"Bombones" de alfalfa: el fardo se achica, pero sigue conservando el peso y calidad

SUPLEMENTO RURAL 24 de septiembre de 2020 Por REDACCION
Un grupo de productores del Centro y Sur de Córdoba realizaron la primera exportación de alfalfa, en "minifardos" que son 50 por ciento más pequeños que los tradicionales. Apuntan al nicho premium de los criadores de caballos.
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FOTO INTERNET MINI. Los fardos tienen la mitad del tamaño del formato tradicional.

Son seis productores: cuatro de Hernando, uno, de Dalmacio Vélez Sársfield y otro, de Río Cuarto.
En conjunto, trabajan unas 250 hectáreas con alfalfa que, hasta hace tres años, vendían por separado en sus formatos tradicionales de fardos y rollos.
En 2017, con el asesoramiento como coordinador de Jorge Mansilla y el impulso del intendente de Hernando, Gustavo Botasso, se reunieron y empezaron a formar parte del programa de grupos exportadores de la Agencia ProCórdoba, bajo la denominación Grupo Alfasud.
Apenas tres años después, ya no es sólo un grupo exportador, sino una empresa legalmente constituida como Alfalfas Alfasud SAS., que dio su primer gran paso: enviaron el primer contenedor a una firma comercializadora de forrajes de Aruba.

PERSONERIA
JURIDICA
"No sólo fue nuestra primera exportación, sino también nuestra primera operación. La personería jurídica la recibimos en mayo de 2019 y hace sólo dos meses nos inscribimos como exportadores, cuando tuvimos la certeza de este primer embarque", explicó Jorge Mansilla, socio administrador de Alfasud, a Agrovoz.

EL ASPECTO
DISTINTIVO
El aspecto distintivo es el formato del forraje conservado que desarrollan: "minifardos" que tienen 0,07 metros cúbicos, la mitad de un fardo tradicional que ocupa un volumen de 0,14 metros cúbicos. Lo hacen a través de un proceso de compactado especial desarrollado con una prensa que construyeron con la ayuda de Industria Metalúrgica Gentili, una empresa de Tancacha.
"Desde las primeras reuniones, el objetivo fue dilucidar a qué nos íbamos a dedicar, porque tenía que ser algo diferenciador. Determinamos que, para ganar competitividad, sobre todo en el aspecto logístico por el gran volumen que tienen los fardos en relación a su peso, debíamos reconvertirlos. Así desarrollamos esto que los bautizamos como 'bombones' de alfalfa”, manifestó Mansilla.

UNA CLAVE
Una clave en este contexto es que la compactadora lo único que hace es quitarle aire al fardo, que no pierde peso: se mantiene en torno a 22 kilos por "bombón".
Así, en un contenedor de 40 pies, pueden entrar 950 "minifardos", contra 450 en el caso de los tradicionales.
Y al respecto dijo Mansilla que "un problema de Argentina es que está lejos de los mercados centrales, entonces es una odisea llegar con precios competitivos, hay que ser muy ingenioso para lograrlo".

NADA SE PIERDE
En este contexto, lo más importante es que con la compactación tampoco se pierde calidad nutricional.
Un estudio elaborado por el Inta Manfredi determinó que el producto tiene 12 por ciento de humedad, 23 por ciento de proteína, 86 por ciento de materia seca y 67 por ciento de digestibilidad.
Además, los procesos no requieren de un trabajo extra en el campo.
Los productores siembran las mismas variedades –Pampeana 9, Cal West 8/9 y Palo Verde 9– que utilizan para elaborar fardos y rollos para sus ventas o consumo particular.
En términos de uso de fitosanitarios o de proceso de hilerado, la exportación a Aruba no requirió de ningún tipo de parámetro diferenciador.
Sobre este punto, la apuesta máxima de Alfasud es llegar al mercado de los criadores de caballos de polo y de carrera de China, donde sí los protocolos son más exigentes.

