desandando la memoria del tiempo, esta emblemática dependencia conserva sus principios fundacionales, así como su valor como símbolo para la comunidad de Rafaela, marcada por las transformaciones que acompañan el paso de la historia. El antiguo recinto atesora la belleza de su elegante arquitectura, la cual continúa siendo motivo de admiración para los concurrentes, aun de quienes llegan desde las grandes ciudades del país. Del mismo modo, es el ámbito predilecto para numerosas actividades de extensión cultural de trascendencia local y regional, organizadas internamente, o bien, por agrupaciones u otras entidades promotoras de iniciativas culturales. En estas ocasiones, la estética y la buena acústica de la sala aportan un marco especial que acompaña el sentido de la propuesta, favoreciendo una atmósfera de receptividad, en la cual se integran diversas condiciones visuales y sonoras. 

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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