¿El Sars-CoV 2 está entre nosotros?

Locales 18 de septiembre de 2020 Por Darío H. Schueri
El Covid-19 está haciendo estragos emocionales entre los gobernantes, obligándolos a moverse de manera imprecisa, tomando decisiones confusas.

(Desde Santa Fe). Cuando en estas páginas señalamos por primera vez en el mes de Julio que quizás haber comenzado la cuarentena en el mes de marzo, cuando el virus no estaba circulando por el país, en lugar de controlar Ezeiza (y otros pasos fronterizos) con el tiempo se probaría que fue innecesario - y actitud depredatoria para economía - , la “comunidad científica” nos hizo notar nuestra tremenda equivocación.
Este martes 15 en La Nación, el Ministro de Salud de la Nación Ginés González García admitió que "cuando el problema del coronavirus era de la Ciudad (de Buenos Aires), se hizo una cuarentena para todo el país". La cuarentena en Argentina lleva exactamente 182 días, dos más de lo que por ley debe cumplir un ciclo lectivo, según la Ley 25.864 del 2004 con el objetivo de garantizar la igualdad en la educación estatal.

EL DERROTERO DEL VIRUS 
Cuando comenzó la cuarentena, en Argentina había 31 contagios, y sumaban un total de 128, de acuerdo el informe epidemiológico del ministerio de Salud de la Nación. Mientras tanto, en la provincia de Santa Fe al 20 de marzo había dos casos de coronavirus confirmados; uno de un joven que había llegado de España, y otro con antecedente de viaje a Inglaterra. Al día siguiente, la ciudad capital notificaba su primer positivo, que correspondía a una joven que había regresado de sus vacaciones en Río de Janeiro, Brasil. Esta capital había sumado 27 pacientes infectados hasta el 9 de abril, cuando cesaron por 75 días los contagios. Ese lapso permitió que se fueran realizando aperturas de actividades de manera progresiva, y se pasara a una "cuarentena administrada", como denominaron desde el ámbito gubernamental.
A las tareas esenciales se le agregaron las entidades bancarias, los comercios, las industrias, se ampliaron las reuniones familiares y las actividades recreativas. Incluso, el 5 de junio se definió la reapertura de los bares y restaurantes, y el 19 se habilitaron los shoppings. Sin embargo, pasados esos 75 días tanto en la provincia como en la ciudad se fue elevando el número de contagios que rondan los mil diarios a nivel provincial, y se acercan a los 100 en la capital.

EL VIRUS SE "INVISIBILIZO"
POR PARTIDA DOBLE 

Este lunes 14 escribimos que “indudablemente el SARS-CoV-2 se las ingenió para estar entre nosotros de manera asintomática”. Hoy, notas periodísticas con laboratorios privados que realizan los test de coronavirus, hacen notar que no son pocos los pacientes (que no asistieron a esos centros por nexos epidemiológicos, sino por razones particulares) que “descubren” ser positivos sin haber experimentado sintomatología alguna. Mientras tanto, Investigadores de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNL estudian la detección de anticuerpos contra COVID-19 a través de una extracción de sangre en personas que pudieron haber cursado de forma asintomática la infección por el virus SARS-CoV-2. El estudio, que está en desarrollo, permitirá obtener información del virus en esta ciudad capital. La coordinadora del estudio, Dra. Luz María Rodeles, especialista en medicina interna de la FCM describió que “hasta el momento, en una muestra de 400 personas, se observa que un bajo porcentaje evidencia tener resultados positivos”. La doctora Gilda Tamagno, Jefa del Comité control Infecciones del Hospital Centenario de Rosario y Jefa de Infectología del Sanatorio Mapaci de ésa ciudad, declaró en el programa “Así Estamos” de Somos Rosario que los contagios que existen en Rosario habría que multiplicarlos por 10.

GOBERNANTES Y GOBERNADOS, AL
BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS

Si bien aún se desconocen las secuelas que pueda dejar el COVID-19 entre los afectados, sabemos que está haciendo estragos emocionales entre los gobernantes, obligándolos a moverse de manera imprecisa, tomando decisiones confusas advertidos por los especialistas que aconsejan técnicamente regresos de fases, sin advertir que hay una población económicamente activa al borde de una peligrosa desesperación. Estas son horas de mucha calma y raciocinio. Porque al COVID-19 se le agregan actitudes políticas y económicas nacionales que terminarán por hacer colapsar el tejido social.


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