LA CALIDAD
"La calidad de los fardos está dada por la cantidad de hojas que tenga: como ya viene hecho desde el campo; lo único que se hace es reducirlo y secarlo durante más o menos un mes para que pueda ser llevado en un contenedor. Y se lo envuelve en una tela de rafia que ayuda a mantener la alfalfa compactada”, explicó Mansilla.
Este valor agregado implica que el producto tenga un costo de cuatro dólares, un dólar más que lo que se paga en el mercado interno por un fardo tradicional.
A la hora de exportarlo, el costo se eleva a cerca de 10 dólares.
Por eso la apuesta es llegar a nichos premium, como las aras de caballos de elite, aunque Mansilla considera que para establecimientos ganaderos y tambos podría ser una buena alternativa, entre otras cosas por su beneficio logístico. Es que un camión puede llevar el doble de alfalfa, y también se puede almacenar de manera más ordenada y limpia.
Si se tiene en cuenta que, en promedio, en Córdoba la alfalfa rinde unos seis cortes por año y que los productores del grupo obtienen un rendimiento de entre 16 y 18 toneladas por hectárea, el cálculo de Alfasud es que si destinaran el 100 por ciento de lo que producen a los "minifardos" podrían producir entre 180 mil y 190 mil por año.
Significan entre 80 y 100 contenedores; es decir, unos siete u ocho mensuales.
"Nos conformamos con dos o tres máximo por mes. Además del envío a Aruba y el interés de China, hemos tenido pedido de cotizaciones de los Emiratos Árabes, Brasil, Uruguay, Perú, Ucrania y Turquía", señaló Mansilla con entusiasmo.

LA PRIMERA
EXPORTACION
La empresa de referencia en la nota central logró su primera exportación de alfalfa compactada.
El envío tuvo tiene destino a Aruba, y se espera que sea el primero de muchos, y desde la empresa señalaron que "el objetivo es lograr competitividad en el mercado internacional, y generar valor agregado.
Por entonces, Jorge Mansilla, coordinador y uno de los miembros del grupo, dijo "mejorar los costos de transporte fue uno de los principales desafíos a superar, como todos los que producimos en el interior, especialmente con mercadería de gran volumen en relación a su peso".
También, sostuvo que es difícil llegar a los puertos sin perder, en el trayecto, la base de competitividad que te permita acceder a mercados externos.
Y señaló que "definimos nuestro producto y para lograrlo, hasta tuvimos que diseñar y luego hacer la máquina necesaria para fabricarlo. Teníamos que lograr transformar los fardos en algo distinto, con perfil exportador".
En trabajo conjunto con una empresa metalúrgica, los productores fabricaron una prensa especial para recompactar fardos de alfalfa, logrando reducirlos a la mitad de su tamaño tradicional.

EL ENVOLTORIO
Por otra parte, una característica que presenta este producto es su envoltorio.
Es un especial envoltorio de tela que minimiza la pérdida de hojas y lo protege de la humedad, agregando entre un 3 y 5 por ciento y un 40 de valor.

EL DESTINO
El destino fue Aruba, a una gran empresa que vende y distribuye forrajes.
Y sobre el mismo se comentó que "el contacto se logró luego de preparar prospectos comerciales a distintos lugares del mundo identificados como estratégicos, incluyendo cotizaciones a clientes potenciales de Ucrania, Arabia, Emiratos Árabes, China, Uruguay y Perú", explicaron desde la empresa.

MAS MERCADOS
INTERNACIONALES
Pero estas posibilidades no quedan ahí, la empresa ya trabaja en seguir creciendo en mercados internacionales.
Mansilla señaló que "desde el principio nuestra primera orientación fue exportar estos mini fardos a China para la alimentación equina, particularmente el exigente nicho de los caballos de polo y de carreras".
Además, destacó que vienen trabajando duro para ingresar a este mercado y están cerca de obtener las habilitaciones fitosanitarias correspondientes que permitirán, en un futuro próximo exportar allí con regularidad.

REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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